Te cuento la película

Canallas

España (2022) *

Duración: 96 min.

Música: Vicente Ortiz Gimeno

Fotografía: Ibon Antuñano

Guion y Dirección: Daniel Guzmán

Intérpretes: Joaquín González (Joaquín González), Daniel Guzmán (Brujo), Luis Tosar (Luismi), Esther Álvarez (Esther), Brenda González (Brenda), Chema González (Chema), Víctor Ruiz (Jacinto / "'Popeye"), Luis Zahera (Gallego), Julián Villagrán (Moisés), Antonio Durán (Francisco).

Tres jóvenes, Joaquín al que llaman Johnny, Luismi y el Brujo van en coche hasta un descampado, donde deciden quemarlo.

Joaquín se resiste, pues es el coche de su padre, pero le aseguran que el seguro le dará más dinero que si lo vendiera, por lo que, tras rociarlo con gasolina le prenden fuego y ven desde lejos, festejándolo, cómo explota.

Acuden a comisaría a denunciar el robo, tras lo que Joaquín llama al seguro, donde le informan de que no pagó el último recibo del seguro, por lo que no le pagarán nada, no pudiendo sujetar la risa sus amigos.

Años más tarde Joaquín pasea por la Castellana hablando por teléfono de negocios, indicando que el barril de Brent está a 40 dólares e indica aunque el no sirve por debajo de 400.000 toneladas, hablando también de tráfico de oro o de cuadros.

Va a una oficina bancaria donde se presenta como "commodity" y dice que tiene empresas de distribución de oro, petróleo, obras de arte o azúcar o leche en polvo por todo el mundo, en Miami, Dubái o Zúrich y quiere abrir una cuenta, entregando nóminas y facturación anual neta de su empresa, solicitando una tarjeta de crédito.

Tras hablar con un grupo de japoneses ve cómo le llaman desde un coche, viendo cómo alguien lo llama, descubriendo que se trata de Brujo y Luismi que se ofrecen a llevarlo en el coche, y aunque se resiste, Brujo tira de su mano y lo sube por la ventanilla.

Joaquín les cuenta que se fue a Ibiza a trabajar y luego fue relaciones públicas y conoció a gente muy importante y que tiene 5 empresas, y que tiene su dinero en Panamá y si cierra una operación buena se retirará.

Ellos dicen que su madre les contó que vivía en el extranjero.

Brujo dice que no trabaja y ya no va a hacerlo, ya, pues no va a poder cobrar la pensión y Luismi le cuenta que sigue viviendo con sus padres, pues tiene una paga de minusválido y es presidente de la comunidad.

Johnny les cuenta que se hizo varias operaciones de estética, aunque no le llegó para los dientes y se ríen al vérselos.

Lo dejan en un chalet donde dice que vive, aunque cuando se van, él también lo hace, pues en realidad vive con su madre, y comen de la pensión de ella tanto él como su hija Brenda y su hermano Chema, que se pasa el día Win-chun, un arte marcial brasileño.

Brenda necesita dinero para pagar el viaje de fin de curso a Mallorca, pero su padre no tiene, y la anima constantemente a que entrene para ser campeona mundial de yo-yo, mientras él acumula avisos del juzgado que pide a su madre que no recoja.

Cuando sale para llevar a Brenda al colegio se encuentra en la puerta con dos enanos vestidos de toreros con un megáfono y que gritan que Joaquín no paga, y le persiguen.

Cuando deja a la chica, trata de vender a un tipo, Paco, un terreno, diciéndole este que puede ofrecerle otro negocio, mostrándole un dosier de un artículo que deben vender por dos millones más la comisión.

Mientras se hace manicura y pedicura en un local atendido por chinos, recibe una llamada de Brujo para ofrecerle un negocio.

Se pasa antes por el banco donde le dan la tarjeta de crédito, que él pide que le suban.

Con ella va al Instituto Odontológico Europeo y se cambia los dientes, contándole a sus amigos cuando van a buscarlo que se puso los dientes de cerámica sueca, y les dice que le costaron 12.000 Euros y que no se manchan.

