Te cuento la película

Encontré al diablo

Ang-ma-reul bo-at-da (2010) * Corea del Sur

          También conocida como:
                    - "Yo vi al diablo" (Hispanoamérica)

Duración: 144 min.

Música: Mowg

Fotografía: Lee Mo-gae

Guion: Park Hoon-jung (adaptación Kim Jee-woon)

Dirección: Kim Jee-woon

Intérpretes: Lee Byung-hun (Kim Soo-hyun), Choi Min-sik (Jang Kyung-chul), Oh San-ha (Jang Joo-yun), Jeon Gook-hwan (Jefe de escuadrón Jang), Kim Yoon-seo (Jang Se-yun), Chun Ho-jin (Jefe de Sección Oh), Choi Moo-sung (Tae-joo), Kim In-seo (Se-jung), Yoon Chae-young (Han Song-yi).

Un autobús escolar avanza por la carretera en medio de una nevada nocturna.

Pasa junto a otro coche que está parado y en el que una joven, Joo-yun, habla con su prometido por teléfono mientras espera la grúa, contándole que estuvo en el orfanato, como cada mes y que si tienen una hija la llevará allí para que vea las flores y los árboles, estando además cerca de Seúl.

El conductor del microbús se acerca al coche parado y le indica a la mujer que él le revisará los neumáticos, pues una grúa, con esa nieve tardará en llegar.

Pero su novio, Soo-hyun le advierte de que no abra la puerta y espere a la grúa y le ameniza la espera cantándole una canción de amor hasta que le interrumpe un compañero, diciéndole a su esposa que lamenta no haber podido estar con ella por su cumpleaños debido al trabajo, aunque asegura que se lo compensará.

El desconocido le dice que el coche está hundido, diciéndole ella que esperará a la grúa, viendo cómo el hombre regresa a su vehículo, aunque ella observa que este no se mueve, por lo que enciende las luces de su coche para ver mejor, observando cómo el desconocido está al lado, con un martillo.

Rompe con él el cristal y consigue abrir el coche, golpeándola a ella salvajemente con el martillo, sin que ella, aunque lo intentó, consiga salir.

Cuando despierta observa que está desnuda y envuelta en plástico, dentro de un enorme local, viendo cómo el hombre ata su muñeca con una cadena sujeta a un poste, observando cómo elige luego uno, entre varios cuchillos enormes, diciéndole que será muy fácil, porque tiene la piel muy suave.

Ella le pide que no la mate, preguntando él por qué, diciendo ella que está embarazada, aunque la respuesta del hombre es golpearla con el cuchillo, procediendo luego a desmembrarla, aunque no logra encontrar su anillo, que cae al desagüe por el que fluye luego la sangre de la mujer cuando limpia el suelo.

Al día siguiente un niño que juega con sus amigos junto al río encuentra una bolsa en la que ve que hay una oreja.

Se despliega en la zona un gran número de policías que rastrean la zona, y entre los que se encuentra el jefe Jang, padre de la muchacha, al que sus compañeros le piden que se marche a casa, llegando poco después también Soo-hyun, el prometido, justo cuando uno de los agentes descubre algo más dentro del agua, que observan que es la cabeza de la mujer.

Los policías se ven desbordados por la gran cantidad de curiosos y periodistas.

Soo-hyun visita a su suegro, que está consternado, pues después de ser detective durante 30 años fue incapaz de proteger a su hija.

Durante el funeral viven un gran dolor y él lamenta no haber estado a su lado, recordando que en realidad nunca estaba, aunque le promete que hará pagar al culpable el daño que le hizo.

Soo-hyun pide en su trabajo como agente del Servicio de Inteligencia, dos semanas de vacaciones, aunque su jefe le dice que se coja dos meses, que él rechaza.

Cuando se va, sus compañeros recuerdan que se prometieron un mes atrás.

Uno de sus compañeros le entrega una cápsula con GPS y micrófono que sacó a escondidas para ayudarle con su trabajo.

Su suegro le informa que la policía tiene sospechas de cuatro hombres, mostrándole sus fichas, pues ya fueron acusados de casos similares.

