Te cuento la película

El niño 44
El niño 44

Child 44 (2014) * Gran Bretaña / USA / República Checa / Rusia

          También conocida como:
                    - "Crímenes ocultos" (Hispanoamérica)

Duración: 137 Min.

Música: Jon Ekstrand

Fotografía: Philippe Rousselot

Guion: Richard Price (Novela: Tom Rob Smith)

Dirección: Daniel Espinosa

Intérpretes: Tom Hardy (Leo Demidov), Noomi Rapace (Raisa Demidova), Joel Kinnaman (Vasili Niktin), Gary Oldman (Mikhail Nesterov), Vincent Cassel (Comandante Kuzmin), Jason Clarke (Anatoly Brodsky), Paddy Considine (Vladimir Malevich), Josef Altin (Alexander), Fares Fares (Alexei Andreyev), Nikolaj Lie Kaas (Ivan Sukov).

No existe el crimen en el paraíso.

En 1933, durante la hambruna impuesta por Stalin a los ucranios, morían de hambre 25.000 personas al día, dejando el Holodomor a un millón de niños huérfanos.

Ucrania. Uno de esos niños huyó del orfanato tras la muerte de sus padres, yendo a parar a un campamento de soldados del Ejército Rojo.

Allí le dan de comer y le preguntan cómo se llama, señalando que no quiere recordar su nombre, por lo que le ponen el nombre de Leo.

Reichstag, Berlín, 1945. Los soldados soviéticos luchan contra los defensores alemanes del edificio duramente, habiendo numerosas muertes.

Entre los soldados que logran tomar el edificio se encuentra Leo al que le piden que suba para colocar la bandera soviética en lo alto del edificio sustituyendo a su amigo Alexei debido a que este lucía en sus muñecas varios relojes robados, siendo su imagen al día siguiente portada de los periódicos, que titulan: "Leo Demidov Héroe Soviético".

Moscú. 1953. Tras salir del teatro, el ahora capitán Leo Demidov, del MGB, el Ministerio de Estado para la Seguridad, encargado de la localización y detención de los disidentes, se reúne con sus amigos, entre ellos Alexei en un bar, recordando que cuando vio por vez primera a su mujer se quedó tan fascinado por ella que le pidió una cita, bajándose en una estación diferente a la suya por estar con ella.

Ella no compareció, pero él recordaba constantemente ante sus compañeros a Lena, a la que logró volver a ver acudiendo a la misma estación de metro donde la conoció, consiguiendo esta vez su cita, aunque cuando le declaraba su amor y fascinación repitiendo su nombre: Lena, una y otra vez ella le dijo que no se llamaba Lena, sino Raisa, por lo que cuando contó a sus compañeros que se había enamorado de Raisa, estos pensaron que era un enamoradizo, pues durante una semana les habló de Lena, y ahora hablaba con el mismo entusiasmo de Raisa, asegurando él que no es tan enamoradizo, pues está con ella, asegurando que no habrá nadie más que ella.

Un grupo de agentes comandados por él acude a arrestar a Anatoly Brodsky, un veterinario al que acusan de ser un agente enemigo, al que no encuentran en su casa, si bien con sus presiones consiguen que confiesen su nuevo paradero, una granja en Kimov a la que acuden, y en la que sus dueños le dicen no está allí.

Pero ven que ha salido por la parte trasera de la casa y corren a buscarlo, siendo el propio Leo quien lo alcance, aunque Brodsky se resiste y se pelea con él, que le pide que acabe con él, llegando incluso a quitarle a Leo su cuchillo para intentar suicidarse, hasta que llegan varios soldados más y consiguen retenerlo y evitar que muera.

Mientras se lo llevan detenido hacia la casa ve cómo uno de sus subordinados, Vasili Nikitin tiene retenida a la familia de los campesinos que le dieron cobijo y, desoyendo sus súplicas acaba con el matrimonio, evitando la llegada de Leo que acabe con las niñas, diciéndole a Leo cuando le pide explicaciones que quería dar ejemplo de lo que les sucede a quienes ayudan a los traidores, aunque Leo lo golpea mientras le señala que son solo niñas y él quiere hombres.

Él personalmente les preparará las maletas con sus juguetes y les pregunta si tienen algún pariente cerca, algo que niegan, mientras él llora por lo sucedido.

