Te cuento la película

Bullet Train
Bullet Train

Bullett Train (2022) * USA / Japón

          También conocida como:
                    - Tren bala" (Hispanoamérica)

Duración: 126 min.

Música: Dominic Lewis

Fotografía: Jonathan Sela

Guion: Zak Olkewicz (Libro: Kotaro Isaka)

Dirección: David Leitch

Intérpretes: Brad Pitt (Mariquita), Joey King (The Prince), Brian Tyree Henry (Limón), Aaron Taylor-Johnson (Mandarina), Andrew Koji (Yuichi Kimura), Hiroyuki Sanada (Kimura), Michael Shannon (Peste Blanca), Bad Bunny (Lobo), Logan Lerman (El hijo), Sandra Bullock (María), Zazie Beetz (El Avispón).

Yuichi Kimura permanece a los pies de la cama de su hijo, que está en el hospital intubado, recibiendo la visita de su padre, el abuelo del niño, que le recuerda que el deber de un padre es proteger a su familia y le pregunta dónde estaba cuando Wataru estaba en la azotea y lo empujaron.

Tokio

Un americano pasea por sus calles hablando por teléfono.

María, su jefa, le da las gracias por aceptar el trabajo con tan poca antelación debido a la indisposición de Carver, asegurando él que está listo y que podrán tener a su nuevo y mejorado yo, estando mucho más calmado, al haber aprendido a aceptar los errores de la gente, pues, dice, si da paz al mundo, el mundo le dará paz también, diciéndole María que Barry, su gurú, se ha olvidado de a qué se dedica, y le da su nuevo nombre en clave: "Mariquita", que no le gusta mucho. Cree que se lo ha puesto porque las mariquitas dan suerte y él tiene muy mala suerte y muere gente aunque no haga nada.

Recuerda, de hecho, su último trabajo, que iba a ser muy sencillo, pues se trataba de hacer unas fotos para chantajear a un político, y mientras realizaba su trabajo, un botones se lanzó desde la azotea y cayó sobre su coche, aunque María le dice que el muchacho tuvo suerte, pues no murió gracias a que él lo llevó al hospital.

Dice que le encanta Tokio, mientras baja las escaleras de la estación, donde choca con Yuichi, que va a toda velocidad, perdiendo las llaves de la consigna y su billete del tren.

Dice que aceptó sustituir a Carver porque dijo que quería algo sencillo para volver tras su retiro, debiendo recoger en la consigna su equipación, como petardos o polvo somnífero, aunque se niega a coger la pistola, desobedeciendo a María.

Le explican cuando sube al tren, justo en el último segundo, que el tren bala tiene 16 vagones, 10 de turista y 6 de primera, y para un minuto en cada estación y que su misión es fácil. Robar un maletín que lleva una etiqueta en el asa.

Se topa con el revisor, dándose cuenta de que perdió el billete, por lo que le pide que se baje en la siguiente estación.

En el tren viajan también dos tipos que se hacen llamar Limón y Mandarina, uno de ellos negro y el otro blanco, que son quienes llevan el maletín.

Entretanto, Yuichi lee un papel donde alguien se autoinculpa. Dice que él empujó al niño y que viaje en primera en el asiento B4, yendo con un arma dispuesto a acabar con el autor, aunque quien va en ese asiento es una jovencita que toma por una niña, por lo que, sorprendido, es incapaz de dispararle, e incluso le pide perdón al ver su cara asustada, siendo incapaz de reaccionar cuando la muchacha le coloca su Taser en el cuello, dejándolo inactivo.

Entretanto, y para su sorpresa, Mariquita encuentra la maleta en el departamento de equipajes, que nadie vigila. Le piden que la coja y baje del tren.

Junto a Mandarina y Limón despierta un joven tatuado, que se despierta sin saber dónde está, contándole ellos que está a salvo porque los envió su padre para rescatarlo.

Limón le cuenta que todo lo que sabe lo aprendió de la serie de dibujos "Thomas y sus amigos" y lleva su bloc de pegatinas y califica a las personas como a los trenes de la serie. Pueden ser un Gordon, como Mandarina, que es el más fuerte, pero no siempre escucha a los demás, o Edwards, sabios y atentos, otros son Henrys, trabajadores y fuertes y otros son Diesel, que son un problema, diciéndole que él es un Percy, joven y dulce pero al que le falta un hervor.

