Te cuento la película

Call me by your name
Call Me by Your Name

Call Me by Your Name (2017) * Italia / Francia

          También conocida como:
                    - "Llámame por tu nombre" (Hispanoamérica)

Duración: 130 min.

Música: Sufian Stevens

Fotografía: Sayombhu Mukdeeprom

Guion: James Ivory (Novela: André Aciman)

Dirección: Luca Gudagnino

Intérpretes: Timothée Chalamet (Elio Perlman), Armie Hammer (Oliver), Michael Stuhlbarg (Sami Perlman), Amira Casar (Annella Perlman), Esther Garrel (Marzia), Victoire Du Bois (Chiara), Vanda Capriolo (Mafalda), Antonio Rimoldi (Anchise).

Verano de 1983. En algún lugar al norte de Italia

Elio está con su amiga Marzia cuando escucha un ruido de motor, susurrándole a ella: "el usurpador", asomándose a la ventana para ver la llegada de Oliver, que da las gracias a sus padres por haberlo acogido, llamando ellos a Elio para presentárselo.

Oliver, va a pasar con ellos el verano, ya que Sami Perlman, el padre de Elio es un prestigioso profesor de arqueología que cada verano recibe a un estudiante de postgrado para que le ayude en sus investigaciones, ocupando durante su estancia la habitación de Elio, compartiendo baño con este.

Nada más llegar a su cuarto, Oliver se lanza a la cama, agotado, y, de hecho, cuando esa noche tocan la campana para cenar, le pide a Elio que lo disculpe con su madre, pues sigue cansado y prefiere seguir durmiendo.

Se levanta al día siguiente para desayunar fuera con la familia, ofreciéndose Elio a enseñarle la zona, acompañándolo hasta Crema en bicicleta.

Le cuenta a Oliver que no viven allí, que solo van en verano y Navidad, comentando Oliver que creía que eran judíos, él dice que lo son, pero también, americanos, italianos y franceses, una extraña combinación, diciéndole a Oliver, cuya medalla con la Estrella de David vio antes, que debe ser el único judío en el pueblo aparte de su familia, diciendo él que está acostumbrado, pues es de una pequeña población de Nueva Inglaterra.

Mientras Oliver y Perlman trabajan, Annella, su mujer, les lleva un zumo de albaricoque, cuya palabra explica Sami, viene del árabe, corrigiéndole Oliver para decirle que fue una palabra latina, praecoquum, que es precocinado, o ser precoz o prematuro.

Perlman le dice que es deslumbrante, aclarándole Elio a Oliver que lo hace cada año.

La siguiente vez que bajan juntos al pueblo, Elio observa cómo Oliver ya ha hecho amistad en el bar y juega con los lugareños a las cartas.

Juega también al voleibol con otros jóvenes, y mientras bebe en un receso, toca la espalda de Elio, al que le dice que tiene mucha tensión acumulada en ella y trata de darle un masaje, aunque Elio se resiste, pidiéndole Oliver a Marzia que se lo dé ella.

Durante la cena de esa noche a la que van otros familiares, Elio comenta que le parece poco educada la forma de despedirse de Oliver, diciendo "nos vemos", pues le parece arrogante, diciéndole su madre que le quedan 6 semanas por delante, por lo que le pide que se relaje, diciéndole su padre que seguro que le caerá mejor.

Después de la cena sus padres le piden que toque el piano para sus invitados.

Al día siguiente Oliver está a punto de sorprenderlo mientras empieza a masturbarse. Le pregunta por qué no está en el río con los demás, respondiéndole que tiene una alergia, diciéndole Oliver que igual que él, pidiéndole que se anime para ir a nadar.

Luego Elio toca la guitarra, aunque cuando Oliver le pide que lo repita, en vez de ello lo lleva hasta la casa, donde toca el piano para él. Bach, pero con varias versiones.

Escribe luego en su diario que creía que no le caía bien a Oliver.

Durante las fiestas del pueblo, y al ritmo de los discos Oliver baila con Chiara y se besan mientras las amigas de Elio comentan que a todas les gustaría estar en su lugar.

Elio, que fumaba mientras lo miraba, finalmente se anima también a salir a bailar.

Se va luego con Marzia, aunque ella le pregunta si está con ella porque está enfadado de que Chiara se fuera con Oliver y se bañan juntos en el río en ropa interior.

Al día siguiente le cuenta a su padre durante el desayuno delante de Oliver que la noche anterior casi lo hicieron Marzia y él, asegurando que si le hubiera echado valor ella hubiera accedido, animándole Oliver a intentarlo.

Ese día, Sami debe ir a Sirmione donde aparecieron unos restos arqueológicos, llevándose a Oliver y a Elio.

Allí les muestran el brazo de bronce de una estatua aparecido en el lago de Garda, proveniente de un barco hundido en 1827 y se trataba de un regalo del conde Lechi a su amante, la contralto Adelaide Malanotte y era la tercera de un conjunto de cuatro de Praxíteles.