Un niño, Jora, juega junto a la vía, donde coloca una cuchara justo unos segundos antes de que llegue el tren, recogiéndola luego ya aplastada.

Se le acerca un hombre entonces, que le dice que si le acompaña le mostrará que es mejor con un cópec.

En la sede del MGB interrogan a Brodsky al que le señala Leo que si habla con él se ahorrará sufrimiento y dolor, pidiéndole que le confiese para quién trabaja.

Brodsky les da los nombres de sus clientes, afirmando que es solo un veterinario, preguntándole Leo por qué huyó si era inocente, afirmando que lo hizo porque lo seguían y porque sabe que cuando siguen y arrestan a alguien es ya demasiado tarde.

Como no está dispuesto a hablar le inyectan pentotal sódico, con el que le obligarán a decir la verdad aun en contra de su voluntad, tras lo que hacen que le interrogue Vasili, que le pide que les diga quien le pasa información desde la embajada británica.

Entretanto Raisa, su esposa da clase en un colegio.

Llamado por el Comandante Kuzmin, su superior, este le pide que sea él quien informe a su amigo Alexei Andreyev del resultado de la autopsia de su hijo, fallecido, según el informe al ser arrollado por un tren, pues les han informado de que este ha dicho que su hijo ha sido asesinado, lo que ellos consideran una traición, ya que según Stalin el crimen es una enfermedad capitalista.

Cuando llega a casa de los Andreyev la encuentra llena de gente que acudió a dar el pésame a la familia, encargándose de leer ante todos el informe de la autopsia en la que declaran que el niño murió de forma accidental y que estaba vestido.

Pero la madre grita que lo mataron y que estaba desnudo, siendo absurdo que una autopsia señale si alguien estaba vestido o desnudo al morir, insistiendo en que murió asesinado, por lo que les pide que hagan algo para encontrar al asesino.

Leo le pide a su amigo que haga callar a su mujer, pues la oyen sus hombres y puede meterse en un lío, y serán acusados de traición, ante lo que Alexei le dice que existe una testigo. Una vecina cuyas ventanas daban a la vía y que vio cómo un hombre se llevaba a su hijo.

Leo le pide tras ello al forense le haga una autopsia completa al niño.

Reclamado de nuevo por el comandante Kuzmin, este le recrimina que golpeara a un camarada oficial, aunque se lo perdonan por el servicio prestado con Alexei, señalándole tras ello que Brodsky hizo una confesión completa antes de ser ejecutado, dándoles el nombre de 7 traidores, por lo que, siendo uno de sus mejores investigadores le encarga el caso más dificultoso de los 7, entregándole las fotos de la persona a la que debe investigar, que comprueba se trata de Raisa, su propia esposa, a la que debe investigar y arrestar si comprueba que los cargos son ciertos.

No pudiendo negarse a realizar el encargo, se acerca hasta el colegio donde esta trabaja como profesora, siendo testigo de la detención de una de sus compañeras, preguntándose Raisa por qué se llevaron a su compañera, y respondiéndole Iván, su compañero que trata de pedir explicaciones que por no saber callarse sus opiniones.

Los sigue hasta el metro donde ve que se separan, dándose cuenta de que hay otra persona que lo persigue a él.

Leo va a casa de sus padres, a los que les cuenta la situación asegurando que si no la denuncia y es una traidora morirán todos por asociación, haciéndole ver su padre que no están dispuestos a sacrificarse y diciéndole a él que debe decidir si es mejor que haya una muerte o cuatro, aunque en este caso sepa que hizo lo correcto.

Llama en ese momento a la puerta Raisa, que cena los miércoles con ellos y que les cuenta que en la escuela le fue bien y que tras salir fue al médico, preguntándole él la razón, respondiendo ella que aunque hubiera preferido decírselo cuando estuvieran a solas, debe decirle que está embarazada.

Cuando al día siguiente Raisa se va a trabajar Leo empieza a revisar el piso tratando de encontrar algún indicio que pueda indicar que es espía, llegando unos minutos después un grupo de compañeros del MGB enviados por Kuzmin para realizar la revisión que comenzó él, al mando de Vasili, que destroza inmisericordemente su colchón mientras asegura que no fue él quien lo denunció, pues a él no lo escucha nadie.