Le cuentan que para rescatarlo de la Triada que le secuestró dejaron 17 muertos, aunque Limón dice que fueron solo 16, por lo que deben contarlos, al ritmo de Engelbert Humperdinck

Comienzan el recuento. Recuerdan a los vigilantes, un grupo que jugaba al póker mientras lo vigilaban en el mercado donde lo tenían secuestrado. Y varios hombres que iban con espadas, habiendo olvidado Limón a un transeúnte que fue a ver un coche accidentado y este le explotó y murió, aunque no lo mataron ellos.

El joven al que protegen Mandarina y Limón dice que quiere bajarse en la siguiente estación, aunque no le dejan, y lo atan, pues no quieren problemas con su padre, pues, recuerdan, que este, al que llaman la Peste Blanca, le cortó el brazo a una mujer que le debía mucho dinero, y solo porque tardó 5 minutos del tiempo concedido para devolvérselo, pues le dijo que le debía un dedo por cada minuto.

Ahora, su trabajo es cuidarlo y entregarle a su padre el maletín con el dinero del rescate, que recuperaron, maletín que lleva en ese momento Mariquita que, tras pasar por el vagón infantil, lo hace ahora frente a la chica que dejó fuera de combate a Yuichi.

Mandarina le pregunta a Limón por el maletín y este, que dice que lo escondió, va a por él mientras su compañero recibe una llamada en que le preguntan si tienen al hijo de la Peste Blanca y el maletín, diciendo este que sí, por lo que le indican que tienen que bajar en Kioto, aunque, mientras habla ve a su compañero buscando, y comprende que no está el maletín.

Cuando llega el tren a la estación, y mientras se dispone a salir, Mariquita dice que tal vez su suerte está cambiando, aunque justo cuando va a hacerlo entra un tipo vestido de blanco que lo golpea, impidiéndole salir.

En otro vagón, despierta Yuichi Kimura junto a la chica a la que iba a matar.

Esta, mientras carga su pistola le cuenta que sus padres la llaman Principito porque les hubiera gustado que fuera un chico, viendo él cómo le desata las muñecas y pone a su alcance su pistola, que él se apresta a coger, aunque cuando lo hace ella recibe una llamada desde el hospital en que está su hijo, donde tiene a un hombre al que le dice que si no sabe de ella cada 10 minutos o no contesta cuando llame debe matar al niño.

Entretanto, Limón trata de minimizar su fallo, diciéndole a Mandarina que cumplieron su misión salvando al hijo, pero Mandarina le dice que tenían que llevar también los 10 millones y le recuerda cómo actuó con Minegishi, un despiadado jefe de la Yakuza, al que solo le importaba la tradición y la lealtad, de modo que, a los que entraban en su círculo, los trataba como a uno de los suyos hasta que llegó un exiliado de la mafia rusa, o del KGB. Un tipo de dos metros que enseguida subió de rango por su forma de luchar. Y se convirtió en asesor de Minegishi.

Todos decían que el ruso estaba loco y no era de fiar, y que era la peste moderna, pasando a ser conocido como "la Peste Blanca", y creó su propia alianza y su banda. Acabó con el clan, y con el propio Minegishi en una noche, tras lo que creó su imperio, siendo el líder más despiadado de la mayor organización criminal del mundo.

Limón pregunta, si es como le pintan, por qué no fue él personalmente a salvar a su hijo, contándole Mandarina que tuvo una mujer, que era lo más importante de su vida y murió por culpa de un conductor borracho, y desde entonces no sale de sus instalaciones y les eligió a ellos porque eran los mejores por el trabajo que hicieron en Bolivia.

Yuichi Kimura le pregunta a Prince qué quiere.

Ella le cuenta que muchos la ven como a una chiquilla. Una futura esposa o madre, pero que no quiere ser una parte de la historia de nadie y sabe que él trabaja para el jefe más temido de la ciudad, la Peste Blanca y sabe que unos días antes entregó un maletín a uno de los socios de esta, y ella sabía que siguiendo el maletín encontraría a la Peste Blanca, al que dice, él va a matar por ella.

Limón y Mandarina recorren el tren para buscar el maletín, observando, al regresar a sus asientos que alguien mató al hijo de la Peste Blanca, cuyos ojos están sangrando.

26 años antes

Una mujer coloca a su hijo un colgante que representa a un lobo.

Tras morir sus padres este los enterró junto a la casa y partió buscando otro destino.

Con el tiempo pasó a convertirse en uno de los hombres más importantes del Saguaro, para el que trabaja como sicario, y que aúlla cuando acaba con sus enemigos.

Este, el hombre que antes golpeó a Mariquita, se enamoró de una bella joven con la que comenzó a vivir, mientras seguía trabajando para el Saguaro.