Pero ellos dicen que fueron por casa de su madre y les contó que sigue viviendo con ella, diciendo él que su madre no sabe nada de su vida.

Le dicen que le pagarán 60.000 Euros por una firma. Debe ponerse él como propietario de una empresa y asumir la deuda de esta, aprovechando que ya es insolvente, debiendo pagar a sus amigos la mitad de lo que cobre por poner el negocio, recibiendo el 10%, y el resto cuando pasen la factura por registro.

Con el dinero cobrado se van a una discoteca y Joaquín les cuenta que ha invertido en una patente de un agua en la que no te ahogas.

Entretanto su madre, Esther, va al club de jubilados del barrio y le dice a una vecina que en cuanto pueda venderá el piso y se quitará a sus hijos de encima y se irá a Benidorm, acercándose a ella un jubilado bajito, Jacinto, que la saca a bailar.

Le cuenta que caza conejos con hurones y los vende a las carnicerías y cuida obras, y a la salida la lleva en su moto a su casa de Orcasitas.

La ve llegar Joaquín, que le dice que es una vergüenza que la vean con un enano por el barrio.

Joaquín lleva una televisión nueva de 100 pulgadas y dos teléfonos nuevos con el dinero obtenido, y le pide a Brenda que no estudie tanto y que practique con el yo-yo.

Acude al juzgado donde le dice que, como nunca fue a juicio, tiene una deuda con diferentes bancos de más de 112.000 Euros a los que se suma la deuda de Coimsa.

Vuelven a buscarlo sus amigos que le echan en cara que fuera a cobrar el resto del dinero de Coimsa sin avisarlos, enfadándose él, pues la deuda no era de 90.000 Euros como le dijeron, sino de 1.800.000, aunque ellos le exigen su mitad, diciendo él que solo cobró 2.000 Euros más y les dice que en el juzgado le dijeron que si no paga su deuda le embargan la casa de la madre, pidiéndole ellos sus 30.000 Euros que él dice no cobró, diciéndole ellos que para recuperar su dinero tiene que trabajar para ellos.

Le explica a su madre que firmó él por ella para obtener un crédito y la van a embargar.

Comen en casa de la madre, donde aparece Chema con un ojo morado, porque le pegó un compañero y los echaron a los dos.

Van al campeonato de yo-yo con Brenda, aunque no le va demasiado bien.

Tras ello van al nuevo asunto que tienen entre manos, para el que Joaquín debe actuar como búlgaro amenazando a un tipo para que pague sus deudas, aunque mezcla acentos mejicano, argentino y portugués con el supuestamente búlgaro.

Esther va con Jacinto al bingo y este le dice que si le echan de su casa puede ir a la suya, aunque ella dice que es mejor que se vean fuera, que no quiere ir en serio.

Brenda le dice a su padre que va a dejar el campeonato, pues no quiere ganar, solo divertirse y no quiere ser famosa. Él le dice que a su abuela le queda poco tiempo y debe hacerlo por ella para que se sienta orgullosa.

Al día siguiente se reúnen con el hombre al que amenazaron, haciéndose pasar Joaquín y Chema nuevamente de búlgaros, diciéndole que tiene 24 horas para pagar la deuda, aunque aparecen entonces tres tipos, un gallego que es el que manda, y un búlgaro, este real, que se llevan a los dos hermanos hasta un descampado, donde atan a Chema boca abajo y entierran a Joaquín dejando fuera solo la cabeza, orinando sobre él y le dicen que tiene 48 horas para entregarles 25.000 Euros a ellos.

Los rescatan Brujo y Luismi y les cuenta lo de su nueva deuda y que les dijo a los matones también los datos de ellos.

Esther va a casa de Jacinto, aunque le dice que no puede prestarle dinero.

Brujo se reúne con un amigo policía al que le expone el problema, proponiéndoles él un negocio, del que pueden sacar tres millones que les ayudarán a pagar sus deudas y a evitar el desahucio.