Entretanto otro niño que jugaba en las vías se marcha con un hombre que lo aborda.

En el colegio los hombres del MGB se llevan a Eva, otra profesora, siendo golpeado Iván por pedir explicaciones, pues es solo una profesora de actividades domésticas.

Cuando regresa a casa dos hombres la cachean en la puerta, observando el destrozo que hicieron los agentes, encontrando a Leo en la cama.

Ella le cuenta que arrestaron a su amiga Eva, contándole Leo que le asignaron la investigación sobre ella porque Brodsky dio su nombre y dijo que era una espía, preguntándole si conoció a Brodsky, preguntando ella si importa, a lo que él le dice que importa porque le han pedido que la investigue y la denuncie si comprueba que es una espía, diciéndole ella que no lo es.

Leo le pregunta si sabe lo que les pasará, respondiendo ella que sí, que es su turno.

Antes de presentar sus conclusiones sobre la investigación de su esposa el forense le explica que aunque le prohibieron mostrarle el informe de la autopsia existe un segundo niño muerto como el anterior, por ahogamiento y que tenía también cortes muy precisos, faltándoles a ambos algunos órganos.

Leo se presenta tras ello ante Kuzmin al que le asegura que pese a sus investigaciones fue incapaz de encontrar pista alguna que indique que Raisa es espía, reafirmándose en su inocencia pese a que el comandante le dice que debe saber lo que eso significa.

Y en efecto esa misma noche se presentan varios agentes del MGB dirigidos por Vasili, y entre los que está Alexei, que les piden que recojan en dos minutos sus documentos y lo que les quepa en una pequeña maleta, tras lo que le pide que son llevados a la central y sacados al patio donde días antes acabaron con Brodsky y donde Raisa se pone muy nerviosa, pidiendo Leo que tengan cuidado, pues está embarazada, y explicándole a ella que allí los recogerá un camión para llevarlos a otro lugar.

Aparece entonces Vasili, que dice que le dice que creyó que debería ver ese lugar por última vez y que les explica que van a ser enviados a Volks, lo que dicen se considera el fin del mundo, por no haberlos escuchado.

En el tren que los traslada Raisa le dice que los han sometido a una prueba de obediencia diciéndole que debería haberla entregado, pues para eso están las esposas.

En Volks los espera el General Nesterov, extrañado de que le hayan enviado a la milicia, lo cual es un tremendo descenso para un hombre de su rango, y más teniendo en cuenta que él no había pedido más hombres.

Les señala que les asignarán un apartamento cuando tengan alguno libre, pues tienen pocos y hay una larga lista de espera, debiendo entretanto ocupar lo que es un auténtico cuchitril con aseo compartido.

Al día siguiente Raisa acude al colegio al que fue asignada, viendo cómo en vez de una clase le asignan las labores de limpieza.

Leo se presenta al general que le recuerda que su rango dependerá de él, saliendo tras ello a investigar la muerte de un niño que apareció muerto y desnudo en medio del bosque, donde al llegar el forense les indica que aparentemente lleva varios días allí.

Leo al verlo se da cuenta de que es un caso muy parecido al de Jora, pues es un niño aproximadamente de su edad, haciéndoles ver que tiene marcas de sangre en los ojos típicos del estrangulamiento o del ahogamiento, aunque no presenta señales en el cuello ni hay agua cerca, haciendo que se fijen en el corte de la espalda y en que le extirparon órganos, señalando el forense que parece el trabajo de un cirujano.

El general al verle trabajar teme que sea un agente del MGB y le asegura que si informa de algo que menoscabe su autoridad y que indique que sus hombres son unos incompetentes acabará con él.

Ordenan detener a Alexander Pickup, un revisor que fue quien encontró el cuerpo la noche anterior cuando estaba con su amante, otro hombre.

Raisa es obligada a subir a un coche por varios miembros del MGB que la llevan hasta una estancia donde recibe una llamada desde Moscú de Vasili que le propone que vuelva a Moscú y recupere su empleo e incluso su antiguo apartamento, en el que ahora vive el propio Vasili, si acepta vivir con él y eso solo a cambio de la cabeza de Leo.

Pero como ella lo rechaza, Vasili ordena a uno de sus agentes que abuse de ella.

