Te cuento la película

Belfast

Belfast (2021) * Gran Bretaña

Duración: 98 min.

Música: Van Morrison

Fotografía: Haris Zambarloukos

Guion y Dirección: Kenneth Branagh

Intérpretes: Jude Hill (Buddy), Caitríona Balfe (Madre de Buddy), Jamie Dornan (Padre de Buddy), Judi Dench (Abuela), Ciarán Hinds (Abuelo), Lewis McAskie (Will), Colin Morgan (Billy Clanton), Lara McDonnell (Moira), Olive Tennant (Catherine) Gerard Horan (Mackie), Josie Walker (Violet), Conor MacNeill (McLaury).

Tras un muro de Belfast en que hay un dibujo actual que representa a los irlandeses trabajadores, había otra vida años atrás.

Belfast 15 de agosto de 1969

Buddy, un niño de 9 años y sus amigos montan un gran alboroto jugando en la calle, por lo que tarda en escuchar a su madre que le llama para cenar.

Pero antes de llegar a su casa ven a un grupo de protestantes que se manifiestan de forma violenta y lanzan cócteles molotov, enfrentándose a los católicos del barrio, a los que piden que se vayan, quedándose Buddy paralizado en medio de los dos grupos, debiendo su madre acudir a su rescate y meterlo en casa, ayudándose del escudo con el que poco antes jugaba Buddy con sus amigos.

Los violentos piden a los vecinos que echen a los católicos de su calle, y les advierten de que, si avisan a la policía, irán a por ellos también, quemando y haciendo estallar un coche antes de marcharse.

Al día siguiente la televisión se hace eco de la noticia del asalto a zonas protestantes para pedir la expulsión de los católicos atacando y marcando sus casas, informándose de la posibilidad del envío de más tropas a Belfast para evitar los choques con la policía e incluso de la posibilidad de un toque de queda.

El barrio queda cerrado, por lo que el padre de Buddy tiene dificultades para entrar, debiendo salir su mujer para explicar que es su marido y vive allí, pero trabaja en Inglaterra como ensamblador.

Ve a su padre y a sus abuelos confusos, pues hasta ese momento habían convivido pacíficamente con los católicos, que son iguales que ellos.

El abuelo le dice a su hijo que no desea ir al hospital pese a que le dieron un volante para ello.

Buddy le pregunta a su padre si fueron los suyos los que atacaron a los católicos, diciéndole su padre que en su barrio no hay los nuestros y los suyos y que la religión no debería ser un problema.

Buddy le dice que lamenta que no sean católicos, pues podrían hacer lo que quisieran como no ir a misa en mucho tiempo y luego, confesándose, les perdonarían.

Pero él no puede librarse de ir a la iglesia, pues su padre no quiere que la abuela se enfade, viendo cómo el pastor clama también contra los católicos, asegurando que la de estos es la religión del miedo, aunque él mismo le habla de la amenaza del infierno si no eligen el camino recto.

Pese a las dificultades para entrar o salir, los domingos reciben a sus tíos Mackie y Violet y a sus primos y juegan juntos, recibiendo mientras lo hacen la visita de los líderes protestantes del barrio, Billy Clanton y McLaury que le dicen al padre de Buddy que quieren limpiar el vecindario y no quieren que sea él quien se oponga, pues ya sabe lo que les ocurrió a sus vecinos del otro lado, asegurando él que si tocan a su familia los matará, aunque ellos insisten en pedirle dinero o adhesión, y le dice que los chicos que limpiaron su calle le nombraron su nuevo jefe local y le pide que se lo piense, asegurándole que volverán.

El padre de Buddy regresa de Inglaterra cada 15 días y muchas veces les lleva al cine, recordando ver, fascinados él y su hermano Will, "Hace un millón de años".

El padre le dice a Will que si alguien le pide que entre en un grupo o lleve algo a alguien no lo haga y que se lo diga a su madre y ella se lo dirá a él, que se encargará.

Buddy escucha discutir a sus padres. Su madre le reprocha a él que no pagara los impuestos y que se gaste el dinero en las carreras, habiendo tener que pagar ella tres años de impuestos atrasados para que no acabara en la cárcel, diciendo él que ya casi pagaron la deuda y es hora de empezar de cero y cambiar de vida.

