
Apur Sansar (El mundo de Apu)
Apur Sansar (1959) India
También conocida como:
-
"El mundo de Apu" (Hispanoamérica)
Género: Drama
Duración: 105 min.
Música:Ravi Shankar
Fotografía: Subrata Mitra
Guion: Satyajit Ray (Novela: Bibhutibhushan Bandyopadhyay)
Dirección: Satyajit Ray
Intérpretes: Soumitra Chatterjee (Apurba Kumar Roy / "Apu"), Sharmila Tagore (Aparna), Swapan Mukherjee (Pulu), Alok Chakravarty (Kajal), Sefalika Devi (Esposa de Shashinarayan), Dhiresh Majumdar (Shashinarayan), Belarani Devi (Señora Ganguli).
El profesor entrega una carta de recomendación donde certifica que Apurba Kumar Roy sacó el título intermedio de ciencias del City College de Calcuta e indica que es sensible, aplicado y lleno de simpatía y ánimo.
El profesor dice que le gustaría que obtuviera el grado de bachiller, aunque él dice que no se lo puede permitir.
Le pide que no deje de escribir, pues lo hace muy bien.
Se queda dormido con unos folios y el tintero al lado, sin que le despierte la fuerte lluvia. Lo hace el pitido de un tren y ve que se le cayó tinta y manchó las sábanas, que pone en un cubo y deja que el agua que cae las empape.
Recibe tras ello la visita de su casero, que le pregunta cuántos meses le debe, diciendo que 3 meses, es decir, 21 rupias, y amenaza con volver por la noche si no le paga y, si no tiene el dinero esa tarde se buscará un nuevo inquilino.
Debe por ello, y para conseguir el dinero, empeñar algunos de sus libros.
Cuando baja, un vecino que tiene el mismo apellido que él, Roy, le da una carta que por error le entregaron a él, y ve que en ella le dicen que su relato les pareció muy interesante y lo aceptan para su revista.
Trata de encontrar trabajo en una escuela de primaria donde buscan un buen maestro en ciencias, pero le dicen que necesitan un graduado y él solo es intermedio.
Pregunta luego en una empresa farmacéutica si necesitan y le preguntan si tiene experiencia en etiquetar, a lo que responde que puede aprender, y lo envía a ver cómo se hace, observando un grupo grande de personas dedicadas a pegar etiquetas en los frascos de medicamentos y se da cuenta de que no es eso lo que desea hacer, por lo que regresa desanimado a su cuarto.
Recibe la visita de su amigo Pulu que le dice que lo ha estado buscando por todo Calcuta, pues se fue de la residencia sin decírselo y le dice que tiene entradas para el espectáculo de esa noche.
Bajan a un café cercano, donde comen.
Pulu le pregunta por el trabajo del tren, y le cuenta que estaban en huelga y lo que necesitaban era un esquirol.
Le cuenta que a veces da clases particulares y gana 15 rupias al mes y su amigo le dice que le conseguirá un trabajo si sabe mecanografía.
Le pide luego que le acompañe a la boda de su prima Aparna en Khulna, donde estarán 5 o 6 días.
Le dice a su amigo que no quiere un trabajo de oficinista, ni responsabilidades ni nadie de quien preocuparse, recordándole su amigo que tuvo que empeñar los libros para poder pagarse el alquiler.
Su amigo le dice que incluso quienes tienen talento necesitan ganarse la vida, aunque él sueña en ser como Gorki o Dickens o Dostoyevski.
Pulu le recuerda que fue él quien le ayudó cuando llegó a la ciudad, pues le daba miedo hasta cruzar la calle, y que fue él quien leyó su primer relato corto.
Pero Apu le dice que ahora se siente en la cima del mundo porque ha comido bien por primera vez en varios meses.
Su amigo le pregunta si está escribiendo algo. a lo que le responde que sí, que una novela y le pregunta si conoce a algún editor.