Brenda les baja comida a los enanos toreros, mientras Chema se enfada con su hermano, pues le mintió con el dinero que se suponía iban a conseguir con su fallido trabajo como extorsionadores, y cuelga boca abajo a Joaquín por la ventana.

Al día siguiente entran los dos hermanos junto con Luismi y Brujo vestidos como policías, al local de los chinos, donde se juega ilegalmente, fiándose de Chema, que decía saber chino, pero que solo sabe unas palabras.

Les dicen que allí no hay dinero negro, solo el dinero de las apuestas, reconociendo además uno de los chinos a Joaquín, porque se hace la manicura a su local y pide siempre final feliz y cree que es un empresario del petróleo por lo que habla allí y deben huir perseguidos por los chinos, aunque se dan cuenta tarde de que no está Chema.

Reciben una llamada de este llorando y diciendo que si no dan 50.000 Euros a los chinos en 24 horas, le mandarán un dedo suyo por cada día que pase.

Cuando regresa a su casa ve a Jacinto que fue a llevar a su madre y le pide que se vaya y lo amenaza, dándole Jacinto un cabezazo, haciendo que se enfade Esther, que empuja a Jacinto.

Al día siguiente, Joaquín se pone una peluca rubia y dice a sus amigos que va a ir a hablar con la policía para que no le pase nada a su familia y Luismi que se va a Portugal.

Vuelven a ver a Paco por el negocio del que hablaron, aunque cuando llama al vendedor le dice que está vendida y le dice que ahora cuesta 2.500.000, consiguiendo que al final se la ofrezca por los dos millones que dijeron al principio.

Les muestra luego a sus colegas el dosier, viendo que la pieza es la dentadura de Hitler.

Hablan con un amigo de Brujo que dice que si es real, encontrará un comprador.

Aparecen a la salida el grupo del gallego, los chinos y los enanos y deben huir, corriendo Luismi como un loco, lo que asusta a sus compañeros, pues ya los dejaron atrás, y temiendo que los mate, Brujo quita la llave de contacto, con lo que Luismi no puede dominar la dirección y acaban chocando contra un contenedor.

Luismi llora. Tenía el coche desde 20 años atrás, que se lo dejó su padre, sugiriendo el Brujo que denuncie el robo para que le den más que si lo vende.

Los tres llaman a sus respectivas familias para que se vayan de casa para evitar disgustos, yendo Esther y Brenda a casa de Jacinto.

Ellos tres van a un hotel, donde Luismi acaba tirando la televisión al suelo para que le dejen descansar.

Al día siguiente salen los tres con pelucas para reunirse con los posibles compradores de la dentadura. Le confiesan que la pieza está en dos millones, pero necesitan 100.000, diciéndoles el contacto que él puede colocarla por un 1.800.000 y les dará algo, y como no se ponen de acuerdo se marchan.

Van al banco para hablar con Moisés el director de una sucursal que es amigo de Brujo.

Necesitan que él certifique que tienen 2 millones, ofreciéndole a Moisés 400.000 Euros, debiendo facilitarles una oficina vacía.

Hablan también con Jacinto para que pida 10.000 Euros para poder tener la dentadura y llevarla a un perito que también deben pagar, pidiendo él que le cuenten todo.

Le llama su hermano para pedirle el dinero, pues teme por su vida y habla luego con Brenda, y le dice que está muy orgulloso de ella y es lo mejor que ha tenido en su vida, pues su madre se fue a Brasil, pero le cuenta que no es su hija

Acondicionan una oficina bancaria vacía y cuando llega el vendedor de la dentadura ve que hay mucha actividad, ignorando que son todo actores. Esther, su nieta y algunos amigos del barrio que se hacen pasar por clientes.

Los recibe el director de la sucursal, que tiene ya enfrente al Brujo con Joaquín y una perito para examinar la dentadura que les llevan.

Moisés arregló la prueba de fondos y ellos le entregan el depósito de 10.000 Euros.

La perito da su visto bueno y certifica que la pieza es auténtica.

