Te cuento la película

Solo el cielo lo sabe
Solo el cielo lo sabe

All That Heaven Allows (1955) * USA

          También conocida como:
                    - "Lo que el cielo nos da" (Hispanoamérica)

Duración: 89 min.

Música: Frank Skinner

Fotografía: Russell Metty

Guion: Peg Fenwick (Historia: Edna L. Lee, Harry Lee)

Dirección: Douglas Sirk

Intérpretes: Jane Wyman (Cary Scott), Rock Hudson (Ron Kirby), Agnes Moorehead (Sara Warren), Conrad Nagel (Harvey), Virginia Grey (Alida Anderson), Gloria Talbott (Kay Scott), William Reynolds (Ned Scott), Jacqueline De Wit (Mona Plash), Charles Drake (Mick Anderson), Leigh Snowden (Jo-Ann), Merry Anders (Mary Ann), Donald Curtis (Howard Hoffer), Hayden Rorke (Dr. Dan Hennessy).

Sara Warren va a visitar a su amiga Cary, que perdió a su marido y a la que, con la excusa de devolverle su vajilla, aunque lo que no quiere es que se sienta sola, por lo que la invita a que acuda esa noche al Club donde celebran una fiesta esa noche.

Repara entonces en que el jardinero le está podando los árboles al que le pide que le ayude a cargar con la vajilla que le lleva Sara, invitándolo tras ello a compartir la comida con ella, pues su amiga le falló y le sobra, aunque él solo acepta tomar un café y un bollo, contándole que es Ron Kirby, hijo de su antiguo jardinero, y que aunque no hubiera reparado en él hasta ese momento, va cada primavera y cada otoño a arreglarle los árboles, aunque pronto dejará de hacerlo, contándole también que estudió arboricultura y que es especialista en abetos.

Ese mismo día recibe la visita de sus hijos Kay y Ned, que regresan de la universidad, y a los que no esperaba hasta el día siguiente, aunque debe decirles que esa noche saldrá a cenar, yendo a recogerla su amigo Harvey, que Kay dice que le gusta porque es un viejo civilizado además de ser el único soltero de los alrededores, sin ser un viejo verde, aunque reconoce que a veces se pone un poco pesado hablando de sus enfermedades.

Cary se pone un elegante vestido rojo que a su hijo le parece demasiado escotado, aunque Harvey la encuentra muy atractiva, tomándose un cóctel que prepara Ned antes de salir a la fiesta que tiene lugar en el Stoningham Club.

Todos la reciben con cariño, excepto la cotilla Mona Plash que le hace ver lo atrevido de llevar un vestido rojo y atrevido pese a su edad y a ser viuda.

Howard Hoffer, uno de los asistentes a la fiesta la invita a bailar, diciéndole que su mujer y sus hijos están con gripe, aprovechando el baile para piropearla y decirle que está muy guapa, mientras Mona Plash cotillea entre las demás asistentes.

Howard la saca a la terraza e inesperadamente la besa y le dice que le gustaría verse con ella en Nueva York, lejos de todos, respondiéndole ella que no merece ese trato, ante lo que Howard se excusa diciendo que sabe que no es esa clase de mujer, aunque no se disculpa por quererla.

Esa noche también sale Kay con un chico, Freddie, que trata de conquistarla.

Finalizada la fiesta Harvey lleva a Cary de regreso a su casa, rechazando la copa que ella le ofrece, aunque le pregunta si ha pensado alguna vez en volver a casarse, asegurándole que él podría ofrecerle camaradería y afecto, por lo que le pide que lo piense con tranquilidad.

Muy cerca de la casa Kay, su hija cae rendida en los brazos de Freddie.

Dos semanas más tarde Kirby regresa para terminar su trabajo, aunque cuando ella llega le dice que ya terminó y que no volverá ya más, pues, como le dijo, va a dejar ese trabajo, aunque le propone ir a su casa a ver el abeto plateado del que le habló, aunque ella se excusa, si bien cambia de opinión antes de que se marche y decide acompañarlo.