Organizaron una bonita boda al aire libre, aunque mientras brindaba un camarero le empujó y su copa de vino se derramó sobre su traje blanco, por lo que se aleja para limpiárselo, viendo desde lejos cómo todos los invitados, incluida la novia y el Saguaro fueron envenenados y están sangrando por la boca y por los ojos.

Pide que le busquen al autor de la masacre, viajando hasta Japón dispuesto a subir al tren bala, cuando se topa en la puerta con Mariquita, al que le clava el puñal que llevaba preparado en su mano, aunque ve que este se salvó porque se lo clavó en el móvil, volviendo a lanzarse contra él en el vagón restaurante, mientras le dice que le arruinó la vida, a lo que Mariquita le responde que ni siquiera lo conoce, defendiéndose con el maletín mientras el Lobo le dice que el asesino del Saguaro mató también a su mujer.

Por un momento lo domina Mariquita, pero el Lobo le dice que le perseguirá siempre, insistiendo él en que ni siquiera le conoce, y cuando Lobo le lanza su cuchillo, él lo esquiva con el maletín de aluminio, en el que rebota, clavándose en el corazón del Lobo.

Se pregunta tras ello quién es, mientras recoge y lo limpia todo y coloca al muerto como si se tratara de un borracho durmiendo.

Para que nadie se dé cuenta de lo sucedido, al hijo de la Peste Blanca, le colocan unas gafas ridículas, las gafas de Momonga, el gato cocinero de una serie de anime para que parezca dormido, mientras ellos tratan de localizar el maletín, ordenando Mandarina a Limón que evite que su poseedor baje del tren en la siguiente parada, Shin Yokohama, y acabe con él.

Mariquita, por su parte huye con el maletín, pero al verlo, el revisor, le pide que baje, aunque cuando va a hacerlo ve que está Limón en la puerta y vuelve a esconderse, al reconocerlo de un suceso en Johannesburgo, por lo que entra, pasando de nuevo por el vagón infantil, donde choca con una persona disfrazada de Momonga que trata de arrancarle el maletín, dándole un puñetazo al muñeco para arrancárselo, aunque ya no da tiempo a salir, por lo que regresa al vagón restaurante, donde esconde el maletín, quitándole al Lobo su móvil para llamar a María, preguntándole por el Cigarro.

Ella le corrige y dice que es el Saguaro, que era jefe de un cártel y que estaba en la boda en la que se infiltró en México como camarero, acordándose en ese momento de que fue él la persona que se chocó con el Lobo y le manchó el traje.

María le pregunta si mató al Lobo, diciendo él que fue un accidente.

Mientras habla ve a Mandarina y pregunta a su jefa si recuerda a los dos zumbados de Bolivia que se cargaron a tantos, preguntando ella si a los gemelos, aunque él indica que no se parecen, diciendo ella que todos saben que lo son, comprendiendo él que ellos son los dueños del maletín, por lo que debe esconderse.

También Mandarina recibe una llamada. Y al dar la vuelta se topa con Mariquita y se asusta, pero no lo reconoce.

En el siguiente vagón, Mandarina ve a Prince y le pregunta si vio a alguien con un maletín metálico, diciendo ella que lo llevaba un hombre con gafas de montura negra.

Comprende que era el hombre con que se topó y va a buscarlo y lo siguen The Prince y Yuichi, escribiendo a Limón de que detenga si ve a un hombre con gafas negras.

Justo en ese momento Mariquita se sienta frente a él y le dice que le está apuntando con un arma, recordándole Limón que están en el vagón del silencio, aunque en realidad le apunta con su dedo y le habla de Johannesburgo, viendo que Limón no se acuerda de él, pese a que le disparó dos veces, y le dice que sabe que están buscando el maletín y le dice que se lo entregará para que no le maten y a ellos no los mate su jefe

Limón le dice que le gustaría aceptar, pero que ha matado a una persona, aunque él cree que le habla de Lobo y dice que fue un accidente, diciendo Limón que cree que esperaba cargarles el muerto a ellos, y le dice que además piensa que, si de verdad tuviera una pistola ya estaría tan muerto como el chico de al lado, dándose cuenta en ese momento Mariquita de que no habla de Lobo, sino del hijo de la Peste Blanca.

Limón le coge la mano y lo golpea contra la mesa, aunque entonces él le cierra el portátil sobre su mano con fuerza y se pelean, debiendo, mientras intercambian golpes, tratar de no gritar, ya que están en el vagón del silencio.

Limón está a punto de dispararle, pero él logra quitarle el cargador, que consigue recuperar, aunque Mariquita logra eliminarlo de un golpe del portátil, echando el somnífero en su botella de agua y escondiéndole el arma.