Soo-hyun va a casa del primero de los sospechosos, al que encuentra frente al ordenador masturbándose mientras ve una película porno.

Lo ata y le muestra la fotografía del coche de su mujer y le pregunta si recuerda eso, diciendo el hombre que no, ante lo que golpea sus partes con un martillo.

En comisaría avisan al jefe Oh de la presencia del hombre en el hospital, al que acude, contándole sus subordinados que confesó haber matado a varias chicas después de llegar en una ambulancia casi muerto, aunque no contó lo que le pasó, contándole que alguien le destrozó los testículos a martillazos.

Soo-hyun sigue buscando al sospechoso, encontrando al segundo de estos, que va en una moto, y al que enviste y luego golpea.

Entretanto, Kyung-chul, el asesino, que es el siguiente sospechoso en la lista de Soo-hyun, ve a una joven en la parada del autobús, y se acerca a ella, ofreciéndose a llevarla, pues, dice, no pasarán ya más autobuses, y aunque ella lo rechaza, el hombre insiste, y, viendo la muchacha que, en efecto no se acerca el autobús y que es muy tarde, acepta la proposición al ver que se trata de una furgoneta escolar.

Mientras conduce, Kyung-chul saca un trozo de tubería y para la furgoneta en medio del camino y comienza a golpear a la chica hasta dejarla sin sentido, llevándola al local donde mató a Joo-yun, cortándole con una guillotina, la cabeza.

Soo-hyun indaga sobre Kyung-chul, aunque hay varios con el mismo nombre, por lo que se hace pasar por un vendedor de seguros, encontrando a sus padres, que le dicen que hace mucho tiempo que no lo ven, no creyendo su padre que vaya a hacer un seguro familiar, si los abandonó a ellos y a su hijo, al que cuidan ellos.

Le pregunta luego, al salir, al hijo, si sabe dónde vive su padre.

Sabiendo dónde vive, entra en su casa, encontrando un mueble archivador donde cada cajón lleva un candado, reventándolos él para ver los cajones llenos de bolsos y prendas de sus víctimas, viendo que sus paredes están recubiertas de plástico.

Va luego al almacén donde Kyung-chul acaba con sus víctimas, viendo la guillotina y encontrando en el sumidero el anillo de su esposa, por lo que llora amargamente.

Entretanto, Kyung-chul realiza su trabajo, llevando en su microbús a un grupo de colegialas.

Para entonces, la policía, va también tras su pista, y llegan al colegio ya tarde, y, aunque lo llaman al móvil, aunque no lo coge.

Se lleva a la última de las alumnas, que se había dormido, hasta un invernadero sin saber que Soo-hyun le colocó un localizador en la furgoneta.

Ata a la niña y la amordaza, tras lo que comienza a desnudarla y a manosearla, diciéndole que lo hará rápido, sabiendo que ya perdió su trabajo y que lo buscan.

Pero cuando empieza la violación escucha un ruido y coge una hoz para ver de dónde viene, entrando de pronto Soo-hyun.

Kyung-chul enciende las luces y le pregunta si está solo y si es policía, no entendiendo cómo lo encontraron tan rápido, diciendo que no sabe con quién está jugando, mientras se acerca hacia él a toda velocidad con la hoz, dispuesto a acabar con él, aunque Soo-hyun consigue dominarlo fácilmente y no deja que le hiera.

Corre luego tras él y lo alcanza, cubriendo su cabeza con un plástico que le impide respirar, consiguiendo así que se debilite, golpeando luego su cabeza contra una piedra, disponiéndose luego a reventarle la cabeza con ella, aunque en el último momento se arrepiente. Le hace tragar la cápsula con el GPS y le rompe la mano antes de irse.

Cuando Kyung-chul despierta, está en un hoyo y ve que tiene un sobre encima lleno de dinero, no entendiendo nada, pensando que el hombre que le atacó es un psicópata.

Abandona el autobús y comienza a andar y hace autostop, recogiéndolo un taxi que lleva ya otro pasajero - en realidad el cuarto de los asesinos de los que el suegro le informó y al que no llegó a investigar -, diciéndole el conductor que ha tenido mucha suerte de que pasara por allí un taxi de noche, aunque él le dice que ellos no han tenido tanta suerte.