Cuando regresa Leo a su casa y no la encuentra acude a la estación donde la encuentra dispuesta a viajar hacia Moscú, tratando él de convencerla diciéndole que aunque están en un agujero prefiere estar en ese agujero con ella que solo en Moscú, pese a lo cual ella insiste en marcharse, asegurándole Leo que no le permitirá hacerlo, y que para evitarlo no le entregará sus papeles y sin ellos será detenida.

Ya en su casa, él le asegura que no volverá a marcharse preguntando ella si es uno más de sus prisioneros recordándole que tuvo su oportunidad en Moscú y la desaprovechó, mostrándose él un poco violento, ante lo que ella le pregunta si la piensa matar y acabar con su hijo, aunque le hace comprender que no está embarazada.

Le cuenta que al llegar a casa de sus padres el día que le anunció el embarazo los escuchó tras la puerta, cuando le decía que pensara si era mejor acabar con una o con cuatro vidas, inventándose entonces lo del embarazo porque comprendió que era el único modo de salvar su vida, pues de lo contrario no la habría defendido.

Le cuenta en ese momento que cuando lo conoció le dio el falso nombre de Lena porque se dio cuenta enseguida de que era del MGB y estaba aterrada, asegurando que luego le dijo que se casaría con él por miedo a lo que le haría si le decía que no y porque eso es lo que hace la gente para poder sobrevivir. Aguantar ya que no tenía otra elección.

Nesterov interroga a Alexander obligándole a que le entregue una lista de hombres que tengan relaciones con otros jóvenes, amenazándolo con enviarlo al Gulag 15 años, siendo detenidos los denunciados, decidiendo Alexander tirarse al tren y suicidarse, aprovechando el General el suicidio para cerrar el caso de la muerte del menor acusándolo a él del crimen.

Pero Leo sabe que no pudo ser él y así se lo cuenta a Raisa a la que le dice que el autor del asesinato fue la misma persona que asesinó a Jora, y desea demostrarlo, diciéndole ella que ya sabe lo que pasa con las personas que exigen saber la verdad, asegurándole él que ellos ya están muertos.

Raisa lo acompaña a casa de Nesterov, al que Leo le dice que cree que el asesino debe ser un viajante, contándole lo Jora, diciéndole que le gustaría pararlo y evitar que mate a más niños, diciéndole que en Moscú hay una testigo, pidiéndole que investigue los casos de niños muertos entre Moscú y Leningrado.

Como ve que el general es reticente, Raisa le pregunta a este y a su mujer si ahora que ya murió el supuesto asesino dejarán que sus hijos vayan como antes al colegio atravesando el bosque, convenciéndolo así para actuar.

En una estación un hombre se acerca a un niño que ve que colecciona sellos, asegurándole que tiene una colección que hizo de niño para que se la cuide.

Haciendo caso de lo que Leo le dijo Nesterov pide los archivos donde consten muertes de niños entre 9 y 15 años, pese a que el encargado del archivo le dice que en Moscú empiezan a sospechar que hace algo raro.

Entretanto, el depredador se maltrata a sí mismo como si alguien lo estuviera torturando.

Mientras el general estudia los archivos, le informan de la aparición de otro niño muerto cerca de la estación de Rostov, y del que dicen fue atacado por un lobo.

El general va a ver a Leo y le explica que todos los niños tienen entre 9 y 14 años y fueron encontrados cerca de la vía del tren desnudos y marcados para cortar o cortados, habiendo 43 casos, todos ellos resueltos con un arresto, asegurándole Leo que con el caso del hijo de Alexei son 44, contándole Nesterov que hay otro en Rostov.

Leo le explica a Raisa que tiene que ir a Moscú y quiere que ella lo acompañe para poder protegerla, y que si va con él le dejará hacer lo que desee, incluso dejarlo.

Nesterov simula que le concedió vacaciones para que pueda entre tanto ir a Moscú de incógnito para tratar de hablar con la testigo.

Una vez allí acuden a casa de Alexei al que le muestra el verdadero certificado de defunción de su hijo, diciéndole que hay muchos casos más, preguntándole este qué hará si encuentra al asesino, diciéndole Leo que lo llevará ante la justicia, diciéndole Alexei que él ya no es nadie y que lo que debe hacer es cortarle la cabeza, diciéndole Leo que podría hacerlo, pero que entonces nadie se enteraría.