Le quita luego el móvil, pues se le rompió ya el de Lobo, viendo que escribió a Mandarina diciéndole que lo tenía allí.

Entretanto Prince y Yuichi llegan al bar, donde ven al Lobo y encuentra el maletín en la basura, mientras Mandarina es perseguido por el enorme gato, al que le lanza un muñeco para disuadirlo de que le siga.

Mandarina llama a su jefa y le cuenta que está muerto allí el hijo de la Peste Blanca y recuerda que el Lobo dijo que buscaba venganza, pero que tropezó con él por casualidad y lo reconoció, y le cuenta que al hijo de la Peste Blanca lo envenenaron igual que al Saguaro, por lo que su asesino debe seguir en el tren.

Coloca una barrera en el compartimento de las maletas para tratar de frenar a los asesinos, viendo cómo sale de entre el equipaje una serpiente. En las noticias anunciaron la desaparición de esta, una Boomslang, cuyo veneno provoca una hemorragia interna, sangrando los afectados por todos los orificios del cuerpo.

Para evitar al revisor habla con otro viajero al que le ofrece 200 dólares y gana algo de tiempo con Mandarina al haber bloqueado la puerta, aunque finalmente este la abre de un disparo que amortigua quitándole un gatito a una niña.

Localiza a Mariquita, por el gorro, aunque cuando se acerca y le pregunta por el maletín, ve que no es él, mientras Mariquita sale corriendo en dirección contraria sin que lo vea.

Prince entra en un baño con Yuichi, que la sorprende con el arma, recordándole ella que hay un hombre dispuesto a acabar con su hijo, por lo que no puede acabar con ella.

Yuichi recibe una llamada de su padre, que le pregunta por qué se fue del hospital, diciendo que descubrió a quién empujó a Wataru y quería encargarse él.

Prince le pide que intente abrir el maletín utilizando todas las combinaciones posibles, sugiriéndole que comience con números bajos, ante la desesperación de él.

Mandarina logra despertar a Limón y dice que deben entregar a la Peste Blanca al asesino de su hijo, aunque cree que no fue el "Gafas".

Les llaman y les piden que bajen en la siguiente estación para que comprueben que tienen el maletín y al hijo, antes de continuar hasta Kioto, para lo que tendrán que inventar un truco.

Baja solo Mandarina, al que espera un grupo de matones con bates y les dice que quería asegurarse de que no era una trampa y le muestran al hijo de la Peste Blanca desde la ventanilla, aunque es Limón quien mueve los brazos, subiendo Mandarina al tren justo cuando van a cerrar la puerta, librándose por esa vez.

Contentos por haber salvado el primer embate, deciden buscar a Mariquita, aunque Limón advierte que en el tren hay algo más y que el Gafas no es su tío.

Prince descubre que el hijo de la Peste Blanca está muerto, mientras la serpiente vaga por el tren y Mariquita permanece escondido en uno de los servicios inteligentes, entretenido tratando de averiguar para qué sirve cada botón

Yuichi consigue abrir el maletín de forma más fácil de lo que esperaba, viendo que está lleno de billetes y de oro, colocando Prince explosivos dentro, igual que lo hizo con el arma, que Yuichi descubre le podría haber explotado de haberla utilizado.

Le cuenta a Yuichi que intentaron atentar contra la Peste Blanca 31 veces desde dentro de su organización y los ejecutó a todos con su propia arma.

María le cuentan a Mariquita el caso de un cirujano de la mafia que murió en medio de una operación porque lo envenenaron y que el asesino es el "Avispón" y que utilizaron para acabar con él, el veneno de una serpiente Boomslang, que coagula la sangre y hace sangrar por todos los orificios, y, si no te administran el antídoto en 30 segundos, mueres y que es el mismo que se usó con Saguaro.

Cree que Lobo debió descubrir quién era el Avispón y fue para vengar a su mujer, por lo que debe descubrir quién es el Avispón y entregárselo a Limón y Mandarina.

Cuando finalmente sale del baño ve que le espera fuera Mandarina, que descubrió donde estaba por el GPS de Limón y comienzan a pelear, y, aunque trata de decirle que sabe quién mató al chico, a Mandarina solo le importa su maletín.

Cuando logra dominarlo, Mandarina golpea con su pie el botón de emergencia y sale volando la puerta y ambos quedan colgando por fuera, cogidos de una cinta.

Finalmente consiguen entrar y decide escucharle y le cuenta que la Peste Blanca les ordenó que se bajen en la siguiente estación con el maletín o matará a todos los viajeros, por lo que, le dice, deben bajar, pero ya no tiene el maletín.