Pero ella dice que llevan toda su vida en Belfast, diciendo él que pueden dar a su hijo algo mejor, pues hay países de la Commonwealth que necesitan mano de obra cualificada y el gobierno les subvencionaría el pasaje, y allí están en una guerra civil y él no puede estar para protegerlos, mostrándole catálogos de Sídney y Vancouver.

Muchas tardes, a la salida del colegio a ver a sus abuelos.

Al abuelo le cuenta sus confidencias. Le dice que le gusta una compañera, Catherine, que es la chica más aplicada de la clase y dice que a veces le mira, pero en clase no les dejan hablar y en el recreo ella siempre se va con las otras chicas, y piensa que le gusta otro chico.

El abuelo le sugiere que se entere de dónde vive, diciéndole él que lo sabe, y que a veces se pasea frente a su casa, pero que, como siempre está con los deberes ni se entera, lamentando que no sea un poco más tonta, como él, para que les sienten juntos, ya que les colocan según sus calificaciones y ella es la primera y él el tercero.

Vuelve a pasarse frente a la casa de Catherine, y observa que esta vez lo ve, mientras su madre la peina.

Buddy ve a Billy golpeando a otro hombre por negarse a contribuir y que le dice que pida a su padre que vaya a verlo o irá a verle él y que le diga a su hermano que debe hacer otro reparto de leche.

Moira, otra amiga le propone unirse a una banda que se ha creado.

Como las divisiones largas se le resisten, su abuelo le aconseja que deje los números emborronados para que la profesora le deje el beneficio de la duda y pueda subir.

Le cuenta también al abuelo que cree que su padre quiere que se vayan de Belfast.

Hay grupos que patrullan cada noche por la calle para evitar los altercados.

Luego en casa observa a su madre triste tras recibir una carta de Hacienda.

La estrategia del abuelo funciona y Buddy consigue mejorar su puesto y que le pongan como segundo en la clase, por lo que se pone muy contento de poder cambiar su sitio al lado de Catherine, aunque su alegría dura poco, pues Catherine empeoró sus notas y la colocan tras él.

Cuando se lo cuenta a sus abuelos, la abuela le sugiere que hagan juntos el siguiente trabajo, sobre la llegada a la luna, para que les pongan la misma nota.

Recoge un ramo de flores silvestres y se las entrega a la salida de clase a Catherine, que le propone hacer juntos el trabajo sobre la luna para que no pase frío paseando frente a su casa.

La otra chica, Moira lo lleva a Singh's, la tienda del barrio, habiendo ideado la forma de robar alguna golosina, debiendo cogerla él mientras Singh la atiende a ella, aunque el hombre lo descubre y deben escapar, viendo además que cogió una delicia turca, que no le gusta a ninguno de los dos.

Otra niña le avisa de que llegó su padre pese a que es miércoles, diciéndole la niña que llegó en un taxi.

Corre por ello hasta su casa, donde escucha discutir a sus padres.

Su madre cuenta que escribió indignada a Hacienda cuando llegó el último recibo, porque no le dieron ni las gracias por haber saldado su deuda, y pidió una declaración oficial donde pusiera que ya estaban al corriente y que todo estaba en orden y en regla y que ya no estaban en la lista de morosos.

Lo que no preveía es que gracias a su petición revisaron todas sus finanzas de años anteriores y descubrieron que debía 572 Libras más, que, su marido, le dice, tardarán al menos 5 años más en pagar.

Ella lo llama mentiroso y le dice que es todo por culpa suya.

Luego su padre habla con el abuelo y le cuenta que van a terminar la obra en que trabaja, pero que empezarán otra más importante, y, de hecho, a algunos trabajadores les pidieron que se trasladen allí, pues dará trabajo durante varios años. Un hospital.

Su madre le cuenta entonces que tienen que ingresar a su padre en el hospital, aunque a ella no le contó lo que le pasa, contándole que es una prueba sobre los pulmones debido a su trabajo cuando fue minero de carbón en Leicester.

Buddy le pregunta luego a su padre si tendrán que irse de Belfast.

Se les acerca entonces Billy él y le dice que le prohíbe que se acerque a su familia, diciendo Billy que exige mucho para no estar allí nunca, diciendo que estará cuando sea necesario, diciéndole Billy que a lo mejor no llega y le indica que si no está con ellos, está contra ellos y debe estar con los protestantes de verdad, diciéndole el padre que él no es un protestante de verdad, sino solo un pandillero.

