Escape
España (2023) *
Género: Comedia negra
Duración: 129 min.
Música:Víctor Reyes
Fotografía: Rafael García
Guion: Rodrigo Cortés (Novela: Enrique Rubio)
Dirección: Rodrigo Cortés
Intérpretes: Mario Casas (N.), Anna Castillo (Abril), José Sacristán (Juez), Josep Maria Pou (Sacerdote), Blanca Portillo (Doctora Giráldez), Guillermo Toledo (Alberto), Juanjo Puigcorbé (Alcaide), Albert Pla (Julián), David Lorente (Guardia), José García (Marco Aurelio), Francisco Javier Pastor (Buba).
Un joven llama desde su coche para denunciar el robo de un banco.
Arranca tras ello el coche, y cuando se escuchan las sirenas policiales se lanza contra el escaparate de una tienda, y, cuando llega la policía les pide que le arresten.
El psicólogo le pregunta si cree en Dios y le habla de la fábula de la rana y el escorpión, aunque modificada.
Pero al joven no parece importarle en absoluto, solo espera a que acabe la sesión para marcharse.
1. Mudito
Va a ver a su madre al hospital antes de regresar a su casa, donde su hermana prepara la cena, pero ni habló a su madre ni le habla a su hermana.
Busca en su ordenador la página del Ministerio de Justicia.
No hace ningún caso a su hermana mientras esta le habla de sus problemas con el jefe de estudios en el colegio en que trabaja.
Finalmente le dice que había pensado en dejar de ir al psicólogo, pero ella le dice que si lo hace deberá volverse a su casa.
Debe por ello regresar a ver al psicólogo, que le pregunta si sigue soñando con su mujer.
Él le dice que ha pensado en cambiarse de nombre, y dejar de llamarse "N".
El psicólogo le recomienda que siga a alguien en la calle al azar.
Y lo hace, siendo el primero que pasa un chaval que lleva una bolsa y que atraviesa un descampado y luego sube en el autobús hasta un descampado que lleva hacia una prisión.
2. Tímido
Acude al registro, donde explica a una funcionaria que desea quitarse el nombre y le entregan un formulario.
Pero cuando se lo cuenta luego a su hermana le dice que no quiere llamarse de ninguna manera.
Entra en una iglesia, donde un sacerdote, al verlo con los cascos puestos le pregunta qué escucha, a lo que le responde que pájaros.
Llegan a la iglesia unos tipos que parece que tienen ganas de bronca y que no paran de molestar y a los que el sacerdote espanta tras dar un cabezazo a uno de ellos.
Habla luego con él. Le hace ver que tiene muy mala pinta y le pregunta si tiene hijos, a lo que le responde que casi, pues su mujer se murió en un accidente de coche, ante lo que el sacerdote le pregunta si fue culpa suya, y él le dice que su hermana dice que no, y el hombre le pregunta si no se anima a matarse, a lo que le responde que tiene miedo de que sea peor luego.
Vuelve a ver al psicólogo que le dice que él sabe lo que quiere, que es nada, y a la salida empieza a rayar coches o romper espejos.
Acude finalmente al registro para borrarse el nombre, pero le dicen que solo pueden cambiárselo y dice que entonces quiere que le pongan el número de su DNI.
En el supermercado tira todo de los estantes y luego pasa por caja sin pagar, aunque nadie le dice nada, por lo que debe llamar la atención para que le vean chocando su carro contra el coche de los vigilantes a los que les tira cosas y les pide que lo arresten, aunque ellos dicen que ellos no pueden arrestar a nadie.
Vuelve a entrar por ello al supermercado y, tras coger unas gafas de buceo, rompe, con el extintor la luna del escaparate.
Lo llevan a comisaría, donde le toman declaración, aunque lo envían a su casa, pese a que él desea que lo detengan, debiendo echarlo de allí a la fuerza.
3. Dormilón
Comparece ante el juez que le condena a pagar a plazos los daños causados.
Lo espera su hermana a la salida y él le pide las llaves del coche y sale a toda velocidad y conduciendo como un loco y diciendo, mientras lo hace, que desea que algo funcione de una vez.
Consigue así llamar la atención de un agente al que le dice que la ley debe ser para todos y que los actos deben tener consecuencias.
Hace que se baje su hermana y se lanza contra un surtidor de gasolina hasta que logra ser detenido
4. Gruñón
En una nueva comparecencia ante el juez, le pide que le encarcele, aunque este le dice que la cárcel no es un hotel y pide que despejen y le declara en libertad mientras él exige que le encarcelen.