Acuden a ver a Galina, la testigo, aunque ella tiene miedo y no habla, apareciendo además los vecinos que los expulsan sin conseguir que les describa al asesino.

El depredador ve a un niño en la estación al que acompaña, comprobando poco después que este era su hijo con el que llega a su casa.

Nesterov acude a Rostov, donde se reúne con los padres de los niños muertos, uno de los cuales le explica que durante la guerra Hitler dejó atrás unos escuadrones para vengarse, durante todo el camino hasta el Rhin, dándoles unas drogas que los hacía adictos a la sangre de niños, habiendo 9 niños muertos en los alrededores durante los dos últimos años.

Cuando Leo y Raisa tratan de regresar a Volks observan que en la estación hay numerosos agentes del MGB, por lo que no se atreven a subir, proponiendo ella pedir ayuda a su compañero y amigo Iván Sukov, que al verlos le dice a ella que creía que la habían arrestado, explicándole ella que Leo se negó a denunciarla.

Le explican el caso de los asesinatos de niños, aunque Iván les recuerda que no hay criminales en el paraíso, viendo Leo como Iván acaricia a su esposa.

Les dice luego que conoce a alguien que podría sacarlos de la ciudad, viendo que tiene teléfono, que les explica se olvidaron de llevar cuando se fue el anterior inquilino y que tiene desconectado y solo lo utiliza para las emergencias.

Raisa observa mientras habla por teléfono que hay un libro que llevaba una de las detenidas y no entiende por qué lo tiene él, abalanzándose Leo sobre él pese a la oposición de Raisa que dice debe haber alguna explicación, aunque entonces Iván los llama escoria traidora asegurando que deberían haberlos matado a los dos.

Cuando salen Leo le explica que Iván era un agente del MGB que los atraía con sus libros y los denunciaba, tras lo que le dice a Raisa que ya no tiene que seguir con él si no quiere, tal como le prometió, diciendo ella que se irá con él, mientras ven a los soldados al mando de Vasili entrando en casa de Iván.

Regresan a la estación esperando poder pasar desapercibidos, lográndolo gracias a que ella se da cuenta de que hay uno de los soldados que no sabe leer y que les deja pasar a coger el tren sin problemas.

Cuando le explican a Nesterov que el viaje a Moscú fue un fracaso total este no le da demasiada importancia asegurándole que el epicentro de los asesinatos está en Rostov, por donde pasan todas las rutas y donde hubo más asesinatos, pensando que debe tratarse de algún viajante de la fábrica de tractores de aquella localidad.

Cuando regresa a su casa encuentra allí a Vasili esperándolo.

También Nesterov encuentra agentes en su casa y todos los expedientes en la mesa.

Mientras le inyectan pentotal sódico a su marido, Raisa es interrogada por Vasili, que le pide que olvide la fidelidad a su marido y confiese, y cuando pregunta si eso serviría de algo, este la acaricia y le dice que por supuesto, ante lo que ella reacciona diciéndole que es un monstruo, ante lo que él señala que no le dejan elección.

Llevan a Leo, casi sin conocimiento, y a ella a un tren donde se hacinan cientos de presos que son trasladados hacia un gulag.

Poco después de arrancar un guardia entrega un cuchillo a uno de los presos al que Raisa ver que se dirige hacia ellos, tratando inútilmente de despertar a Leo, por lo que será ella quien se enfrente a los asesinos provocando una pelea, en la que se hace con el cuchillo, aunque logran retenerla, aunque Leo consigue hacerse con el cuchillo, tras recuperar la consciencia, consiguiendo entre ambos acabar con los asesinos, comprendiendo que deben escapar del tren, ya que si siguen en él les espera la muerte.

Llaman al guardián que esperaba ver a los matones y lo sorprenden cuando abre acabando con él, tras lo que se lanzan del tren en marcha, por lo que cuando este es detenido unos kilómetros más adelante por los miembros del MGB al mando de Vasili, no los encuentran.

Vasili comparece ante Kuzmin asegurando que nadie pudo adelantarse al plan, ya que este se elaboró en el último minuto y ni siquiera podían saber en qué transporte irían, a lo que Kuzmin le dice que él si lo sabía y que si quiere el despacho de Demidov debe asumir su responsabilidad y que si cae él caerán ambos.