Un día, al llegar a casa, Buddy ve que hay un agente de policía que le interroga sobre el robo en la tienda del señor Singh.

En realidad es un familiar que se hizo pasar por policía para asustarlo y que no vuelva a hacerlo.

Algunas noches, y mientras su madre habla con su padre por teléfono, y mientras les oye discutir, Buddy y su hermano ven las películas del Oeste que ponen en televisión, como "El hombre que mató a Liberty Valance" o "Solo ante el peligro".

En su siguiente visita, el padre ve cómo algunos de los católicos se mudan, sobre todo los que tienen menos dinero, hartos de soportar la presión.

Habla luego con Will sobre las entregas que hizo, reconociendo que sabía que no era leche lo que entregaba.

Les pregunta a sus hijos qué les parecería vivir en Sídney una temporada, aunque su mujer le dice que está allí toda su familia, y, aunque el marido le dice que podrían volver de vez en cuando o recibir las visitas, su mujer le dice que nadie tiene dinero para permitirse esos viajes.

Hablando con Violet, ella le manifiesta su miedo a irse de allí, aunque Violet le dice que los irlandeses nacieron para emigrar y que pueda haber pubs en todas las partes del mundo y que deben quedarse allí la mitad para sentir nostalgia por los que se fueron.

Mientras esperan la salida del autobús del aeropuerto, sus padres hablan. El padre le dice que le llamó su jefe para pedirle que se quede y que le ofreció un puesto fijo en Inglaterra como encargado y con más dinero y una casa, por lo que no tendrían que pagar el alquiler y sería más grande y tendría un jardín.

Pero su madre insiste en que le gusta esa calle, y que, aunque tengan un jardín en su nueva casa, los niños en Belfast pueden jugar donde quieran, pues todos los conocen y están pendientes de ellos, y en Inglaterra ni les entenderían por su acento, y la mitad de la gente les odiará, pues allí están asesinando a sus hijos en la calle.

Él le dice que las cosas cambian y que deben decidirse para Navidad.

Unos días más tarde va con su madre y con la abuela a visitar al abuelo, ingresado en el hospital.

El abuelo le pregunta si escribió ya a Papa Noel, diciendo la madre que ya le explicó que ese año Papa Noel no tiene mucho dinero, aunque el abuelo insiste en que pida algo, diciendo Buddy que él sabe cuándo no hay dinero de verdad y recuerda que se pasó el cobrador del alquiler y su madre no abrió ni dejó que saliera él a abrir.

El abuelo recuerda que cuando a ellos les pasaba eso robaban al cobrador cuando ya llevaba todo el dinero, y se lo devolvían a los vecinos, a cambio de una pequeña comisión, llegando a estar el cobrador tan acostumbrado que al final también le daba a él una comisión.

Él le cuenta que a su padre le ofrecen una casa en Inglaterra, pero que su madre dice que allí no les entenderán, diciendo el abuelo que si no le entienden es porque no le escuchan y que no le debe importar a dónde vaya, pues toda su familia le protegerá.

Le pregunta qué quiere él, diciendo Buddy que quiere que la abuela y él se vayan con ellos, tras lo que lo abraza.

Llegada la Navidad va al teatro con su abuela a ver la obra de Cuenta de Navidad, y de regreso, en el autobús, le pregunta a la abuela si cuando el abuelo se fue a Inglaterra para ser minero se fue con él, diciendo ella que no y que no quería hacerlo, diciendo el niño que él tampoco quiere.

El fin de semana el padre les lleva a ver Chitty Chitty Bang Bang.

Y, pese a lo que le dijeron, ve que reciben más regalos de los que esperaban de Papá Noel, por lo que se siente feliz hasta que sus padres aprovechan el momento para decirles que han pensado que quizá se puedan ir todos a Inglaterra, ante lo que él se rebela, pues Inglaterra no tendrá amigos ni primos ni verá a Catherine y quiere estar con sus abuelos y llora enrabietado diciendo que no quiere irse de Belfast.

La madre propone esperar a Pascua para ver cómo van, aunque el padre dice que en Pascua estarán igual, pidiéndole ella que vuelva a casa y lucharán juntos, diciendo él que están matando a niños de su edad a la vuelta de la esquina y que no pueden robarles su infancia.

Pero, le dice tras ello, que, pase lo que pase, lo que ha hecho con ellos es maravilloso, pues los ha criado ella, ya que él no ha estado, y le da las gracias y dice que esperarán a Pascua.