Contentos, tras ver cómo sacan la estatua delante de ellos, se bañan los tres en el mal antes de regresar.

Al llegar, Elio sale corriendo con su bici, pues había quedado en el mismo lugar que la noche anterior, con Marzia, aunque cuando llega ya no la encuentra.

Al día siguiente se cuela en el cuarto de Oliver y se coloca su bañador encima de la cabeza mientras se restriega en la cama.

La madre le lee por la noche un relato del Heptamerón sobre una princesa y un caballero, enamorados, pero incapaces de reconocer su amor y se pregunta si es mejor hablar o morir, no llegando él a hablar por miedo.

Un día Oliver le invita a ir con él al pueblo pues tiene que recoger unas cosas.

Allí, junto a una estatua en conmemoración de la batalla del Piave, de la I Guerra Mundial, Elio le cuenta que murieron 170.000 personas, diciéndole Oliver que parece saberlo todo, a lo que Elio le responde que no sabe nada de las cosas importantes.

Oliver le pregunta por qué se lo cuenta a él, diciéndole que porque quería que lo supiera, pues no puede decírselo a nadie más que a él.

Oliver le pide que haga como si no le hubiera dicho nada, pues cree que no pueden hablar de esas cosas.

De regreso, Elio le muestra un lugar en el río, que, le dice es su rincón. Allí leyó muchos libros, y el agua está muy fría porque viene de un manantial de los Alpes.

Oliver le dice que le gusta cómo dice las cosas, pero no que se menosprecie.

Tumbados en la hierba, tras salir del agua, Elio le dice que eso le encanta.

Oliver le acaricia entonces los labios y acaban besándose, aunque Oliver se retira enseguida y le pregunta si está mejor, ante lo que Elio se abalanza de nuevo a besarlo, aunque Oliver vuelve a apartarlo y le dice que deberían irse, pues se conoce y hasta ese momento han sido buenos y no han hecho nada de lo que avergonzarse, ante lo que Elio responde cogiendo con su mano el pene de Oliver al que le pregunta si le está ofendiendo, pidiéndole Oliver tras quitarle la mano que no lo haga.

Ese día tienen invitados, parientes de Annella, que discuten sobre el gobierno de Craxi, y que se alteran al dar sus opiniones, pero cuyos análisis aburren a Elio y Oliver, ese día con la cabeza en otra parte, y cuando Elio comienza a sangrar por la nariz, ambos se retiran, yendo Oliver a ver si le ocurre algo y le masajea los pies y se los besa.

Sale luego con la bici cruzándose con Chiara y Marzia, que suben a ver a Elio, y aunque Chiara le pide que le espere no lo hace.

Elio va con las chicas a bañarse al río, poniéndose la medalla con la Estrella de David, que, le dijo a Oliver, en su casa no llevan porque su madre dice que son judíos discretos.

Su madre le dice luego que se ve que le cae bien Oliver, diciendo él que les cae bien a todos, diciendo la madre que él también le cae bien a Oliver, incluso mejor de lo que cree, reparando su madre en la medalla.

Esa noche lo espera para hablar con él, pero no aparece, haciéndose el dormido cuando le escucha llegar, ya tarde, llamándole traidor para sí mismo.

Al día siguiente llama a Marzia y le regala un libro de poesía, pero ella le dice que cree que él la hará sufrir y no desea sufrir.

Acaban besándose y hacen el amor a la orilla del río, aunque él se asusta pensando que le había hecho daño al escuchar sus gemidos.

Trata de escribir a Oliver pidiéndole que no le odie ni le evite, pues no puede vivir así, aunque va desechando cada una de sus notas por exageradas, para finalmente indicarle que no soporta el silencio y necesita hablar con él.

Pero Oliver debe trabajar con Perlman para catalogar unas diapositivas llegadas de Berlín, aunque Elio encuentra su respuesta en la que le dice que madure y que se verán a medianoche.

Oliver sale tras comer y avisa a Mafalda de que no cenará allí.

Marzia se pasa a recoger a Elio y se bañan juntos, subiéndola luego, aún en bañador, al desván, donde hay un viejo colchón, donde se acuestan tras sintonizar él música en la radio.

Esa noche tienen unos familiares que fueron a cenar con ellos, Munir e Isaac, una pareja de gays a los que él llama Sony y Cher, aunque acepta ponerse una camisa que le regalaron y que le trajeron desde Miami y luego toca el piano para ellos.

Mientras lo hace, llega Oliver, que se retira directamente a su habitación, diciendo Elio tras acabar que está muy cansado y que se va a dormir.

Desde la ventana ve a sus padres despidiendo a sus amigos, observando que en la ventana de al lado está Oliver también mirando.

Va al balcón de Oliver, que le dice que se alegra de que haya ido y le acaricia la mano, diciendo Elio estar nervioso, no sabiendo cómo reaccionar hasta que se acerca a él y le abraza, tras lo que se besan.

Sentados en la cama, empiezan a juguetear con los pies, para luego comenzar a desnudarse mientras se besan y hacen el amor, durmiéndose junto abrazados.