Ron vive en pleno bosque, mostrándole su casa, casi un vivero donde tiene sus plantas, mostrándole su abeto plateado, que, pese a tener 5 años es aun pequeño.

Él le cuenta que tiene el proyecto de derribar un viejo molino que tiene en su finca para plantar allí abetos plateados.

Cary le pide que le muestre el molino, pues le gustan los edificios antiguos, observando una vez dentro que está abandonado y lleno de telarañas, pese a lo cual ella afirma que sería perfecto para transformarlo en una vivienda, porque no podrá vivir siempre en una habitación como hasta ese momento, aunque él le dice que no ha conocido a ninguna chica que le guste, y con esa habitación le baste, afirmando ella lamentar haberse entrometido en su vida, asegurando que no es de su incumbencia, aunque entonces él la besa.

Cuando la lleva a su casa le dice que se irá un par de semanas a comprar en el norte una partida de árboles, aunque le asegura que la verá cuando regrese.

Sara la visita de nuevo para invitarla a una cena con Mark y Mona, y aunque ella le dice que le gustaría asistir, no le apetece hacerlo con Mona, diciéndole Sara que debe dejar esa vida tan apartada o al menos comprarse una televisión para entretenerse.

Ron regresa de su viaje y le pide a Cary que le acompañe a visitar a unos amigos, y a cenar con ellos, por lo que le pide a Sara que la excuse si no va esa noche.

Juntos van a ver a sus amigos Mick y Alida Anderson, mostrándose molesta al ver cómo se ríe Ron mientras habla con su amigo y la miran.

Le cuenta que Mick fue agente de publicidad y ahora es feliz siendo independiente, preguntándole ella de qué se reía antes con él, diciéndole que se reían porque le dijo a su amigo que ella tenía las mejores piernas.

Cary lee en un libro de Mike unas frases que le hacen mella: "por qué hemos de afanarnos tanto por alcanzar el éxito" "Si un ser no vibra al compás de sus semejantes quizá es porque oye una música diferente y debe seguir el ritmo que oye sea cual sea".

Le pregunta a Alida por qué dice que Ron enseño a Mick a ser un hombre independiente, respondiéndole esta que Mick creía que era importante tener una buena posición y seguridad, aunque cuando conoció a Ronald quedó desconcertado, pues este carecía de ambas cosas y no le preocupaban, comprendiendo que lo mejor era ser sincero consigo mismo.

Le cuenta que antes de ir a Corea ella y Mike estuvieron a punto de separarse, pues vivían una vida de lujo que no podían soportar, pero cuando le hirieron él tuvo tiempo de reflexionar y cambió.

Sale entonces corriendo de una habitación una mujer que se excusa por no haber tenido tiempo de recogerlo todo, explicándole Alida que es Mary Ann, una prima suya, que al ver a Ron le dice que de haber sabido que iba él se hubiera quedado, preguntándole cuándo podrán quedar otra vez, a lo que él le dice que elija ella.

Llega una pareja mayor, Manuel y Rozanne, acompañados por su hija Marguerita, a los que Ron presenta como los reyes de la langosta, uniéndose a ellos el que Ron llama el abuelo Adams, apicultor y artista y Edna, perteneciente a la sociedad protectora de animales y plantas.

Acaban en una fiesta donde Ronald toca el piano y canta, aunque luego baila con ella antes de empezar la cena, siendo una divertida velada.

Con el frío y la nieve ella acude a casa de Ronald, al que encuentra dando de comer a los ciervos, tras lo que le muestra el molino, que ha adecentado y reformado, diciéndole que aunque queda mucho por hacer valdrá la pena, habiendo reconstruido incluso una pieza de porcelana que le encantó.

Le explica que tiene pensado poner el dormitorio en el desván y le dice que todo ello lo hace porque la quiere, tras lo que le pide que se case con él.

Ella le dice que no había pensado en el matrimonio y que es imposible que se casen, pues le recuerda que tiene dos hijos y que él ignora qué vida lleva y con la que debería romper, comprendiendo él que tiene miedo, diciendo ella que deben olvidarlo todo, pues es superior a sus fuerzas pensar en el matrimonio.