De hecho se acerca por voluntad propia a la cárcel donde dice que le gustaría entrar, aunque cuando intenta hacerlo, corriendo el vigilante le golpea.
Decide entonces cambiar de estrategia. Entra por una boca de alcantarilla de un campo cercano y camina por las alcantarillas hasta toparse con un muro de hormigón.
Pide varias herramientas online y, tras robar una bicicleta, vuelve a la alcantarilla y comienza a excavar para entrar al lugar del que otros desean escapar.
Y un día, mientras excava, ve de pronto cómo por el otro lado se abre el túnel y sale un hombre que hace el camino contrario.
Aprovecha el túnel hecho por ese hombre para llegar a la celda de la que este escapó, aunque cuando el funcionario de prisiones lo encuentra allí le pregunta quién es.
Vuelve por ello al juzgado y esta vez el juez le dice que ganó. Que violó la seguridad de una prisión, por lo que no le queda más remedio que condenarlo a prisión, aunque asegura que en cuanto pueda le sacará de allí, y le condena a 2 años y 2 días revisables.
5. Mocoso
El día en que debe ingresar en prisión, a la que le lleva su hermana, se afeita y se viste con traje, y, de hecho, rechaza el mono y prefiere quedarse con el traje y luego sonríe en la foto para la ficha.
Lo recibe el director de la cárcel, que tiene el suelo inundado.
En el comedor llama la atención, tanto por ir con traje como por recordar a los demás las cosas que son ilegales, y de hecho va a tirar al retrete algo de droga que le pasaron.
Allí un hombre enano le pide que mee y se pone a su lado, y al otro se pone un gigantón y le dice que le encanta su traje y el enano
Entra luego un grupo de presos y se oyen golpes.
Cuando actúan los funcionarios de prisiones, él cuenta que le han pegado pese a que está prohibido.
Va a verlo su hermana que le cuenta que habló con el abogado para sacarle, aunque él no quiere que le saquen y le recuerda que quien incumpla la ley debe pagarlo y que si le matan, sus motivos tendrán y no piensa salir.
Lo visita en su celda otro preso que lleva el pelo teñido de rubio que lo llama petit suisse y que se muestra insinuante con él, que le dice que no puede haber más que un preso por celda, pese a lo cual se acerca a él y lo acaricia y le dice que quiere ser su amigo.
Lo recibe una psicóloga para evaluarlo.
Le pregunta por su mujer y él dice que la mató él porque iba conduciendo y que ella estaba embarazada.
Recuerda que estaba enfadado con ella e iban discutiendo en el coche.
Ella le dice que le quedan dos opciones, o considerarse culpable o aceptar que es un niño y tiene la oportunidad de conocerse, aunque sabe que desaprovechará su oportunidad.
Él dice que antes de que muriera su mujer deseaba tener un día sin tomar decisiones, aunque ella le dice que es solo tornero en un taller y no debe tomar muchas decisiones.
Le pregunta si puede ayudarle a quedarse allí, aunque ella le dice que en realidad no puede ayudarle a nada.
Lo encierran en el pabellón psiquiátrico, donde debe compartir celda con otro preso, Julián, lo que lo pone muy nervioso, y reclama su derecho a estar solo y que su compañero lo va a violar o a matar.
Julián le cuenta que mató a su hijo para que no pasara fatigas, pues no tenía fuerzas para sacarlo adelante e insiste en cantarle una canción de Antonio Molina.
Le cuenta también que hay un grupo de presos preparando un motín.
6. Sabio
Comienza a participar ayudando a los amotinados a sacar tierra y tirarla en el patio y consigue sacar los barrotes de la ventana y tiene preparadas sábanas atadas para huir, aunque cuando pide a Julián que lance la cuerda la tira entera, por lo que deben improvisar otra atando ropa.
Consigue escapar y corre por el patio en calzoncillos, y mientras lo hace se unen a él media docena más de presos, aunque cuando llegan los guardias los otros se desvían, por lo que uno de los guardianes se lanza sobre él, y, aunque llega a la valla electrificada, allí le cogen.
Lo llevan ante el director de la prisión que le dice que les da mucho trabajo porque subvierte el orden natural de las cosas al querer estar allí y que él está en ese sótano inundado que está junto a las celdas de aislamiento porque no puede ver nada y recuerda cuál es su misión allí, aunque N, ahora 6672, su número de preso le asegura que seguirá intentando escapar cuantas veces sea necesario para que le obliguen a quedarse.