Elio pregunta si hicieron ruido, pues teme que Mafalda los escuchara, pidiéndole que le regale cuando se vaya, la camisa con la que llegó el primer día.

Por la mañana, Elio parece preocupado y le pide a Oliver que salga con él a nadar, yendo juntos al río, preguntándole Oliver si va a usar lo de la noche para echárselo en cara, asegurando él que no, pidiéndole que se baje el bañador y comprobando que, pese a todo, sigue teniendo erecciones si él le hace una felación que no termina.

Oliver se acerca al pueblo a recoger unas cartas, acercándose Elio más tarde, preguntándole Oliver si aún no está harto de él, diciéndole que le gustó mucho pasar la noche con él, y que no desea que se arrepienta ni quiere haberle confundido.

Por la tarde sube a leer al desván al colchón donde estuvo con Marzia.

Al abrir un melocotón, para sacarle el hueso se mancha con su jugo.

Finalmente, abierto, como lo tiene, se masturba con él, quedándose luego dormido.

Llega entonces Oliver, que ve lo que hizo con el melocotón, preguntando él si está enfermo, a lo que Oliver le responde que ojalá todos estuvieran tan enfermos, tras lo que trata de comerse el melocotón, no dejándole Elio, que se abraza a él que lo haga, mientras llora y le dice que no quiere que se marche.

Lamenta luego todo el tiempo que han perdido. Oliver le dice que le dio una señal el día que jugaban al voleibol y le tocó para mostrarle que le gustaba, pero su reacción le hizo sentir como que le violaba y decidió mantener la distancia.

Elio se despierta solo en la cama a la mañana siguiente. Pero tiene a los pies de la cama la camisa que le pidió a Oliver, y una nota que pone: "Para Oliver de parte de Elio".

Al día siguiente aparece Marzia, muy molesta porque tras acostarse, él lleva 3 días sin dar señales de vida, diciendo él que tenía que trabajar.

Ella le pregunta entonces si es su novia, pero él es incapaz de responderle, comprendiendo ella que no.

Oliver tiene que hacer investigación en la universidad de Bérgamo y regresará a Estados Unidos desde Linate.

Annella le pregunta a su marido qué pasa con Elio, pues cree que a ambos les iría muy bien escapar un par de días.

Sami y Annella les despiden cuando van a subir al autocar y le dicen que es su alumno favorito y que debe volver.

Chiara llega cuando el autobús arranca, no pudiendo más que despedirse diciendo adiós con su mano.

Recorrerán el Parque regional del Serio, viendo cascadas, gritando felices y disfrutando del sexo.

Escuchan Love my way de Richard Butler en la radio de un coche y a unos jóvenes bailando con su música, uniéndose al baile Oliver, pero Elio ha bebido tanto que acaba vomitando.

Al día siguiente acompaña a Oliver al tren en Clusone, y tras despedirse llama por teléfono a su madre para que vaya a recogerlo.

Ya en el pueblo, su madre va a recoger algo, acercándose Marzia a él para decirle que leyó el libro de poesía que le compró y le dice que no está enfadada con él y que le quiere, tendiéndole la mano para mostrarle su amistad, tras lo que se abrazan.

Regresa a su habitación, que durante unos días fue la de Oliver.

Su padre observa su estado y le pregunta si le gustó el viaje a Oliver y le dice que tienen una buena amistad y que es muy inteligente para saber lo especial que es lo que tuvieron. Fue bueno y tuvieron mucha suerte en encontrarse pues ambos son buenos.

Elio dice que cree que él era mejor, diciendo su padre que seguro que él diría lo mismo.

Le dice que han construido una gran amistad y le envidian, y que, aunque muchos padres desearían que ese asunto se olvidara, él no es de esos padres.

Le dice que él estuvo cerca, pero que nunca llegó a tener lo que ellos consiguieron, pues siempre había algo que lo detenía, y cómo viva su vida depende solo de él.

Su cuerpo y su corazón, le dice, los tendrá solo una vez en su vida y el corazón se desgasta y al cuerpo, hay un momento en que nadie se fija ni se acerca a él.

Sabe que está sufriendo, pero le pide que no aniquile su sufrimiento.

Elio le pregunta si su madre lo sabe, diciendo él que no cree.

Llega el invierno y la nieve cubre los campos, preparándose los Perlman para la celebración de Janucá.

Llama Oliver por teléfono y le dice a Elio que le echa de menos mucho.

Le cuenta que se va a casar en primavera y le pregunta si le importa.

Se ponen sus padres y les cuenta que se ha prometido, felicitándole estos.

Elio le dice que saben lo suyo, diciendo él que se lo imaginaba por cómo le trataron, asegurando que su padre le habría enviado a un correccional a él.

Elio repite su propio nombre y Oliver el suyo, llamando cada uno al otro por su propio nombre, y le dice que se acuerda de todo.

Luego Elio llora frente a la chimenea mientras sus madre y Mafalda ponen la mesa.

Calificación: 3