CODA. Los sonidos del silencio
CODA (2020) * USA/ Francia / Canadá
Duración: 111 min.
Música: Marius De Vries
Fotografía: Paula Huidobro
Guion: Sian Heder (Historia: Victoria Bedos, Thomas Bidegain, Stanislas Carré de Malberg, Éric Lartigau.
Dirección: Sian Heder
Intérpretes: Emilia Jones (Ruby Rossi), Troy Kotsur (Frank Rossi), Marlee Matlin (Jackie Rossi), Daniel Durant (Leo Rossi), Eugenio Derbez (Bernardo Villalobos), Ferdia Walsh-Peelo (Miles), Amy Forsyth (Gertie), Kevin Chapman (Brady), John Fiore (Tony Salgado).
Ruby canta en el barco mientras ayuda con la pesca a su padre y su hermano en el mar.
Luego, cuando Leo, su hermano negocia la venta, ella se enfada por lo barato que le compran el pescado, señalando su hermano que deberían venderlo ellos mismos, diciendo el padre que en otro pueblo ya lo intentaron y les salió mal.
Tras ello, Ruby va en su bicicleta hasta el instituto de Gloucester, Massachusetts, donde estudia, pero está tan cansada que acaba durmiéndose en clase y algunos se burlan de ella y cuando pasan a su lado dicen que huele a pescado.
Es principio de curso, y deben elegir la optativa, comentando su amiga Gertie que lo mejor es elegir la alternativa menos exigente, como en cine.
Pero mientras hacen la cola para la elección, Ruby se fija en Miles, un chico que le gusta y ve que elige coro y para sorpresa de su amiga ve que ella elige también coro.
Cuando a la salida del instituto van a recogerla sus padres, se siente avergonzada, pues llegan con la radio a todo volumen con una canción de rap, que no escuchan, ya que ambos son sordos, pero cuyas vibraciones les gustan.
Debe acompañarlos al médico para servirles de intérprete, pues tienen picores en sus zonas íntimas, explicándoles que tienen hongos por pasar mucho tiempo con ropa húmeda, por lo que les manda una crema, mantener la zona seca y evitar el sexo durante dos semanas, algo que ven como imposible de realizar.
Mientras cenan recuerdan que de joven la madre ganó el concurso de Miss Yankee, mientras Leo se dedica a buscar en Tinder ligues.
En la primera clase, el profesor de coro Bernardo Villalobos les hace una prueba de voz para clasificarlos, pero ella, al ver que se ríen, no llega a cantar y se marcha, yendo hasta un lago y allí sí, a solas, canta el cumpleaños feliz.
Cuando al día siguiente llegan al puerto, ven al resto de pescadores muy enfadados porque los federales podrán observadores para ver si cumplen las normas, debiendo pagarlo ellos, costándoles 800 dólares al día, más de lo que sacan con el pescado.
Vuelve para hablar con Bernardo, que le dice que si le asustaba cantar no debió apuntarse al coro, diciendo ella que los compañeros le ponen nerviosa porque se reían de ella porque cuando comenzó en el colegio hablaba raro, deduciendo él que es de la familia sorda.
Dice que no sabe bien por qué se fue, que quizá por miedo a descubrir que no es buena.
Un día lleva a su amiga Gertie a casa, fijándose esta en los músculos de su hermano y le pregunta cómo se dice en signos que está buenísimo, y cuando se va hace lo que le enseñó, no entendiendo su hermano por qué Gertie le dijo que tenía herpes.
En la siguiente clase, Villalobos hace cantar a Ruby y se queda sorprendido de lo bien que lo hace y le pide que se quede al final de la clase, junto con Miles, diciéndoles que necesita un dueto para el concierto de otoño, con "You're all I Need to Get By".
Cuando llega a la lonja ve a su hermano negociando la venta del pescado, y ve que le engañan y le ofrecen menos que a otros aprovechando su sordera, por lo que vuelven a insistir en que deben vender el pescado ellos mismos.