Bajan en efecto en la siguiente estación, aunque en vez de Limón, baja Mariquita, haciéndose pasar por este, ya que no lo conocen, junto con Mandarina.

Les dicen que deben seguir hasta Kioto. Ellos dicen que no abrieron el maletín, pues no tienen la combinación, y Mariquita trata de demostrarlo dándole a la rueda, con la mala suerte de que se abre el maletín, cayendo ropa y juguetes, por lo que deben regresar al tren justo antes de que se cierren sus puertas, salvándose in extremis.

Yuichi le pide a Prince que haga con él lo que quiera, pero que deje en paz a su hijo.

Ella le dice que no esperaba que tardara 3 horas en darse cuenta de que su hijo había desaparecido. Que es un mal padre y su hijo pagará sus errores, diciéndole Yuichi que la vida es muy dura y ella es solo una cría mimada.

Les interrumpe Limón preguntando por el tío de las gafas y el maletín, que dicen no haber visto, mientras bebe de la botella donde Mariquita puso el veneno.

Cuando ellos hablan de maletín él dice que no habló de maletín y cree que encontró a su Diesel, la máquina de tren de su serie y les apunta con su arma.

Llegan a la siguiente estación y Mariquita le dice a Mandarina que deberían bajar, pues les espera en Kioto, aunque le dice que no se bajará sin Limón y sin el maletín, contándole él dónde dejó el maletín y que él se va a bajar, aunque Mandarina le dice que sigue necesitando un chivo expiatorio.

Pero cuando ve que se va a cerrar la puerta empuja a Mandarina que se queda afuera, aunque sale corriendo y se lanza sobre el vagón de cola.

Dentro Limón apunta a Prince y a Yuichi, diciendo ella que ese hombre la secuestró para pedir un rescate y lloriquea, aunque él dice que algo le dice que no dice la verdad.

Les pide que cierren los ojos y que el que esté al mando levante la mano y el otro señalará al que lo está, pero si ambos hacen lo mismo, sabrá que mienten y los matará a los dos.

Esperando que su hijo no muera, Yuichi se auto inculpa y Limón le dispara y se lo llevan entre él y la chica hasta uno de los baños, diciendo la chica que tiene un alambre para cerrar la puerta, percatándose él cuando la saca de que ella lleva un arma en el bolso, por lo que, mientras ella cuenta que pasó mucho miedo, él saca su arma del bolso y le pregunta por qué no la usó, diciendo ella que no sabe disparar una pistola, y al verla actuar como una niña dice que es ella la Diesel y tiene que matarla, aunque mientras la apunta empieza a hacerle efecto el somnífero y cae.

Fuera, Mandarina logra romper el cristal del vagón de cola y entrar en el tren.

Le pide a la chica que le diga a Mandarina que es un Gordon. Ella le dispara.

Mariquita encuentra el teléfono de Yuichi, que está sonando y lo coge y le dice al padre de este que podrá recogerlo en la estación de Kioto.

Se dirige luego al bar, donde recupera el maletín, sin saber que The Prince puso explosivos y coge también el sobre que llevaba Lobo para tratar de encontrar al Avispón.

El gato del vagón infantil golpea a una azafata antes de quitarse la cabeza del disfraz.

47 minutos antes, paseaba por el vagón donde estaba el hijo de la Peste Negra, con el que juguetea, para luego, acabar con él.

Al ver la foto del Avispón, Mariquita recuerda a la chef de repostería de la boda en que murió Saguaro, y mientras mira la foto, la ve enfrente, vestida de azafata, y le dice que le robó su serpiente, tras lo que se lanza hacia él y comienza a golpearlo y lo amenaza con una jeringuilla con el veneno de la serpiente, y le dice que tiene que quedarse con el maletín, pues le prometieron ese dinero, comprendiendo que le pagaron para matar al chico con el dinero de su propio rescate, diciéndole él que puede quedarse el maletín, aunque ella no está dispuesta a perdonarlo, pues la ha visto, por lo que deja caer la jeringuilla sobre su mano, aunque él se la arranca y se la clava a ella.

Sabe que tiene que inyectarse el antídoto en 30 segundos, por lo que, cuando ella lo saca, él le coge la mano y se lo clava a sí mismo, mientras el Avispón comienza a sangrar por los ojos y se arrastra hasta morir, indicando él que el karma es una putada.

Mandarina se topa con la botella de agua Limón, y piensa que debe estar cerca, viendo la puerta del baño cerrada con el alambre, encontrando allí a su gemelo, por lo que se quita su medalla y se la coloca a él, cogiendo luego el arma de Yuichi.