Saca su cuchillo y se lo clava en la garganta al conductor y luego ataca al otro pasajero, a los que les clava el cuchillo repetidamente hasta que el taxi acaba chocando.

Abre luego el maletero y observa que llevaban en él al verdadero taxista asesinado.

Baja luego hasta un río cercano y se lava, cogiendo, tras abandonar los cadáveres, una bolsa que llevaban y se va con el taxi, con el que va a la ciudad, visitando a un doctor para que le cure la muñeca.

A la salida se fija en la recepcionista y cuando esta termina su turno y va a cambiarse, lo encuentra esperándolo, dispuesto a violarla.

Le pide que se quite la ropa amenazando con rajarle la cara, y cuando le pide que se quite el sujetador, ella pide que no le obligue, lanzándole él algo a la cabeza.

Soo-hyun escucha las palabras de la muchacha desde el coche.

Kyung-chul se acerca a la muchacha y la manosea, y la obliga a agacharse para hacerle una felación, abriéndose entonces la puerta, viendo que entra Soo-hyun que lo golpea con un extintor repetidamente.

Kyung-chul se hace con un bisturí, y se sorprende al ver que Soo-hyun lo agarra con la mano sin dudar y luego lo golpea duramente con una banqueta y le dice que no sea débil, pues su pesadilla acaba de empezar, pidiendo a la muchacha que se quede para curarlo.

Le clava tras ello el bisturí atravesándole el talón, pidiendo a la chica que cierre los ojos y se tape los oídos para no escuchar las fuertes gritos de dolor al cortarle el tendón de Aquiles.

Con las curas de la enfermera recupera el conocimiento, en la parte trasera del taxi, donde vio que lo dejaron abandonado.

Busca bajo el coche tratando de ver si tiene algún rastreador.

Sabiendo que Soo-hyun lo escucha, asegura mientras bebe y conduce que si quiere guerra la tendrá, tras lo que para y deja el coche abandonado y para otro, llevando un pincho.

El jefe Jang, su suegro, llama a Soo-hyun preocupado, pues la policía cree que es él quien está tras Kyung-chul y le dice que es mejor que lo deje correr.

También su cuñada le pide que lo deje, pues eso no hará que su hermana regrese y el hombre está loco y no debe obsesionarse, pues ella mira hacia atrás constantemente por miedo a que alguien la siga, y no tiene sentido, aunque él dice que para él sí tiene sentido.

Kyung-chul busca refugio en casa de su amigo Tae-joo y de su novia Se-jung.

Su amigo le insiste en que pruebe la carne, aunque él se niega, asegurando Tae-joo que una vez que se prueba la carne humana no quiere otra cosa.

Tae-joo cría además rottweilers, asegurando que les chifla el olor de la sangre.

Recuerda que cuando se conocieron querían crear un grupo paramilitar.

Siguiendo la señal del rastreador, Soo-hyun llega a la casa de los amigos.

Tae-joo le dice que el otro hombre es un cazador que disfruta cazando y dejando huir a su presa. Que debió volverse loco cuando perdió a su zorrita y ese fue el nacimiento del diablo.

Invita a Kyung-chul a quedarse a dormir mientras él va a prepararse su próxima comida.

Baja al sótano, donde guarda en una nevera piezas humanas, aunque ve que se le acabaron ya las tripas, por lo que va a buscar a una chica que tiene encerrada y a la que le dice que lo hará rápido si no quiere sufrir como su hermana, diciendo que no entiende por qué no le dejaron pasar, pues ni siquiera les pidieron dinero.

De pronto, y cuando va a matarla se apaga la música. Va hasta el equipo para poner ópera, viendo al regresar que no está la chica, y al volverse ve a Soo-hyun y le pregunta cómo entró sin hacer ruido y le dice que sentía curiosidad por conocerle, y que no parece un monstruo, llamándolo él enfermo.

