Te cuento la película

Señor, dame paciencia
Señor, dame paciencia

España (2016) *

Duración: 91 min.

Música: Julio de la Rosa

Fotografía: Valentín Álvarez

Guion y Dirección: Álvaro Díaz Lorenzo

Intérpretes: Jordi Sánchez (Gregorio), Megan Montaner (Sandra), Silvia Alonso (Alicia), Eduardo Casanova (Carlos), David Guapo (Jordi), Salva Reina (Leo), Boré Buika (Eneko), Rossy de Palma (María), Andrés Velencoso (Alejandro), Paco Tous (Padre Salcedo), Antonio Dechent (Guardia Civil), Diego París (Guardia Civil).

Gregorio se despierta con el sonido en su despertador del himno del Real Madrid, calzándose tras levantarse unas zapatillas de su equipo.

Luego, mientras desayuna, María, su mujer le dice que va a comer con su hijo Carlos y le pide que se una a ellos, aunque Gregorio asegura no puede asumir que sea gay, y además va a ir a comer con otra de sus hijas, Sandra y con su marido "el catalán".

Cuando sale obliga a decir a su portero Hala Madrid pese a que es atlético.

Más tarde, en el banco, recibe a Pablo, un antiguo compañero de los salesianos que espera obtener un crédito para montar un after, para lo que necesita 20.000 Euros y sin intereses, mandándolo Gregorio literalmente a la mierda.

Por su parte, María se reúne con Carlos, que le dice que es muy feliz, y que después de 9 meses de relación su novio le ha pedido matrimonio, algo que a ella le extraña, ya que ni conoce al novio.

Cuando aparece de pronto un joven negro y les sorprenda, ella le dice que no quieren comprar nada, presentándole Carlos al muchacho como Eneko, su novio, negro y vasco, asegurando ella contenta que les va a preparar una gran boda.

Por su parte Gregorio se reúne con su hija Sandra para comer en un restaurante japonés, viendo cómo a su padre nada le agrada y se muestra racista con el camarero, que aunque con rasgos orientales es español.

Su hija le cuenta que tiene una gran noticia. La ascendieron a jefa de enfermeras y se trasladará con su novio, Jordi, al que le han aceptado el traslado a la Caixa, a Barcelona, apostillando Jordi que van a comprarse un piso junto al Camp Nou.

Tras este disgusto y no apreciando nada de lo que ve en los platos, Gregorio se marcha, recordándole Jordi a Sánchez que ni siquiera le dijeron lo que está embarazada, asegurando él que su hijo será culé y estudiará en un colegio bilingüe catalán/ingles.

Ya en casa, el matrimonio discute, pues María dice estar harta de estar en medio y no desea que se disgregue la familia.

Él trata de calmarla para que no le repita el infarto, pero ella le dice que para unirse ha invitado a comer el domingo.

La única que no les preocupa es su hija Alicia, pues está segur de que su novio será un hombre de buena posición.

Ignoran que en realidad está saliendo con Leo, un antisistema que cree que vigilan a todos con drones y por ello se pasa el día con los videojuegos

Para convencerlo de que acepte a todos, María le cuenta a Gregorio que el novio de Carlos es profesor, como este, y el de Alicia un emprendedor con varios empleos.

María va por la calle escribiéndole a Carlos un WhatsApp en que le dice que a partir del día siguiente se acabarán todo los secretos. Y al ir mirando el móvil no se percata de que el semáforo está en rojo y cruza, siendo atropellada.

Los novios de Carlos y de Alicia van al tanatorio con miedo a presentarse, pero finalmente se acercan a Gregorio y le abrazan sin fijarse en la cara de desagrado de este, que les dice a sus hijos que le han dado el pésame un perroflauta y un negro, antes de comprender que son los respectivos novios de sus hijos.

Escribió por eso una carta tras su segundo infarto temiendo lo que pudiera pasar y donde les pide que vaya toda la familia a pasar una semana juntos a Sanlúcar, su pueblo, y donde tantos veranos pasaron juntos y que esparzan sus cenizas en el Guadalquivir.