Mariquita le dice a su jefa que tiene muy mala suerte y tiene que bajar del tren, pidiéndole esta que abandone su posición fetal y se levante.

Entretanto, Mandarina habla con la Peste Blanca que ya sabe que le mintió. Que era responsable de mantener a salvo a su hijo y su dinero, diciéndole Mandarina que si fuera su hijo habría ido él mismo a acabar el trabajo, pero que su hijo era un imbécil y espera que alguien haya cogido el dinero y se lo haya pasado estupendamente en el casino, diciéndole el capo que quiere mirarle a los ojos mientras los mata a él y a su hermano, preguntando él si su plan es presentarse allí y matarlo delante de un montón de testigos, aunque el jefe le dice que no queda nadie en el tren, pues compró él todos los billetes.

Se topa con Prince, que dice que hay un hombre en el tren que la retiene como rehén, que lleva gafas y que mató a su tío y a otro hombre que no paraba de hablar de Thomas y sus colegas y que el secuestrador dijo que se iba marchar con un dinero y que la secuestró porque dijo que siempre era bueno tener un plan B.

La deja marchar, hasta que repara en que lleva en la espalda una pegatina de Diesel que le colocó Limón, y él sabe que este sabía calar muy bien a las personas.

La apunta, aunque ella ve que lleva su pistola y no parece inmutarse.

Llega entonces Mariquita por detrás de Mandarina y ella le pide ayude, como si fuera una niña con un problema, lanzándose Mariquita contra Mandarina, que al disparar se hiere a sí mismo, sin que entienda nada mientras ve cómo sangra y repite "Diesel", diciéndole la chica que se lo ha llamado a él y que dijo que lo iba a matar y culparlo a él de todo, pues hay alguien esperándolo en Kioto, diciéndole él a la chica que nadie va a hacerle daño.

Mandarina muere y él coge el maletín y le dice que cuando lleguen a la siguiente estación estarán a salvo, habiendo en esta una sola persona, el padre de Yuichi.

Sale Mariquita y le pide a la chica que salga, aunque ella dice que se le atascó la mochila y además dice que no quiere quedarse sola y que le da miedo, por lo que entra y se cierra justo la puerta y le dice a la chica que no es culpa de ella, sino de su suerte.

Ella le muestra la pistola, que dice le cogió al muerto para defenderse al llegar a Kioto.

Llega entonces el padre de Yuichi, que escucha hablar a la chica y reconoce su voz de cuando habló con su hijo y se sienta enfrente de ellos pese a estar todo el tren vacío, pidiéndole Mariquita que se aleje, decidiendo, al ver que se niega, que se irán ellos, aunque cuando va a coger la mochila le muerde la serpiente.

El hombre pregunta a la chica y él sale corriendo, con la serpiente enredada en su brazo, dónde está su hijo y llama al móvil de aquel, que suena en la mochila de la chica, por lo que se la quita, y le dice que sabe que es la persona que empujó a su nieto y le pregunta por qué, diciendo ella que porque su hijo iba a ayudarle a matar a la Peste Blanca en Kioto, pero que ahora está muerto unos vagones más atrás. Que, de hecho, los dos están muertos, su hijo y su nieto, aunque el anciano le pregunta qué le hace pensar que no protegería a su nieto.

De hecho una mujer, disfrazada de enfermera acaba con su sicario, al que sorprende colocándole una bolsa con la que le cubre la cabeza y que le llama para decirle que su nieto está bien y, además, le dice, su hijo no está muerto y debe saber que si es viejo es porque ha sobrevivido a muchos y mucho peores que ella.

Mientras Mariquita logra meter a la serpiente en la taza del baño, la muchacha sale corriendo tras recuperar su mochila.

Mariquita regresa junto al anciano, que le dice que las intenciones de la chica hacia él no eran honorables, pero que no le hará nada, que el destino hará su voluntad, diciendo él que para él el destino es sinónimo de mala suerte.

El hombre le dice que va a contarle una historia pese a que él le indica que no es preciso, decidiendo el hombre contársela pese a su oposición.

Le cuenta que muchos años atrás se prometió que daría sustento a su familia sin importar el precio, logrando ascender a una posición muy codiciada con de la familia criminal Minegishi, hasta que llegó un hombre del norte que quiso ocupar su puesto y le dijo a Minegishi que no confiara en él.

Cuando aquel hombre acabó con su jefe, él, herido, regresó a su casa y solo encontró cenizas y sangre. La Peste Blanca se lo había arrebatado todo, menos a su hijo, que se ocultó.