El hombre está seguro de sí mismo, ya que tiene un afilado cuchillo, pero Soo-hyun consigue quitárselo y le clava la mano con un destornillador a la mesa y lo ata con una cadena por el cuello y le dice que le cortará manos, pies y después cabeza, lo mismo que iba a hacerle él a la chica, según le dijo minutos antes.

Pero Kyung-chul está muy atento y lo escucha, evitando que Soo-hyun llegue a cortarle la mano a su amigo al aparecer con un rifle, con el que le dispara obligándolo a huir, aprovechando para desatar a Tae-joo, que debe arrancarse el destornillador clavado.

Huyendo, sube al piso de arriba, donde se hace con una pica para esperar a Kyung-chul, aunque lo sorprende Se-jung por detrás, hiriéndolo en un brazo, aunque luego él la golpea hasta dejarla sin sentido.

Debe enfrentarse tras ello a Tae-joo, que aparece con un cuchillo y lo sorprende, pese a lo cual consigue dominarlo, golpeándolo duramente con la barra.

Cuando ve la sombra de Kyung-chul acercándose, y para evitar ser sorprendido, lanza al suelo anzuelos, sabiendo que va descalzo, consiguiendo hacerle caer y sorprenderle, tras lo que lo golpea con la barra inmisericordemente mientras pregunta en voz alta por qué.

La policía evacua a Tae-joo y a Se-jung y los lleva al hospital.

Preocupado, el jefe Oh habla con el Jefe Jang, mostrándose preocupado, pues, le dice, Soo-hyun se ha convertido en un monstruo tratando de combatir a otro monstruo.

Soo-hyun y Kyung-chul también deben ser atendidos, aunque en secreto, en otro hospital, donde se pasan dos días inconscientes.

Cuando Soo-hyun se recupera, su ayudante le pide que entregue a Kyung-chul, aunque él dice que aún no acabó y que todavía debe sufrir más.

Cree que estará inconsciente al menos un día más, aunque en realidad llega a escuchar cómo el ayudante le preguntaba a Soo-hyun por la cápsula que le hizo tragar, asegurando el joven que solo la expulsará si tiene una diarrea.

Kyung-chul despierta en un túnel, abandonado, donde, a pesar del dolor, ríe, sabiendo que Soo-hyun le está escuchando.

Le dice que va a adivinar quién es. Sabe quién era su mujer y le dice que lamentará no haberle matado cuando pudo y haberle menospreciado, contándole que antes de morirse, le confesó su embarazo y suplicó por su vida y que debería haber estado más cerca de él, pues otros morirán por no estar.

Siguiendo la señal del rastreador llega a la farmacia donde poco antes se hizo con unos laxantes, debiendo auxiliar al farmacéutico, gravemente herido, aprovechando Kyung-chul ese tiempo para expulsar la píldora, que recoge de entre sus heces.

Llega un policía al servicio donde evacuó la píldora y lo ataca y se la hace tragar, huyendo él en el coche del policía.

Cuando Soo-hyun llega al lugar encuentra al policía atacado y se da cuenta de lo ocurrido.

Desde el coche policial Kyung-chul llama al jefe Oh y le dice que se va a entregar después de terminar algo pendiente.

Soo-hyun va al hospital donde está Tae-joo y le pregunta dónde puede estar, aunque Tae-joo le dice que ha cabreado al tipo equivocado, pues él siempre acaba ganando y le dice que él siempre se venga y que irá a por la familia de su chica y que después se entregará a la policía y así estará a salvo.

Pero, le dice, a su chica no le debió ir tan mal, pues al contrario que él, Kyung-chul les da a las chicas placer antes del dolor, rompiendo a reír, ante lo que le rompe la mandíbula para que no pueda volver a reír.

Su ayudante le confirma que intervino la conversación policial, y que, en efecto dijo que iba a acabar unos asuntos antes de entregarse, viendo que la llamada la hizo ya desde cerca de la casa de su suegro, por lo que sale a toda velocidad, incluso en dirección contraria mientras trata de llamar a su suegro para advertirle, aunque demasiado tarde, este abre la puerta al hombre, que dice va a entregar un paquete.

Llama al detective Oh para advertirle de lo que va a suceder al jefe, enviando este a sus agentes más cercanos para evitar la tragedia.