Todo se complica cuando aparecen afuera los enanos toreros, pues no pueden permitir que los vean, decidiendo Esther llamar a la policía, pues sabe que defienden a los bancos, debiendo contarle que es una sucursal cerrada, y, además, Moisés les advierte que en 20 minutos irán a desmontarla.

Sale Brenda para hablar con los enanos y trata de invitarlos a un café, pero indican que están en horario de trabajo y puede pasar su jefe en cualquier momento. Contándoles ella que, pese a todos los defectos de Joaquín y de que se enteró el día anterior de que no era su padre, él la acogió y decidió cuidarla, pidiéndoles un favor.

Dentro discuten sobre el precio, que finalmente acepta en los dos millones iniciales, indicando el director de la sucursal que les entregará el justificante de pago y la pieza quedará depositada en la caja fuerte del banco y cuando les conste el reintegro podrán retirar la pieza.

Pero el propietario de la dentadura les dice que el acuerdo es que el pago se realizaría en efectivo, diciendo Paco a Joaquín que se lo dijo, aunque él dice que no lo recuerda, diciendo Brujo que como no tenían la información no lo previeron y en ese momento carecen de efectivo, pero que habló con su sucursal de Estocolmo y tesorería aprobó el envío de efectivo, aunque no les llegará hasta el día siguiente.

Entretanto llegan los operarios encargados de desmontar la sucursal, haciendo Brujo una llamada para evitar que se venga abajo el negocio.

Dentro, Moisés dice que le llamaron de la central y le dijeron que disponen del importe en metálico en otra sucursal, por lo que pueden hacer la transferencia y recoger en ella el dinero, aceptando el vendedor el cheque, quedándose Moisés la dentadura, aunque el vendedor dice que se quedarán allí sus hombres hasta que confirme el cobro.

Llega un coche policial, el del amigo de Brujo, que pregunta por los dueños de la furgoneta a los que hacen una inspección, ganando así algo de tiempo.

Cuando se va el vendedor, Moisés va a la caja fuerte para llevar la dentadura, acompañado por los dos guardaespaldas de aquel, saliendo luego con la dentadura tras dejar encerrados a los matones, celebrándolo todos jubilosamente.

Pero no se acaban ahí sus problemas, pues entonces aparecen los matones al mando del Gallego, decidiendo Esther salir ella para hablarles, observando todos asombrados cómo desaparecen todos los acreedores.

Pueden así ir a entregar la dentadura al comprador, que tras examinarla les indica que no se cierra el trato, tras observar que se trata de una imitación, algo que ellos no comprenden, ya que la perito certificó su autenticidad.

Se pelean entre ellos, pensando que les engañó Moisés.

Pero cuando llega la noche. el mueble de la sucursal donde guardó la dentadura Moisés se mueve, apareciendo por un agujero que hay en la pared, tras este, Jacinto.

Con el dinero conseguido por la venta de la dentadura, Esther paga a todos los acreedores, el Gallego y su grupo, los enanos toreros, y a los chinos que tienen a su hijo Chema.

Aunque lo de este no era cierto, no estaba secuestrado. Él les entrega a los chinos una parte del dinero, que se queda para él.

Esther viaja luego con Jacinto en Benidorm no cogiendo el teléfono a su hijo, pues no quiere quedarse sin el dinero, que, Jacinto le cuenta, que se quedó, tras realizar todos los pagos, incluido el de su casa, en 1.100.000.

Recibe un mensaje de Brenda de que llegó ya a Mallorca.

Los tres amigos siguen en la ciudad dándole vueltas al asunto, insistiendo el Brujo en que algo no le cuadra, pues no entiende que la madre de Joaquín pudiera pagar todas las deudas, diciendo este que se lo dejó Jacinto, lo cual tampoco le cuadra a Brujo, ya que tuvo que pedir un préstamo de 10.000 Euros para dejárselos, diciendo Joaquín que resultó que su familia tenía dinero, y que pagó incluso el embargo de la casa.

Les cuenta también que su hermano se fue a vivir a Tailandia, mientras sueña nuevamente con que algún día será muy rico.

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