Él también se ocultó y buscó el modo de atacar a la Peste Blanca sin arriesgar lo que le quedaba, aunque siempre estuvo fuera de su alcance y nunca creyó que el destino le daría la oportunidad de enmendarlo todo, y ahora le espera la Peste Blanca en Kioto.

Le dice que Mariquita, en japonés se dice Tentoumushi y cada punto en su lomo representa los siete dolores del mundo. Contiene toda la mala suerte para que los demás vivan en paz y que todo lo que le ha pasado lo llevó hasta allí, es el destino.

Le dice que su hijo está unos vagones más arriba y quiere que él lo escolte a la salida, aunque Mariquita cree que la Peste Blanca no les dejará salir del tren, diciéndole el viejo que deje que él se ocupe de la Peste Blanca.

Van juntos hasta el baño donde están Yuichi y Limón.

El primero, que en efecto no está muerte no entiende qué hace allí, diciendo su padre que es el destino. Le pregunta por Wataru y le dice que está bien.

Y de pronto, se despierta también Limón, que se pregunta si está en el infierno, abriéndose el traje para mostrar su chaleco antibalas y ve la medalla de Mandarina, por lo que pregunta dónde está su hermano, y lo llevan junto a él y lo ve muerto, por lo que acusa a Mariquita de haberlo matado él, diciéndole a su vez Yuichi a Limón que a él le disparó él, debiendo pararles Kimura para que dejen de pelearse y prepararse juntos, o de lo contrario morirán solos.

Saben que la Peste Blanca les espera con su ejército de asesinos, aunque ignora que su hijo y él están en ese tren y podrá tener su venganza.

Uno debe ir detrás y detener a todos los que pueda y otro a la cabina, diciendo Mariquita, que él ganará tiempo con el maletín.

Kioto

La estación está tomada por los hombres de la Peste Blanca, que espera con ellos y es quien entra al tren, esperándolo Prince, con un arma, llamándola él al verla, "Hija".

Mariquita, por su parte baja del tren y entrega el maletín, recibiendo a cambio un golpe de uno de sus sicarios tras cogerlo.

Dentro, Prince dice que ha ido para verle y para que la vea él, pues se ha construido a partir de la nada que él le dio y le apunta con el arma y le dice que es ella quien se merecía su atención y no su hermano, pues ella se parece más a él que el otro inútil.

Él le quita fácilmente el arma, en que ella puso su trampa y le pide que la mate, ya que ella fue a matarlo y él mató a todos los que lo intentaron.

Él le apunta a la cabeza, pero no dispara. Le dice que siempre la ha visto, pero no ha formado parte de sus planes.

Fuera le dicen que tienen al americano y sale. Mariquita le cuenta que los demás murieron, pero que tiene su maletín.

La Peste Blanca pide que lo abran y que vacíen el tren.

En la cabina, Limón, llama Thomas a la locomotora y dice es hora de arrancar, aunque entonces ve que está todo en japonés y no lo entiende.

Los hombres de la Peste entran en el tren y piden al viejo que se ponga de rodillas.

Mariquita le pregunta a la Peste Negra si fue él quien hizo que fueran al tren todos ellos, diciendo él que sí, y que esperaba que se mataran unos a otros, preguntando él por qué, a lo que responde que le arrebataron a su esposa, diciendo él que lamenta el accidente, respondiendo él que no fue un accidente, sino un intento de asesinato frustrado contra él, pero el destino llevó a dos gemelos sanguinarios a un trabajo en Bolivia masacrando a todo su equipo y él tuvo que arreglarlo.

Tras el atentado, a su mujer se le clavó una costilla en el corazón y solo el mejor cirujano cardiovascular podía salvarla, pero dos noches antes el cirujano fue envenenado por el Avispón, diciéndole Mariquita que el Avispón acabó también con su hijo.

Pero no parece importarle. Recuerda que él le había dicho aquella noche a su mujer que le esperase, pero una llamada de su hijo desde la cárcel la hizo salir para pagarle la fianza y eso le costó la vida y lamenta no haber amputado antes aquel punto flaco de su vida, su hijo.

Por ello decidió asumir el control del destino y los juntó a todos para que murieran, y solo queda él, al que llama Carver - que fue quien provocó el accidente de su mujer - diciendo él que no es Carver, pues tuvo que sustituirlo por enfermedad.

Justo en ese momento los hombres que recibieron el maletín lo abren provocando una tremenda explosión que lo lleva a él adentro del tren.