En las clases de coro comienzan a divertirse, quedándose Miles y ella con el profesor, que ve que no prepararon bien la canción, pues no la ensayaron los dos juntos, y les obliga a ponerse cara a cara ya que se trata de una canción de amor, y aunque lo hacen, no llegan a mirarse.
Le dice a ella que le falta control, pero que tiene un timbre precioso, reconociendo ella que es lo que más le gusta hacer, preguntándole el profesor qué hará cuando termine el instituto, diciendo ella que no irá a la universidad porque estudiar no es lo suyo, diciéndole él que Miles se prepara con él para entrar en la Escuela de Música Berklee, que le extraña que no conozca, diciéndole ella que no puede permitírselo, diciéndole él que puede conseguir una beca.
Le pregunta qué siente cuando canta, diciendo ella que no lo sabe, pues le cuesta describirlo, indicando cuando le insiste, y mediante signos, que algo interior que le hace volar, diciéndole él que tendrá que aprender partituras y una pieza de música clásica y le pide las noche y fines de semana, pues ha visto algo.
Su madre no entiende muy bien que se apuntara al coro, y piensa que debe ser como reacción al hecho de que ellos sean sordos, diciendo ella que no todo gira a su alrededor.
El hermano le dice al padre que deberían montar una cooperativa, pero este le indica que nadie les apoyaría, pues son los sordos, intentando Leo confraternizar con otros marineros, yendo al bar con ellos, aunque no entiende sus chistes, y cuando un borracho le tira encima la cerveza se enfada y acaban peleándose.
Luego en la barra le atiende Gertie, que decide hacerse entender escribiendo en el móvil y acaban en la trastienda haciendo el amor.
Ruby y Miles quedan para ensayar juntos en casa de ella, que se queja de que sus padres no entienden que quiera cantar y él de que sus padres se odian.
Empiezan a cantar, uno frente al otro, como en el ensayo, aunque ahora sí se miran a ratos, diciendo ella que se le hace raro, pues no sabe a dónde mirar, por lo que acuerdan hacerlo de espaldas uno tras el otro.
Los interrumpen los gritos de sus padres haciendo el amor, debiendo avisarlos ella con la luz para que paren.
Se excusan más tarde ante ellos, diciendo que no sabían que estaban en casa, recordándole ella que el médico les dijo que no podían hacerlo.
El padre trata de parecer responsable y pregunta a Miles qué intenciones tiene, recordándole la madre que deben usar condón, explicando el padre gráficamente que ponga casco al soldadito, avergonzando a su hija que le pide a Miles que se vaya.
Sigue avergonzada al día siguiente en el instituto con Gertie, diciéndole que no podrá ni mirar a la cara a Miles, y aunque Gertie le dice que seguro que ya lo habrá olvidado, justo en ese momento ve cómo todos en el comedor imitan el ruido de sus padres y ella se marcha abochornada mientras Miles la sigue tratando de excusarse, diciendo que no lo contó. Que solo se lo dijo a uno de sus amigos, Jay, porque era gracioso.
Pero ella se siente profundamente dolida y traicionada.
En sus clases particulares con Bernardo, este le pide que se suelte y le asegura que ella no fue la única persona con problemas de habla.
Le pide que grite provocándola, y cuando lo consigue, le pide que cante, tras ello.
Acude a una asamblea de pescadores en que el padre cataliza el descontento general por los bajos precios del pescado e indica que pasa de la subasta y que venderán el pescado por su cuenta y pregunta quién se apunta, pues están dándole a los vendedores el 60% del valor del pescado, por lo que, indica Leo, si les llevan sus capturas doblarán lo que les pagan.
Luego lamentan haberlo dicho, recordándoles Jackie, la mujer que no hay dinero para eso, sugiriéndole Frank que colabore con las demás esposas, aunque ella les dice que no puede hablar con ellas.
En efecto, tras la pesca, se ponen a vender el pescado directamente, y acaban alquilando una nave, pero la cooperativa depende demasiado de ella, lo que le hace llegar tarde a las clases, diciéndole Bernardo que si le hace perder el tiempo no seguirá.
Se cruza con Miles al ir a las clases de Bernardo y este le dice que ya le pidió perdón.