Le explica luego que es sobre un chico aldeano pobre pero sensible, cuyo padre es sacerdote, pero murió y él no quiere ser sacerdote, pues quiere estudiar y tiene dentro semillas de grandeza y una gran fuerza de voluntad y piensa que el sentido de la vida consiste en vivir.
Su amigo le pregunta si es una autobiografía, diciendo él, que solo en parte.
Su amigo le dice que si escribe de amor debe experimentarlo, aunque Apu dice que también se puede describir si se tiene imaginación, aunque su amigo no lo cree.
Realizan el viaje por el río, y Apu va tocando la flauta mientras Pulu lee la parte de la novela que ya ha escrito, y, cuando termina le pide a su amigo que le dé la mano y le dice que es maravilloso.
Llegan a casa de los tíos de Pulu, y allí la tía de esta le dice a Apu que su rostro le es familiar, porque es una reencarnación del dios Krishna.
Preparan para la boda a la prima, todavía una niña.
El novio llega a buscar a la novia en un palanquín y precedido por una orquesta, aunque cuando llegan a la orilla, el novio, Binu, se muestra nervioso y se niega a salir, haciéndolo finalmente por la insistencia de todos los acompañantes, aunque al verlo, la madre de Aparna pregunta quién arregló esa boda, pues ese chico está loco, y pide la mujer a su marido que deténgala boda, aunque él dice que ya se pasó el tiempo y que la maldición caerá sobre ellos si no se casa ese mismo día.
Pulu pregunta si deben buscar otro novio, mientras que su tío repite que esa situación será su ruina.
Pulu despierta a Apu, que se quedó dormido en el campo, y él pregunta si se perdió la boda, aunque Pulu le cuenta que no habrá boda, y que todo depende de él.
Apu ve que con su amigo llegaron otros familiares de la novia, que le explican que si la boda no llega a celebrarse a la hora acordada, la novia será maldita y por eso deben buscar otro novio para ella y él es la mejor opción.
Él no entiende que le pidan algo así y pregunta a su amigo si aún vive en la Edad Media.
Le dicen que si lo hace salvará el honor de la familia, pese a lo cual se niega.
Se cruza a la vuelta con el novio, y ve, que, en efecto, tiene un retraso mental.
Observa a la familia compungida y llama a su amigo al que pregunta si le dará ese trabajo, y le pide luego que le preste una camisa y que se afeitará, poniéndose su amigo muy contento al ver que acepta.
Lo visten para la ocasión y se realiza la ceremonia y comentan que la maldición se convirtió en bendición.
La tía de Pulu dice que desde que lo vio, sintió que era de la familia y que está allí para que sean mejores, asegurando no haber sentido en ninguna otra ocasión un efecto así.
Pero una vez casado, y frente a su adornada cama y junto a su esposa se siente nervioso y pensativo.
Le pregunta a Aparna qué sabe de él y ella le dice que Pulu le contó que es huérfano, y él le cuentan que sus padres murieron y tuvo una hermana mayor que también murió.
Ella le dice que Pulu también le contó que es escritor.
Él le explica que no tiene casa ni trabajo y que su futuro es incierto, por lo que se pregunta qué va a hacer con ella. que vive en una casa enorme y está acostumbrada a tener sirvientes.
Le confiesa que le forzaron a casarse aunque él se opuso, pero luego pensó que podía hacer algo noble, y aceptó y siente que se ha metido en un lío.
Le pregunta si soportará la pobreza, a lo que le responde que sí, diciendo él que en ese caso la llevará con él y se pregunta qué pensarán sus vecinos de Calcuta, pues les contó que iba a una boda y vuelve casado él con la novia.
Llegan en efecto a Calcuta y a su humilde habitación, con ella todavía vestida de novia, no pudiendo evitar ella las lágrimas durante un momento en que se queda sola y mira desde la ventana su nuevo entorno.
Él, al verla le dice que será muy desgraciada, aunque ella dice que no lo será.
Se la presenta luego a todos los vecinos, deseosos de conocerla, y se quedan maravillados al verla tan guapa y tan arreglada.