Ve a su padre marcharse de nuevo por dos semanas.

Tres meses después

Los disturbios se suceden, y, aunque el gobierno propone reconstruir la calle, la tensión va en aumento.

Moira, al ver que Buddy no la delató tras su robo, busca a Buddy y le dice que entra entre los suyos y es la hora de la guerra.

De pronto, Buddy se ve en medio de un grupo de enmascarados, armados con palos, y de otros chicos, y, asustado y sin saber qué hacer, mientras hacen llamamientos a la pelea, decide marcharse, aunque Moira se lo impide.

Al ver que se van a reanudar los disturbios se hace un llamamiento a los ciudadanos para que regresen a sus casas.

El grupo de los protestantes se dirige al supermercado, rompiendo el escaparate y procediendo a su saqueo, pidiéndole Moira a Buddy que coja lo que necesite, decidiendo él coger un paquete de detergente.

Regresa a su casa contento con el detergente y le cuenta a su madre que saquearon la tienda, viendo enseguida a su madre enfadada, por lo que sale corriendo, perseguido por ella, que los coge a ella y a Moira y los lleva de regreso al supermercado, donde algunos manifestantes siguen con el saqueo y le dice a su hijo que deje lo que cogió, y le dice que si vuelve a hacer algo así le mata y le dice a Moria que si vuelve a meter a su hijo en algo así le dará una paliza, apareciendo en ese momento Billy que le dice que no deje las cosas, pues no es ese el mensaje que quieren dar.

Llega el ejército y Billy y McLaury les toman como rehenes, obligando a Buddy a seguir con el detergente, ordenando los soldados a la gente que se encierren en sus casos, pues van a utilizar gas lacrimógeno y pelotas de goma.

McLaury le dice que si intentan huir le vuela la cabeza a su hijo.

Llegan el marido y Will que se interponen entre los soldados y los manifestantes, diciéndole Billy que su familia necesita disciplina.

Él le pide que deje a su familia, diciendo Billy que si lo hace uno de los soldados le volará la cabeza, asegurando él que si no son los soldados, será él quien lo haga, asegurando Billy que por encima de sus cadáveres y que debe acostumbrarse a los cambios y a que, en esa ciudad ahora mandan ellos, y que la gente como él los hunde a todos.

Billy se dispone a sacar su arma.

Will le pasa un adoquín a su padre, que lanza a la mano de Billy, consiguiendo desarmarlo, aprovechando el momento la mujer para empujar al hombre que sujetaba a su hijo y rescatarlo, llevándose los soldados a los rebeldes, gritando Billy mientras se lo llevan que eso no ha acabado allí.

Moira, asustada en medio de la calle corre a abrazarse con la familia de Buddy.

Un camión del ejército devuelve a la familia a su casa.

El padre dice que hablará con el comité para que lo arreglen y no les darán más problemas.

Pero la mujer dice que vomita cada mañana y ha comprendido que ya no importa, y que al día siguiente, cuando Mack y la tía Violet vayan harán las maletas.

Buddy y su padre visitan al abuelo en el hospital y este le dice que deben marcharse, pues enviarán a alguien a por ellos y más serio que Billy, por lo que deben irse a la Luna, pues Londres es solo un pequeño paso para el hombre.

En el colegio anuncian como ganadores del proyecto sobre la luna a Buddy y a Catherine, dándoles la medalla de oro.

Unos días más tarde un policía va a su casa y Buddy va a buscar a su padre a la taberna, comprendiendo que murió el abuelo.

Reciben la visita de todo el barrio, pues era un hombre muy popular.

Buddy recuerda que le ayudaba con las matemáticas, diciendo su padre que era un gran filósofo.

Tras el entierro van al club, donde bailan y donde el padre canta "Everlasting love".

Finalmente abandonan su casa.

Mientras esperan el autobús, su padre le acompaña a casa de Catherine y le da unas flores, diciéndole que volverá, a lo que Catherine responde que eso espera.

Le pregunta luego a su padre si cree que esa chica y él tienen futuro, pues es católica, diciéndole el padre que si es buena y justa, ella y su familia siempre serán bienvenidos.

La abuela observa el autobús y dice: "Marchaos ya. No miréis atrás", y murmura, "Te quiero, hijo", viendo luego alejarse el autobús

Para los que se quedaron. Para los que se fueron y para todos los que se perdieron.

Calificación: 3