Al marcharse rompe sin querer la jarra de porcelana que él había reconstruido, y que tira a la chimenea.

Antes de irse y mientras él le ayuda a ponerse las botas ella rompe a llorar, y acaba besándolo, asegurando quererlo con locura, quedándose finalmente con él al calor de la chimenea, hablando de lo que les espera, sabiendo que no será fácil y él tendrá que ayudarle, pues hay muchas cosas difíciles de superar para ella.

En la tienda Cary se encuentra con Mona, que le pregunta dónde pasó el fin de semana al escuchar que el tendero que no la encontró, diciéndole ella que estuvo fuera, pudiendo ver la señora Plash cómo al salir la espera Ronald en el coche.

Le asegura a este que pronto sabrá toda la ciudad que están juntos, ya que es la persona más chismosa, temiendo que la historia llegue a oídos de sus hijos falseada, diciéndole Ron que lo que debe hacer es explicárselo ella.

Cuando la visita Sara adivina que Mona ya ha hablado, contándole Cary que es cierto lo que ha oído y que está enamorada de él y van a casarse.

Sara le hace ver que además de ser jardinero, lo cual es ya un obstáculo, es más joven que ella, por lo que dirán que está con ella porque es una viuda con dinero, y el hecho de que trabajara en su casa antes de que muriera su marido puede dar lugar a que digan que lo suyo viene de antiguo y que a sus hijos le importarán mucho las habladurías.

Pero tras decirle todo eso le pide perdón y le asegura que ella la apoyará.

Le dice que vaya ese fin de semana a una fiesta que ha organizado y que lleve a Ronald para que lo conozcan y lo traten y quizá así lo acepten.

Cuando Ned llega el fin de semana para visitar a su madre, se encuentra con Mona Plash, que le dice que su madre está muy radiante y le gustaría conocer su secreto.

Kay, por su parte está ya en casa y ella decide que ya que están ambos llegó el momento de hablarles, adivinando Kay de inmediato que la noticia que va a darles es que va a casarse, algo que le asegura veía venir y a lo que siempre le animó, siendo felicitada por ambos hasta que se enteran de que quien ha pedido la mano de su madre no es Harvey, como ellos creían, sino Ronald Kirby, el hijo de su viejo jardinero, lo que se toman como una broma, asegurándoles ella que no lo es y que lo ha invitado a ir para que tome con ellos un Martini, y les pide que sean justos y le den una oportunidad.

Cuando llega Ronald, en efecto lo invitan a un Martini, preguntándole él a Kay por su carrera de sociología, que ella indica le enseña a tratar con todo tipo de personas.

Ned echa en falta el trofeo de su padre que siempre estuvo en la chimenea y le recrimina a su madre que lo tratara como un trasto más de los que ella bajó al sótano.

Ron les explica que él no piensa vivir allí, lo que Ned se toma como una ofensa, recordándole a su madre que esa fue la casa de la familia desde tiempo inmemorial, señalando Ron que vivirán en su casa, pareciéndole a Ned que un invernadero no es una casa, tras lo que se marcha.

Ron los excusa, pues piensa que esperaban a alguien de su clase, preguntándole a Cary si es conveniente que vayan a esa fiesta, señalando ella que sí, pues desea que lo conozcan, aunque ella misma no puede evitar tener prejuicios proponiéndole a Ron ir a la fiesta en su coche, en lugar de hacerlo en el de él, aunque cuando él insiste ella accede asegurando que no le importa.

Entretanto, en casa de Sara son la comidilla de todos los invitados, que esperan expectantes la llegada de la pareja mientras critican que salga con un jardinero.

Cuando llegan son recibidos con disimulo, aunque Howard Hoffer comenta que pasaba por hacerse la formalita y correcta.

Por su parte Jo Ann lamenta que debido a la expectación la fiesta que era en su honor sea la de Cary.