Aparna se afana en adaptarse pese a las míseras condiciones de viday al verla con el carbón para cocinar y cómo se tapa los oídos por la estridencia del pito del tren le pregunta si no se arrepiente de no haberse casado con un hombre rico, ante lo que ella sonríe, por lo que él dice que seguro que lo siente aunque no se lo diga, a lo que ella le responde bromeando que lo siente, pues podría haber tenido una vida más fácil.
Él dice que irá a buscar una criada, pero ella le pide que regrese y le pregunta quién le pagaría el sueldo, a lo que le responde que dará más clases particulares, diciéndole ella que entonces debe devolverla a sus padres, pues si se queda le hará trabajar más y estará menos con ella, por lo que le dice que lo mejor será que deje las clases y así podrá llegar temprano a casa y ella no tendrá que arrepentirse de nada.
Empiezan a estar a gusto juntos y él le enseña a leer en inglés, pues, solo sabía hacerlo en bengalí y la lleva al teatro y al cine.
Pasado un tiempo, Aparna, embarazada, va a tener a su bebé en casa de sus padres por la insistencia de la madre, aunque él le dice que los dos meses en que estará allí son demasiado y no le gusta que se vaya, pero que los aprovechará para ahorrar y para seguir con su novela, pues desde que se casaron no ha vuelto a escribir nada.
Ella le pregunta si esa culpa suya, a lo que le responde que no.
Que ella ya sabe lo que su novela significa para él y que ella significa todavía más y piensa dedicársela.
La deja en el tren con ojos tristes y Aparna le pide que le escribe dos veces por semana.
Entretanto trabaja como oficinista y un compañero, al verlo con cara de ensoñación, le pregunta cómo se puede ser feliz estando casado y ganando solo 10 rupias al mes, mientras que él está muy descontento con su esposa porque es demasiado obediente y le gustaría discutir de vez en cuando para dar sal a su relación.
En su última carta, Aparna le recuerda que prometió que iría y que, si no lo hace, no volverá a quererle y le recrimina que solo llegaron 7 cartas de las 8 que le prometió y le dice que está celosa de su vecina, que puede verlo cada noche y ella no.
Un día, al llegar a su casa, ve a Murari, el hermano de Aparna, muy triste y le pregunta qué pasa, contándole este que le pasó algo a Aparna cuando nació el niño.
Desesperado, golpea a Murari.
Su vecina, la señora Ganguli, le lleva comida y le dice que menos mal que el niño se salvó y le dice que saldrá adelante y no le faltarán mujeres, pues es muy apuesto.
Va hasta las vías, con intención de dejar que le atropelle un tren, pero los chillidos de un cerdo que está a punto de ser atropellado lo hacen reaccionar.
Escribe a Pulu, pues le contaron que estaba a punto de irse al extranjero y le dice que necesita encontrar la paz y se va a ir, aunque no sabe a dónde y se llevará la novela con él para terminarla y podrá publicarla si todavía le gusta.
Coge en efecto el tren y se va de Calcuta y del hogar que compartió con Aparna.
Su suegra está desconsolada también mientras cuida de su nieto.
Apu, por su parte comienza a vagar por distintos lugares. Camina por la playa y recorre los bosques, observándolo todo detenidamente, y un día saca su novela y lanza las hojas al viento.
Pasados cinco años, Pulu va a visitar a su tío y puede ver a Kajal, el hijo de Apu, que, con una máscara de pájaro, deambula por las calles cazando pájaros con su tirachinas, y que con él asusta a una mujer para robarle.
Otro hombre le regaña y le dice que se lo contará a su abuelo para que lo castigue, aunque Kajal dice que su padre le pegará a él, preguntándole el hombre de qué padre habla, pues en 5 años ni lo han visto.
El abuelo le dice a Pulu que no entiende que en 5 años no haya ido ni una sola vez a ver a su hijo y solo envió dinero en tres ocasiones y que está en India central trabajando en una mina, considerando que es un inútil y que a su hijo le pasará lo mismo.