Lo meten en una celda de aislamiento donde el funcionario que parecía más amigable, que impidió que otro compañero le golpeara, le dice que le quedan 15 días para la evaluación y le pide que no moleste, y luego, sorpresivamente acaba golpeándolo ante los demás compañeros.
Sueña luego que baila con su mujer una jota haciendo los coros otros presos y se les acerca un niño, aunque pasa de largo.
Lo despierta el funcionario amigable que le pide que le ayude, pues quiere saber cómo lo hace para que todo el mundo se ocupe de él, pues se ha fijado en él desde el principio y le dice que le admira y quiere saber cómo lo hace, aunque él dice que no hace nada.
Pero aparece otro funcionario y el que hablaba con él simula que estaba allí porque no le obedecía cuando le dijo que se callara y le golpea duramente.
Se reúne la junta calificadora para su evaluación y le dicen que van a juzgar su comportamiento en la prisión.
Él dice que se lleva mal con todo y que es incorregible.
Le preguntan por sus heridas, pero él dice que se cae mucho.
Pero el abogado solicita que le permitan salir varios días y dice que ese no es lugar para él y que no ha hecho daño a nadie, diciendo él que de momento, y que siempre ha hecho todo mal.
Que vive en casa de su hermana porque la suya le da miedo y se casó con la primera mujer que le quiso un poco y está muy cansado y no quiere elegir, por lo que le pide que le deje estar en la cárcel y le dice que será bueno.
Le conceden el permiso, aunque deben sacarlo por la fuerza, pues no desea salir.
Cuando lo hace ve que llega un grupo de prostitutas cuando él sale para los rusos.
Fuera le espera su hermana
7. Feliz
Abril debe tranquilizarlo diciendo que serán solo 2 días y que enseguida volverá.
Enfadada, porque le preparó la comida y no comió nada, más que un cubito de hielo, tira la comida contra la pared y le da bofetadas.
N busca luego en el ordenador el reglamento actualizado de la cárcel, aunque lo que le sale son las noticias de un motín que se está llevando a cabo en esta y lo confirma escuchando las noticias en televisión y decide que debe ir él para ayudar, y se hace con herramientas para ayudar.
Su hermana trata de impedir que se vaya, pero no lo consigue.
Él roba otra bici, para llegar hasta la prisión, ahora rodeada de policías, ambulancias y periodistas.
Uno de ellos al ver que pretende entrar, lo sigue.
Desde las celdas lanzan todo tipo de objetos y prendieron fuego.
N consigue entrar, junto con el periodista hasta el líder del motín, Marco Aurelio, que sin embargo no se fía del periodista, pero de N dice que es el tío más vivo de la cárcel y que es él quien escribirá sus reivindicaciones en el cuaderno del periodista.
Pero mientras Marco Aurelio va dictándoselas, N escribe justo lo contrario.
Piden tres horas más de patio y él escribe que renuncian a salir al patio
Piden mejor comida y más y él pone que desean solo alimentos básicos, y quieren más horas de televisión y él pone que se la retiren, y no pide su reivindicación de uniformes de colores…
Un mes después
Comparece de nuevo ante el juez, que indica que pasó mucha gente por allí para hablar de su caso: su hermana, el psicólogo, Julián, su compañero de celda, funcionarios…
Pero le dice que es un niño malcriado, producto de una sociedad enferma y que no siente ninguna simpatía por él y que le dejaría en libertad si fuese por él, pero al ser un reo peligroso y una pésima influencia para sus compañeros de prisión, lo enviarán a una prisión de alta seguridad, aunque él dice que no es suficiente.
Pero lo trasladan, en efecto a un centro de alta seguridad en régimen de aislamiento.
El funcionario con el que estuvo en la anterior prisión pidió también el traslado para atenderlo y dice que esté tranquilo, que de allí no sale.
Pero ve cómo corre hacia la pared y se golpea la cabeza contra esta hiriéndose gravemente.
Consigue que aíslen su celda almohadillando las paredes.
Pero arranca el aislante y se golpea de nuevo, consiguiendo así que decidan mantenerlo atado a una cama y que tengan que darle de comer y asearlo, siendo necesarios varios funcionarios para atenderlo, y él, en ese estado de total privación de libertad sonríe.