Vasili decide interrogar a Alexei, al que le dice que, aunque fueron acusados de traición, cree que investigaban la muerte de su hijo y de otros niños, a lo que Alexei responde que su hijo murió en un accidente y que Leo no contactó con él.

Vasili le asegura que no podrá salvar a Leo, pero puede salvar aun a su familia, ante lo que Alexei le pregunta dónde desaparecieron, para concluir que si él fuera Leo iría a Rostov, donde estaba la mayor concentración de asesinatos, sin que su colaboración le sirva de nada, ya que cuando se marcha Vasili le dispara por la espalda.

Leo y Raisa están en efecto en la fábrica de tractores de Rostov, a la que entra él haciéndose pasar por un trabajador más, dirigiéndose a la oficina de administración, donde a punta de pistola consigue que el encargado le dé el nombre del interventor que fue a los lugares y fechas que él le indica.

Vasili se siente impotente, asegurándole el comandante que si no lo encuentra rodarán sus cabezas, instándole a que acabe cuanto antes con Leo.

Con la ficha del interventor, Leo sale tratando de encontrarlo, aunque este se percata de que está siendo buscado y huye sin que Raisa pueda seguirlo.

Entretanto informan a Vasili del robo de la fábrica de tractores, sabiendo que son ellos.

Raisa y Leo encuentran el coche del depredador vacío y lo buscan, logrando encontrarlo debido a que este, con un pie torcido iba muy lento.

Le dice a Leo que los bosques le traerán recuerdos de cuando era niño y comían ratas, o gato, asegurando que ellos en ocasiones se comieron a otros niños más débiles, pues como él, estuvo en un orfanato aunque a él la guerra lo convirtió en héroe, no teniendo él la misma suerte, pese a que fue cirujano en el ejército, asegurando que ambos son asesinos y tienen sobre su conciencia la muerte de niños, y después de todo Leo eligió su trabajo, pero él lo hace porque no puede evitarlo.

El asesino recibe entonces un disparo propinado por Vasili, que aparece apuntando con la misma pistola a Raisa y pidiendo a Leo que suelte su arma, obligándolos a arrodillarse diciendo que eso le recuerda al granjero que mató, recordando que siempre lo trataba como si fuese su hermano mayor diciéndole lo que estaba bien y lo que estaba mal.

Le pide a Raisa que deje de mirarlo y como no lo hace la golpea, momento en que Leo aprovecha para levantarse abalanzándose sobre él, y peleando hasta que Vasili logra clavarle su cuchillo, aunque no puede rematarlo, pues Raisa lo golpea con una rama, tras lo que Vasili comienza a golpearla a ella hasta que Leo consigue rehacerse y vuelven a pelearse, logrando deshacerse de él golpeando su cabeza contra una roca.

Cuando llegan los hombres del MGB y del ejército Leo les dice que Vasili murió al intentar atrapara a un criminal y que es un héroe, logrando así salvar su vida.

Kuzmin es ahora quien ocupa un lugar en el tren que lleva a los prisioneros, informando su nuevo superior a Leo de su detención, asegurando que era un hombre de la vieja guardia y ahora corren nuevos tiempos, ofreciéndole a Leo un ascenso dentro de la nueva organización de seguridad estatal, pudiendo llegar a ocupar un cargo político.

Le cuentan que Vlad Malevich, al que Pravda llamó el "Hombre Lobo de Rostov" pasó dos años en un campo alemán tras la guerra, asegurando su superior que estos le entrenaron y que era un agente nazi deseoso de vengarse por su pasado, asegurando que fue corrompido por el tiempo que pasó en Occidente, algo que Leo duda.

Le dice que rechaza el cargo, pues prefiere crear y hacerse cargo del departamento de homicidios de Moscú para evitar que haya enemigos que destruyan el régimen, aunque antes debe reconocer que Malevich fue corrompido por Occidente.

Pide además que asignen a su departamento al general Nesterov.

Unos días después Leo y Raisa acuden a un orfanato para ver a las niñas a cuyos padres mató Vasili, viendo que ellas se acuerdan de él, que les presente a su mujer, diciéndoles que si ellas lo desean las adoptarán y las cuidarán y educarán, aunque si lo prefieren les buscarán a otra familia, observando cómo poco después aparecen las pequeñas con sus maletas tras acceder a ser adoptadas por ellos.

Calificación: 3