Le dice que cuando vivía, la abuela estaba pendiente de él y lo cuidaba, pero él, dice, está viejo y no puede con él.
Pulu le pregunta si conoce la dirección de Apu, y le dice que está en las postales que manda.
Un día, Apu recibe la visita de su amigo y se sorprende al verlo allí.
Pulu le cuenta que fue a casa del tío a buscarlo.
Él le cuenta que tiene trabajo allí desde un año atrás.
Que fue por casualidad por allí y comenzó a trabajar en las minas porque tenía hambre.
Pulu le pregunta por la novela, pero él le dice que la tiró.
Le cuenta también que no va a quedarse allí mucho tiempo, que se irá a cualquier sitio, quizás del extranjero.
Pulu le recuerda que tiene un hijo y que quiere que vuelva a casa, pues su hijo necesita de alguien que le cuide, pues los padres tienen obligaciones.
Él le dice que envió dinero y es más de lo que puede hacer.
Pulu le pregunta si no quiere a su propio hijo, diciendo él que no. Que no ha llegado a conocerle. Que es solo un símbolo, y es como si no existiera.
Pulu, decepcionado le dice que él ha cumplido con su deber, y el resto depende de él.
Apu le pide que meta al niño en un internado, aunque su amigo le dice que puede hacerlo el, aunque él dice que no puede, pues no puede olvidar que Aparna murió porque Kajal nació, y para él es como un extraño e insiste en que lo meta en un internado y que él pagará los gastos, pues no puede hacer otra cosa ya que no lo quiere y para él es un extraño.
Pero Pulu le dice que él ahora no puede hacer nada. Que le es imposible.
Se presenta finalmente, algún tiempo después, en casa de su suegro.
Este le pregunta si ha venido para llevárselo, diciendo que lo ha arreglado todo y se quedará en su casa de campo, pues él se va del país.
El suegro le dice que su hijo lleva varios días sin encontrarse bien y está en cama, subiendo por fin a verlo.
Lo encuentra en la cama dormido y, cuando se despierta, sale corriendo asustado.
Cuando le dice que es su padre, el niño reacciona lanzándole una piedra que está a punto de alcanzarle, ante lo que Shashinarayan, su abuelo decide castigarlo dándole una paliza, deteniéndolo Apu para que no lo golpee con el bastón, pues cree que podría matar al niño.
Trata de ganarse luego su afecto con un trenecito, pero el niño lo lanza enfadado.
Le pregunta luego si no quiere que sean amigos, pues le puede contar historias muy buenas de fantasmas y demonios, de grandes reyes y de caballos alados, pero no le contesta.
Decide marcharse de nuevo. Le deja a su suegro un puñado de joyas para pagar la educación de Kajal. Que Pulu lo arreglará todo para que ingrese en un internado y que él tiene que irse.
Shashinarayan le dice que no entiende por qué no se lo lleva por la fuerza, pues como padre tiene derecho a hacerlo, tras lo que le dice que es un inútil.
Se aleja de la población, aunque, al volverse, ve a lo lejos a su hijo, que va siguiéndolo.
Le pregunta si quiere ir con él, a lo que Kajal pregunta si va a Calcuta, a lo que él le pregunta si querrá ir con él si lo hace, diciéndole el niño que si lo lleva con su padre sí.
Él le dice que sí, ante lo que el niño pregunta si se enfadará con él o si lo abandonará, asegurando él que no.
Pregunta luego el niño quién es él, a lo que le responde que un amigo, y vuelve a preguntarle si quiere ir con él.
El niño se muestra dudoso y dice que el abuelo le regañará, diciendo él que el abuelo no lo sabrá. Que no se lo dirán nunca, corriendo entonces el niño, ahora sonriente, a sus brazos.
El abuelo, que iba con el trenecito en la mano y que salió a buscarlo sonríe al verlos alejarse juntos.
Apu carga a su hijo sobre sus hombros y caminan juntos y sonrientes.