Demasiado tarde, Kyung-chul sale de la cocina con un cuchillo ensangrentado y con el abrigo de su víctima, al que dejó malherido.

Lo golpea duramente con una pesa esperando que se vuelva loco, reprochándole que se lanzara como un loco contra él y preguntándole cómo conseguirá que su yerno se enfade.

Entra entonces su hija, ignorante de lo que le espera dentro.

Ve una silla tirada y llama a su padre, con cierto recelo, al no escuchar nada, avanzando con timidez, siendo sorprendida por Kyung-chul

Cuando finalmente Soo-hyun llega, la casa está ya rodeada de policías

El jefe Oh lo recibe enfadado y le pregunta si sabe lo que ha hecho y le pregunta cómo se atreve a ir, permitiéndole pasar para que pueda ver a su suegro, vendado y en un estado lamentable, apretándole la mano, viendo rastros de sangre por todo el piso.

Oh recibe en ese momento una llamada de Kyung-chul, al que le pregunta si le hizo algo a la chica, diciendo él que lo averiguará más tarde, y pide que le pase con Soo-hyun.

Le dice que también él sabe vengarse y que ha ganado.

Encuentran, en efecto a Se-yun muerta.

Totalmente fuera de sí, Soo-hyun conduce a toda velocidad hacia la comisaría, donde toda una corte de policías espera la llegada de Kyung-chul para entregarse.

Lo hace en el coche policial robado, del que baja sangrando, con un cuchillo en la mano, llevando puesto el abrigo del jefe Jang.

Levanta sus manos a la espera de que le detengan, saliendo todos los policías a por él, aunque en ese momento llega Soo-hyun a toda velocidad y lo coge y lo lleva arrastrando en su coche, no pudiendo los policías hacer nada.

Lo lleva hasta su propia casa, y al almacén donde acababa con sus víctimas, donde lo ata y lo coloca bajo la guillotina y le dice que tiene razón y que cometió un error subestimándolo, pero que le tratara mejor, apagándole el cigarrillo en la frente.

Kyung-chul le pide que le mate ya, clavándole un destornillador con el que le atraviesa la cara de lado a lado, a la altura de la boca, diciéndole que si hubiera querido matarlo ya lo habría hecho, que tiene que esperar un poco. Que le matará, pero en el momento más doloroso para lograr la venganza absoluta.

Kyung-chul repite las palabras de sus víctimas pidiendo que no le mate. Que pagará por sus pecados y le dice que lo siente.

Soo-hyun Le pregunta si tiene miedo y si se da cuenta de lo que ha hecho, diciéndole Kyung-chul que deje de jugar con él y que le ahorre el rollo y le dice que ha perdido él, pues aunque crea que ha podido con él, no es así, pues él no sabe lo que es el dolor ni el miedo y no puede conseguir nada de él, por lo que el perdedor es él.

Soo-hyun le dice que solo espera que sufra incluso después de morir.

Se marcha después de dejar preparada la guillotina de modo que si suelta una cuerda que sujeta con los dientes caerá la guillotina, y la cuerda, a su vez, atada a la puerta y el transmisor a su lado.

Mientras se aleja llega un taxi del que se bajan los padres y el hijo de Kyung-chul.

Sabiendo que le escucha le asegura que vivirá y le pregunta si de verdad cree que puede joderle, asegurando no tener miedo.

Pero entonces escucha a su hijo llamándolo desde el otro lado de la puerta, y él le pide, sin poder soltar la cuerda que sujeta con la boca que no abra la puerta, escuchando también a sus padres.

Estos y su hijo tratan de abrir la puerta, que creen atascada y tiran con fuerza sin escucharle pidiéndoles que no abran y que se marchen.

Su padre tira con fuerza haciendo que suelte la cuerda que sujetaba con los dientes, momento en que cae la guillotina y acaba rodando su cabeza.

Tras escuchar el llanto de su familia al verlo, Soo-hyun se quita los cascos y continúa su camino, rompiendo a llorar amargamente tras haber completado su venganza, a un precio tan elevado.

Calificación: 3