Luego, en el instituto le pregunta si le va a evitar hasta que se gradúen y le dice que no se rió de sus padres porque fueran sordos, sino por la situación, pues en su casa es todo una mierda y ella tiene una vida perfecta, pues sus padres están superenamorados, trabajan todos juntos y ríen, mientras que su casa es un horror, y él canta porque es lo que esperan de él, y ella porque le apasiona.
Ella le dice que es duro oír a la gente reírse de su familia y tiene que protegerlos.
Él le dice que es un capullo y que desea compensárselo y le asegura que le escribirá cada dos minutos hasta que acepte salir con él.
Tras la creación de la cooperativa llaman la atención de la prensa, acudiendo un equipo de televisión a hacer un reportaje sobre la familia, por lo que no puede ir a su clase, debiendo actuar como intérprete, aunque se pierde algún momento mientras escribe al profesor para excusarse, y, de hecho, cuando va luego a su casa, este no le abre.
Cuando vuelve a verle en el aula, le dice que lo siente, aunque él le dice que no la cree, pues no tiene disciplina, llega tarde y no está preparada, por lo que no duraría ni dos días en Berklee.
Ella le dice que tampoco a él le ha ido muy bien pues está en un colegio, diciendo él que es profesor porque se le da bien, pero no puede hacer su trabajo si ella no hace el suyo y no necesita lecciones sobre el fracaso de alguien a quien le asusta hasta intentarlo.
Ella dice que nunca hizo nada sin su familia.
Les cuenta luego a sus padres que quiere ir a la universidad, a Berklee y que su profesor le está ayudando, diciéndole su madre que no puede hacerlo, pues montaron la empresa con ella, que le dice que para ellos nunca será un buen momento y que no puede quedarse con ellos para siempre y que lo que quiere es cantar, pues lo es todo para ella.
A la madre le preocupa que se le dé mal cantar y que se frustre, pues no saben si lo hace bien. Además, si la aceptan, cree que la perderán, y es su pequeña.
Ella grita luego, frustrada, en la habitación a sabiendas de que nadie la escucha.
Miles le escribe preguntándole qué puede hacer para compensarla.
Llega Joanne Biles, la observadora en alta mar para comprobar cómo realizan su trabajo, no yendo ese día Ruby en el Angela Rose.
Ruby está con Miles, al que lleva a su rincón secreto, el lago, donde, aunque está prohibido nadar, ella se tira de inmediato, animándolo a él a que lo haga, preguntándole en el agua si son ya amigos, diciendo ella que cuando hayan saltado desde otro lugar más alto aún. Una roca a más de 10 metros. Lo hacen y se divierten.
Entretanto, en el barco, Joanne nota que el motor hace ruido y les pregunta si lo han revisado, escribiéndole el padre que son sordos.
Cuando más tarde, por radio anuncian que se acerca el guardacostas por popa, ve que ellos no escuchan nada pese a la potencia de las bocinas ni ven a la embarcación cuando los abordan, debiendo ser Joanne quien conteste.
En el lago, Ruby y Miles se divierten jugando sobre un tronco, hasta que finalmente él se acerca y la besa, respondiendo ella.
Va contenta a casa para encontrarse con que su padre le recrimina que no fuera a trabajar y que debido a eso les quitaron la licencia, diciéndoles Ruby que necesitan a una persona que oiga en cubierta, diciendo su padre que esa persona es ella, diciendo Ruby que deben buscar otra, aunque la madre dice, no pueden permitírselo, diciéndoles que no pueden culparla a ella.
Al día siguiente los acompaña a la vista. Les imponen una sanción de 1.000 dólares y una penalización adicional de 1.500 por desacato y por no obedecer una urden de un agente federal, siendo negligente su forma de navegar debido a su discapacidad, diciendo el padre que no pueden pagar si no pueden salir a faenar, preguntando Ruby qué hace falta para que puedan volver a salir a pescar.
Les indican que deben tener a bordo a alguien que no sea sordo y les harán un seguimiento y les preguntan si tienen a esa persona.