Howard la sigue y le dice que en la anterior fiesta lo trató como un imbécil obligándole a disculparse por besarla, asegurándole que si entonces hubiera sabido lo que ahora sabe todo habría sido diferente y vuelve a besarla, y aunque todos conocen a Howard insinúan que Cary le dio pie cuando Ron lo separa y lo amenaza, aunque prefiere marcharse con Cary por no pegarle.

Cuando se van los invitados de la fiesta comentan que Ron es una persona violenta y que pudo acabar con Howard.

Cuando la deja en su casa Ron le dice a Cary que nada importa excepto ellos y le pide que lo recuerde.

Pero en casa la está esperando Ned levantado, el cual le dice que no ha cambiado de opinión tras conocer a Ron pese a que ella le dice que no le han dado ninguna oportunidad.

Ned le dice que la gente va a criticar y deben respetar la memoria de su padre, que es la antítesis de Ronald, asegurándole que si sigue con él no volverá a visitarla, pues le avergonzaría llevar a sus amigos a su casa.

Luego llega Kay llorando y contándole a su madre que cuando estaba en la biblioteca un chico dijo que ya estaba con Kirby cuando todavía vivía su marido y tuvo que pelearse con él, y también se peleó con Freddie al que le dijo que no le importaba lo que dijera la gente, aunque le asegura que le importa y mucho, preguntándole si quiere tanto a Ron como para arruinar sus vidas, reconociendo que cuando decía que comprendía a la gente y sus problemas no era cierto.

Cary va a visitar a Ron preocupada y le cuenta lo ocurrido con sus hijos, diciéndole que deben aplazar su boda para que los hijos se vayan haciendo a la idea y lo vayan conociendo, tanto ellos como el resto de la gente, pues ahora son la atracción de la localidad, aunque cree que si se acostumbran a verlos juntos acabarán aceptándolos, concluyendo Ron que entonces los invitarán a sus fiestas y podrá tratar con quienes los critican e incluso le dará la mano a Howard, y vivirán en casa de ella, señalando Cary que eso ayudaría a facilitar las cosas, aunque Ron asegura que no se resigna, pues no podría vivir de ese modo, echándole en cara que le preocupe tanto lo que la gente dice, quejándose de que deje que sus hijos dirijan su vida, diciéndole que ya que ha sido ella la que ha hecho que el asunto sea una cuestión de elegir, debe ser ella quien lo haga, decidiendo Cary en ese momento decirle que lo suyo terminó y marchándose.

Cuando le cuenta a Sara todo esta le dice que ha tomado la decisión adecuada y que ella se encargará de hacer que todos le den de nuevo la bienvenida a la comunidad, llamando tras ello a Ned para contarle que no va a casarse, viendo cómo este, entretenido con sus amigos apenas le hace caso, aunque diciéndole que irá a verla el fin de semana siguiente.

En efecto, va a esperarlos a la estación el siguiente fin de semana, aunque en la estación le dicen que enviaron un telegrama diciendo que no irán.

Se acerca la Navidad y Cary va a comprar el árbol, encontrándose casualmente con Ron, que le pregunta cómo está, señalando él que los árboles son de Mick y él lo ayuda, llegando entonces Mary Ann, que dice que Mick y Alida la enviaron a buscarlo.

Poco después Cary coloca el árbol comprado en su casa y lo adorna mientras desde la ventana ve caer la nieve, observando a los niños que cantan felices y se divierten.

Finalmente llegan sus hijos, mostrándole Kay el anillo de compromiso que le compró Freddie, y cuando su madre le dice que es demasiado joven, Kay le recuerda que ella tenía 17 años cuando se casó, contándole que fue el día en que discutió con Freddie cuando se dieron cuenta de cuánto se querían.

Cary le dice que recuerda muy bien ese día, pues es cuando le dijo que arruinaría su vida si se casaba con Ron, diciéndole Kay que fue una chiquillada y que no debió permitirle que se saliera con la suya, aunque señala que de todos modos tampoco quería tanto a Ron.