Gregorio acepta a regañadientes ir con todos a Sanlúcar, por ser la última voluntad de su mujer, que piensa que desde tiempo atrás no son una familia unida por culpa de él.

Lo único que le consuela es que Alicia está rompiendo con su novio.

Se encargó del transporte Jordi, que llega con una furgoneta del Barça, por lo que Gregorio le pide al Señor que le dé paciencia, viendo que cómo además se une a ellos Leo pese a que le había dicho Alicia que estaban rompiendo y la cual, en efecto se extraña de que se haya presentado, pues no quería llevarlo.

Cuando comprueba que el GPS le habla en catalán y le dice que no se puede cambiar, decide tirarlo por la ventanilla, siendo sorprendido en su acción por un guardia civil de tráfico que les dice que está prohibido tirar cosas por la ventanilla.

Leo empieza a llamar al guardia picoleto cabrón, por lo que tras escucharlo y ver que la furgoneta está a nombre de Artur Mas, que Jordi dice es amigo de la familia, les obliga a bajarse, a lo que Leo responde haciéndole un calvo.

Llega entonces otro guardia que dice, tras escuchar a Gregorio, que no deben multarle, sino darle la medalla del mérito civil y que les escoltará y le da su tarjeta, pues asegura que Gregorio es un héroe, que pese a ser español tiene que aguantar a un yerno catalán, a un perroflauta y a otro gay, negro y vasco, y para colmo se da cuenta solo entonces de que la furgoneta, además de la bandera del Barça tiene la señera en el otro lado.

Cuando llegan a Sanlúcar paran para preguntar por la dirección de la casa que alquilaron, haciéndolo Alicia, que se queda prendada del chico al que le pregunta.

Cuando llegan ven que solo pueden utilizar tres habitaciones, pues las otras dos están sin camas, decidiendo dormir los tres hermanos juntos como de niños, debiendo Gregorio elegir entre los novios y optando por Jordi, que es el único de los tres que no trata de caerle bien.

Pero por la noche, Leo busca a Alicia y se mete en la cama, y le dice que nota que no se ha depilado, descubriendo de pronto que le metió el dedo por detrás a Gregorio, ante la risa de Jordi, que le dice a su suegro que Leo sigue excitado y tratará de acostarse con Alicia, consiguiendo así que Gregorio se levante y le deje la cama para él solo, debiendo espantar en efecto a Leo varias veces, no pudiendo luego dormir porque le habla María desde la foto de su urna. Le dice que solo puede escucharla y verla él. Le dice que quiere ayudar a la familia y le pide que apoye y ayude a Carlos.

Al día siguiente Gregorio va a la iglesia y habla con el sacerdote sobre el funeral, contándole de paso sus problemas, debiendo este interrumpir la conversación para atender una confesión por WhatsApp.

Le pide luego que le pague el funeral del día siguiente mediante PayPal.

Sandra le pregunta a Carlos cuándo le dirá a su padre que va a casarse, diciéndole él que cuando ella le cuente que está embarazada, mientras que Alicia reconoce que se bloquea y es incapaz de dejar a Leo.

Mientras los chicos tratan de hacer paddle surf, Alicia ensaya en cómo dejar a Leo, que al ver que no puede dominar la tabla decide regresar a tierra, estando a punto de ahogarse, salvándose gracias a un espontáneo que nada para sacarlo y que se dan cuenta es el joven del que Alicia se quedó prendada el día anterior, abalanzándose Sandra sobre él para darle las gracias por lo que hizo por su "hermano", presentándole a Alicia, diciendo él que es Alejandro, y olvidándose ambas de su "hermano" mientras lo atiende el socorrista que trata de hacerle el boca a boca, que Leo trata de evitar.

Sandra invita a Alejandro a cenar para agradecerle lo que hizo, corriendo luego hacia Leo para evitar que meta la pata, diciéndole que su salvador es gay.