En este, el anciano permanece arrodillado frente a los sicarios y dice que después de tantos años la carga de su traición aún pesa sobre sus cabezas y con su sable acaba con los hombres que le tenían sometido, mientras su hijo acaba con otros atacantes.

Entretanto, en la cabina, Limón logra arrancar el tren desestabilizando a los hombres de la Peste que estaban sobre el techo del convoy, aunque algunos de ellos resisten, aunque los disparos de algunos de los hombres con los que acaba el anciano, al caer disparan hacia el techo, acabando con los hombres que estaban allí.

Aparece luego la propia Peste, que lo reconoce y al que pregunta qué hace allí, respondiendo él que su hija se equivocó al tirar a su nieto desde la azotea, diciéndole la Peste que se aparte o se unirá a su esposa, diciendo Kimura que sus caminos estaban destinados a juntarse.

Mariquita va hasta la cabina, viendo que Limón no sabe conducirlo, siendo atacados por varios de los hombres de la Peste Blanca de los que deben librarse.

Frente a su enemigo, Kimura desenvaina su sable mientras recuerda a su mujer y se lanza contra él, luchando entre ellos.

Limón se lanza contra sus atacantes y pide a Mariquita que frene el tren, pero no entiende tampoco los manuales, que están en japonés, por lo que acaban embistiendo a otro tren, pese a lo cual, y aún medio destrozado continúa avanzando y se genera fuego en la cabina.

El accidente salva a Kimura, que estaba a punto de morir, y le dice a la Peste Blanca que no le mueve su fortaleza, sino el miedo, que es lo único que no puede controlar.

Limón le pide perdón por haberlo acusado de lo de Mandarina, diciendo que ahora tiene otro hermano, aunque luego le aclara que es una broma, antes de lanzarse contra otro atacante con el que cae desde un puente al agua.

La botella de agua de Limón también tuvo su protagonismo. Él iba a sacar otra cosa de la máquina de vending y cayó accidentalmente y llega rodando hasta Yuichi.

Y justo cuando la Peste Blanca le propone a Kimura volver a jugar a la ruleta rusa como hizo en el pasado con Minegishi, viendo este que al girar el tambor del revólver que le va a tocar la bala, estando a merced de su enemigo, perdiendo la ocasión de acabar con él debido a que Mariquita logra frenar el tren, y Yuichi le lanza a la Peste Blanca la botella del agua a la cabeza, permitiendo así que Kimura pueda rehacerse y clavarle su sable, mientras repite que un padre cuida de su hijo.

El tren acaba descarrilando y sale volando.

Mariquita también lo hace, salvándose al toparse en su vuelo contra el gigantesco gato bajo el que se ocultaba el Avispón.

Ya fuera del tren, baqueteado, ve que también está allí la Peste Blanca, al que le dice que él nada tuvo que ver con su mujer, pues no es Carver, sino un ladrón de poca monta, aunque él insiste en que quiere a Carver, que es a quien contrató, diciendo él que estaba mal del estómago y tuvo que sustituirlo.

Pese a todo, la Peste Blanca trata de dispararle, pero su revólver está sin balas, por lo que saca el arma de su hija, y al dispararle se vuela su propia cabeza para sorpresa del propio Mariquita y de Kimura y su hijo, que salían también del tren, recuperando Kimura su sable, todavía en el cuerpo de la Peste Blanca y dice que se acabó.

Pero los tres supervivientes no contaban con Prince, que dice que la suerte puso el cadáver a sus pies y les apunta con una ametralladora, y mientras dice que ella es la Peste B, un camión de reparto de fruta se la lleva por delante.

Ellos piensan que es el karma, pero Yuichi recoge una de las naranjas que el camión perdió en el camino al atropellar a Prince y dice "Mandarina".

Llega hasta el lugar un lujoso auto del que se baja María, la jefa de Mariquita que le pregunta si fue a rescatarle, preguntando ella si necesitaba un rescate, saltándosele las lágrimas, mientras dice que tiene mucho que procesar y que ella es la mejor jefa que ha podido tener, reprochándole de nuevo ella que no cogiera el arma como le pidió.

Dice que tal vez no hay buena o mala suerte, sino que son solo agentes del destino.

Ella le pide que no manche su coche de sangre, cuando de pronto cae sobre este un poste y él trata ahora de ver el lado positivo, diciendo que el destino no quería que subiesen en él.

10 minutos antes

Limón cayó al río junto con el hombre al que derribó, asombrándose de seguir vivo, matando a su enemigo con su arma.

Paró al camión de reparto de fruta y se quedó con él, siendo él quien, en efecto, atropelló a Prince.

Calificación: 3