Cuando llega Ned dice que deben disfrutar de la Navidad, pues puede ser la última que pasen en casa, ya que Kay va a casarse y él, si no es llamado a filas se irá un año a París y luego a Irán, tras lo que le dice que en ausencia de ambos sería conveniente que vendiera la casa, pues es demasiado grande para una persona sola.

Cary le dice entonces a Kay que de qué sirvió todo su sacrificio, diciéndole esta que aún no es demasiado tarde si la ama de veras.

Llega entonces su regalo de Navidad, una televisión en la que, le señala el vendedor, podrá disfrutar de la comedia de la vida al alcance de su mano. Su futura compañera.

Ron sale a cazar con Mick, aunque parece despistado, señalándole este que no es el mismo desde que rompió con Cary, por lo que le dice que debe llamarla y excusarse, no importando de qué, aunque Ron le dice que debe ser ella la que decida.

Cary acude a su médico, el doctor Dan Hennessy debido a sus fuertes dolores de cabeza, diciéndole el médico que se los busca ella misma por huir de la vida, aconsejándole que se case con Ron, lo que le dice como amigo, pues le asegura que sus dolores de cabeza son por eso.

Cary le dice que su relación fue algo imposible desde el principio, pues en una ciudad pequeña como Stoningham pesan los convencionalismos, diciéndole Dan, que ha renunciado al hombre que amaba porque temía a Mona y a los demás a cambio de que la admitieran de nuevo en la comunidad.

Ella asegura que lo hizo pensando en sus hijos, haciéndole ver el doctor que ella sigue ahora más sola y que ningún bien ha reportado su sacrificio.

Cary le dice que es demasiado tarde y que quizá él haya conocido ya a otra mujer, y que, en todo caso, si la quería podría haber ido a buscarla, diciéndole Dan que también ella podría haberlo hecho, y que si no fue así es porque para ella fue un pasatiempo, no amor de verdad.

A la salida de la consulta Cary se encuentra con Alida, que le cuenta que Mary Ann va a casarse, pensando ella que quizá sea con Ron, aunque Alida le dice que es con un chico de New Jersey al que ella no conoce.

De pronto vuelve a ilusionarse y decide regresar al molino.

Ron regresa con sus piezas de caza y ve desde lejos a Cary, observando cómo Cary, arrepentida en el último momento vuelve a marchase sin comprobar si está él.

Ron la llama desde lejos y corre para evitar que se marche, aunque no consigue que lo escuche, viendo él cómo se marcha, sin percatarse de que en su afán de tratar de evitar que se marchara se ha acercado demasiado a un pequeño precipicio, resbalándose y cayéndose desde el mismo hasta perder el sentido entre la nieve.

De regreso a su casa, Cary le da vueltas a la cabeza confusa cuando llaman a su puerta, encontrándose al abrir a Alida que le cuenta que Ron tuvo un accidente, aunque no saben aún la gravedad de lo ocurrido.

Sin pensárselo la acompaña al molino, donde encuentra en la cama a Ron, señalándole su enfermera que necesita mucha quietud y no se le puede molestar.

Se fija entonces en que Ron ha reformado ya totalmente el molino, diciéndole Alida que jamás perdió la esperanza de que ella regresaría.

Se da cuenta entonces que ha tardado mucho en comprender que Ron era especial por no dar importancia a las cosas triviales, mientras ella dejó que los demás decidiesen por ella, señalando que todos se interpusieron entre ellos: amigos, vecinos, sus hijos y ella misma, señalándole Alida que no debe atormentarse con el pasado.

Al día siguiente el doctor Hennessy le dice que tiene una fuerte conmoción y le llevará algún tiempo recuperarse, aunque no es preciso enviarlo al hospital.

Cary le dice que se va a quedar pues ha decidido que no volverá a huir de la vida, señalando el doctor que a Ron le hará falta su ayuda y le vendrá bien.

Ron se despierta y al verla le pregunta si ha ido a casa, respondiendo ella, "sí, cariño, he venido a casa".

Calificación: 3