Carta de una desconocida
Letter from an Unknown Woman (1948) * USA
También conocida como:
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"Carta de una enamorada" (Hispanoamérica)
Duración: 86 Min.
Música: Daniel Amfitheatrof
Fotografía: Franz Planer
Guion: Howard Koch (N.: Stefan Zweig)
Dirección: Max Ophüls
Intérpretes: Joan Fontaine (Lisa Berndle), Louis Jourdan (Stefan Brand), Mady Christians (Frau Berndle), Marcel Journet (Johann Stauffer), Art Smith (John), Carol Yorke (Marie), Howard Freeman (Herr Kastner), John Good (Teniente Leopold von Kaltnegger), Erskine Sanford (Porter), Betty Blythe (Frau Kohner), Leo B. Pessin (Stefan Jr.)
Viena. Alrededor de 1900. Tras regresar a su casa de madrugada, Stefan Brand le pide a su mayordomo que le prepare las maletas, pues piensa marcharse para no tener que acudir a un duelo al que le han convocado.
Mientras prepara todo, su mayordomo le entrega una carta en la que su remitente, una misteriosa mujer afirma que fue suya sin que él siquiera se enterase.
Lisa, la remitente recuerda el día en que se mudo a su portal, y cómo se quedó fascinada por los bellos objetos de su nuevo vecino, un músico, del que se quedará prendada tras verlo por primera vez.
Para poder ser digna de él fue a clases de baile y aprendió buenos modales. Estudió además la vida de los grandes músicos, estando siempre al tanto de sus triunfos mientras con su vigilancia conoció a sus amistades, la mayoría mujeres.
Recibirá por ello con gran dolor la noticia de que su madre se va a casar de nuevo con un empresario que tiene un negocio de uniformes militares, debiendo irse a Minsk sin tener la oportunidad de hablar con él, pues aunque lo espera en el portal antes de marcharse, este llega acompañado de otra mujer, perdiendo toda esperanza.
Al cumplir los 18 años un teniente con el que iba a los conciertos pide su mano, alegando ella que está ya comprometida con otro hombre en Viena.
Tras el disgusto de sus padres regresa a Viena, comenzando a trabajar pasando modelos en un taller de costura, yendo cada día tras el trabajo a la esquina de la casa de Stefan hasta que una noche se dirige a ella y la invita a cenar, yendo tras ello al Parque de Atracciones, donde hablan, sintiéndose muy a gusto juntos, siendo ella esa noche la acompañante que va con Stefan a su casa.
Pero su relación no puede continuar. Él debe partir hacia Milán para unos conciertos, y aunque en la estación le promete que en dos semanas se verán no será así.
Como fruto de su noche de amor Lisa se quedó embarazada acudiendo a una institución religiosa para tener a su hijo, dispuesta a no tener que pedirle ayuda a él.
Años más tarde, y por el bien de su hijo se casó con Johann Stauffer.
Hasta que un día vuelven a coincidir en la ópera, donde todos hablan de cómo dilapidó su gran talento. Y su presencia le incomodará tanto que abandona el teatro, aunque él que la había visto sale tras ella afirmando conocerla aunque no la recuerda bien. Y le pide ayuda pues cree haber visto en su cara la de la persona que siempre estuvo buscando.
Johann, conocedor de su historia le pide que no pierda todo lo que tiene por Stefan, pero ella cree que este le necesita de verdad, y tras enviar a su hijo Stefan al colegio en el tren acude a buscarlo a su domicilio, seguida discretamente por su marido.
Y una vez en su casa vuelven a besarse y él la invita a una copa. Pero mientras la prepara, y tras haber comprobado que él no la recuerda en absoluto decide marcharse sin despedirse.
Poco después le comunican la muerte de su hijo por tifus - que se les contagió al subir a un vagón del tren que estaba infectado - y que ella misma contrajo.
En su carta le cuenta que los momentos más felices de su vida son los que pasó con él, aunque no consigue terminarla. Lo hará una monja del hospital en que murió.
Una vez leída la carta se dirigirá al duelo al que le había retado el marido de la muerta y del que poco antes pretendía huir.