Cuando se queda solo con las cenizas de su mujer, Gregorio reconoce que no sabe cómo dirigirse a Carlos, aconsejándole ella hablar durante un paseo en barco por el Guadalquivir, que era lo que más le gustaba de pequeño.

Pero también a Carlos le cuesta hablar con su padre pese a que Eneko le anima hacerlo, durante una comida familiar en que todo parece calmado y en la que Gregorio le propone lo del barco para el día siguiente, invitándolo Carlos por su parte a cenar esa noche con Eneko y con él.

Tras la comida Alicia se dispone a enviarle un mensaje a Alejandro, pidiéndole consejo a Carlos, que bromea con ella y le dice que acabará poniéndola mirando a Cuenca, diciendo ella que no le importaría que lo hiciera, sin darse cuenta de que lo ha dicho mientras apretaba el botón de grabar, enviándole sin querer una nota de voz.

Él le contesta que no le ha dicho la hora a la que quedarán y que no se preocupe, porque no ha escuchado lo de ponerla mirando para Cuenca.

Le queda contárselo a Leo, con el que va a pasear por la playa, aunque cuando le dice que quiere hablar él trata de evitarlo, aunque como no puede evitarlo le dice que sabe que lleva tiempo tratando de decirle que se acaba lo suyo.

Gregorio encuentra por casualidad un libro sobre cómo cuidar a la mujer embarazada, con ecografías de su hija, por lo que corre a preguntarle a Sandra cuándo pensaba decirle que estaba embarazada, debiendo reconocer que está de 13 semanas, preguntando él si el niño nacerá en Madrid, diciéndole ella que será niña y nacerá en Barcelona, apostillando Jordi que será culé e irá al colegio catalán inglés, lo que hace que Gregorio se marche enfadado, tratando de calmarlo Sandra, aunque él reconoce que le está costando asimilar que su hijo está con Eneko, a lo que ella le dice que tendrá que acostumbrarse a que pasará a formar parte de la familia, concluyendo que se van a casar, no pudiendo asimilar que su hijo sea maricón y vaya a casarse con un negro.

Ve entonces que lo ha escuchado Carlos que dice que se irá ese mismo día a Madrid y que no volverá a verlo.

Sandra trata de calmarlo, pero él dice estar harto de que no acepte como es, reconociendo su hermana que su padre es gilipollas, pero no puede irse a Madrid pues fueron allí para lanzar las cenizas de su madre.

De pronto Gregorio está a punto de morir al comer una galleta y Eneko le ayuda practicando la maniobra de Heimlich, y aunque está muy agradecido de que le salvara la vida, Carlos, que lo ignora se va con su novio a un hostal.

Por la noche Sandra y Jordi acompañan a Alicia en su cita con Alejandro, llevando ella un escote enorme, diciéndole Sandra a Alejandro antes de estrar que si le interesa su hermana debe recordar tres cosas: El último beso, Tailandia y Paul Auster.

Se reúnen en el restaurante con Carlos y Eneko y le cuentan a Alejandro que son cuatro hermanos, estando a punto de meter la pata Jordi, que recibe una patada de su mujer por debajo de la mesa, debiendo llevarlo al baño para explicarle todo.

Alejandro, por su parte, les cuenta que es psicólogo y está allí porque unos meses antes alquiló allí un apartamento con su ex y se le olvidó anular la reserva.

Durante la cena, cada vez que alguien dice algo incómodo Alicia da una patada. A Carlos o a Eneko, aunque en una ocasión se equivoca y le da a Alejandro.

Por su parte Leo sale con Gregorio a tomar algo, contándole Leo que a él se le da bien ligar, uniéndose a ellos poco después el párroco, ahora con una camisa hawaiana y que trata de convencer a Gregorio de que si su hijo no fuese gay no habría estado Eneko y no le habría salvado la vida, algo cogido con alfileres según Leo a lo que el sacerdote le replica que los caminos de Dios no se discuten, contándoles luego que además de cura es propietario del Afrikano, chiringuito de día y local de copas de noche.