Ya en casa, el padre dice que va a vender el barco, aunque Ruby le dice que se quedará, aunque su hermano le dice que no debe hacerlo, recordando ella que no se pueden permitir pagar a alguien que además domine el lenguaje de signos y le dice que la escuela puede esperar y que lo hace convencida, aunque Leo no lo ve bien.
Un día aparece su madre llevándole un vestido rojo que le compró para el concierto y le
cuenta que cuando nació rezó para que fuera sorda, y cuando le dijeron que oía se asustó, pues le preocupaba no conectar con ella, como con su abuela y que además no la comprendiera y pensó que sería una mala madre, pero se alegra de que sepa quién es y que sea valiente.
Ruby va luego a buscar a su hermano, que se fue enfadado y Leo le dice que ella no puede dedicarse a la pesca, pues Gertie le dijo que canta muy bien. Que tiene un don y si se queda allí seguirán recurriendo a ella por cualquier cosa y eso es cosa suya, pues aunque a ella le da miedo que queden como idiotas, deben ser los demás los que aprendan a tratar con personas sordas, pues no son inútiles y les iba bien antes de que naciera ella, por lo que debe marcharse.
Para el concierto anual de otoño acuden sus padres y Leo con Gertie.
Pero mientras el coro actúa, ellos se aburren, y hablan de cosas triviales, como la cena, aunque cuando la gente aplaude, ellos lo hacen también.
Sale luego el dúo de Ruby y Miles, que tampoco escuchan, aunque ven a la gente emocionada y cómo les dan una gran ovación.
A la salida Bernardo la felicita y ella le presenta a su familia y le pide a Ruby que les diga que tienen una hija con mucho talento y que cometen un error si no la mandan a la escuela, aunque ella no les traduce la segunda parte, diciéndole Bernardo que Miles tiene al día siguiente la prueba y que ella todavía puede.
De regreso a casa el padre se queda un rato fuera y ella le acompaña, preguntándole él de qué habla la canción que cantó y le pide que la cante para él. Lo que ella hace mientras él mira sus labios y coloca sus manos en su cuello.
Al día siguiente la despierta su padre y le pide que se dé prisa, pero que no van a pescar, saliendo corriendo los cuatro hacia Berklee, diciéndole Bernardo que está a tiempo, que le guardan la hora, diciendo ella que está en camino.
Cuando llegan ven que la gente va elegantemente vestida y ella muy informal y le dicen que llega media hora tarde y que su familia no puede entrar.
Observa a sus predecesoras y ve a Miles, que le dice que Bernardo se marchó ya, y cuando le pregunta cómo le fue a él, le dice que se bloqueó.
Cuando entra ella, en el tribunal le dicen que no tiene mucha experiencia musical, indicando que eligió "Both Sides Now" de Joni Mitchel.
Fuera, los padres y su hermano deciden colarse y subir a la zona de arriba en silencio.
Indica al tribunal que se le olvidó la partitura, por lo que tendrá que cantarla a capela, aunque llega en ese momento Bernardo, que se ofrece para acompañarla.
Comienza cantando muy bajo y Bernardo provoca un fallo para que cambie, diciéndole que empezarán desde arriba, viendo ella cómo entra además su familia.
Canta en un tono más alto y acompaña la canción del lenguaje de signos para que su familia entienda lo que va cantando.
Algún tiempo después su familia tiene un nuevo ayudante y el negocio sigue adelante y Jackie comienza a entenderse con las otras mujeres de la cooperativa, acudiendo Leo y Frank al bar con el resto de los marineros.
Cuando le llega el sobre con el resultado de la prueba va a casa de Bernardo, ante el que se muestra decepcionada para luego abrazarlo contenta, pues aprobó.
Le dice a Miles que debe ir a verla a Boston mientras están juntos junto al lago, al que vuelven a lanzarse.
Llega el día de la partida y se despide de su familia, pues la llevará Gertie.
Pero nada más salir le pide a su amiga que pare. Se baja y regresa corriendo junto a ellos y los vuelve a abrazar, pidiéndole su padre que vaya, mirándolos luego desde la ventanilla mientras se aleja.