Alicia y Alejandro hablan en un aparte, contándole ella que es pintora, y que le gusta hacer un test a la gente para ver si hay conexión, aunque reconoce que nunca nadie ha coincidido en nada, diciéndole él que le debe dar un beso por cada acierto, y como ya su hermana le dijo todas él, aunque disimulando las acierta.

Y mientras Alicia le da su segundo beso a Alejandro llega Leo, que al verlos se abalanza sobre ellos, aunque calcula mal cae en la arena, echándole en cara a Alicia que le esté poniendo los cuernos, recordándole ella que ya no son novios, ante lo que Alejandro se sorprende, pues creía que eran hermanos y se marcha al sentirse engañado y al ver que todavía quedan cosas que arreglar entre la expareja, ya que, Alicia recuerda que rompieron solo una hora antes de su reunión.

Por la noche Gregorio vuelve a hablar con María y reconoce que volvió a fallar con Carlos, aunque se queja de que nadie le hubiera hablado ni del embarazo de Sandra ni de la boda de Carlos.

Su charla despierta a Jordi, que se marcha de la habitación harto de que no le deje dormir, diciéndole a su suegro que debe hablar con un psicólogo.

Al día siguiente Alicia se muestra impaciente ante Sandra, pues Alejandro no le contesta a los mensajes ni a las llamadas.

Entretanto Gregorio sale hacia el muelle con la esperanza de que aparezca Carlos, aunque quien lo hace es Leo, que le cuenta que su padre murió y se llevaban muy mal, pues era muy facha y por ello él se fue a Madrid para no aguantarlo y cuando volvió a verlo estaba ya muriéndose y le dijo que se arrepentía de haber estado tanto tiempo sin hablarle, animando a Gregorio a que se reconcilie con su hijo ahora que está a tiempo.

Vuelven a estar juntos todos en la iglesia para el funeral, diciéndole el padre Salcedo que no les cobrará la misa, ya que son casi de la familia.

Van luego al barco desde donde aventarán las cenizas, y aunque Leo se queda atrás diciendo que son cosas de familia Gregorio no le permite que se quede solo.

Antes de lanzar las cenizas, Gregorio les habla a todos.

Les dice a Sandra y a Jordi que les echará de menos cuando se marchen a Barcelona y les entrega un cheque, diciéndole su hija que es demasiado dinero, ante lo que Gregorio señala que él quiere pagarles el British Catalan School, por todo lo tocapelotas que ha sido y porque le van a dar una nieta.

Se dirige luego a Alicia para decirle que sabe que le gusta Alejandro porque la escuchó tras la puerta, y como no consiguió encontrarlo llamó al guardia civil que les paró en la carretera que fueron a buscarlo y se lo han llevado al barco, diciéndole ella al muchacho que cuando alguien no coge sus llamadas le detiene la guardia civil, señalando él que ahora las cogerá siempre, tras lo que reclama su tercer beso.

Gregorio le dice luego a Carlos que con él la ha cagado toda su vida y aunque insultó a Eneko, este le salvo la vida.

Carlos le dice que él también lo ha hecho mal a veces, tras lo que se abrazan, entregándole Gregorio tras ello los anillos con los que se casaron él y su madre para que los utilicen en su boda.

Avientan finalmente las cenizas de María todos unidos en el dolor.

Al día siguiente se preparan para regresar, dándole las gracias María a su marido por haber conseguido mantener a la familia unida, advirtiéndole que es la última vez que se verán, diciendo ella que ya está preparado y ya no necesita su ayuda, pidiéndole que cuide de sus hijos y de su nieta.

Tiempo después recibe a Jordi y a Sandra, que lo visitan ya con su nieta.

Va además con Carlos a elegir el traje para su boda con Eneko.

Todos juntos acuden también a la exposición de los cuadros de Alicia, incluyendo a Leo, que ahora trabaja con Gregorio.

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