Te cuento la película

Eres tú

España / USA (2023) *

          También conocida como:
                    - "Love at First Kiss" (México y Ecuador)

Duración: 95 min.

Música: Iván Palomares

Fotografía: Sergi Gallardo

Guion: Cristóbal Garrido, Adolfo Valor

Dirección: Alauda Ruiz de Azúa

Intérpretes: Álvaro Cervantes (Javier Castaños), Silvia Alonso (Lucía), Susana Abaitua (Ariana), Gorka Otxoa (Roberto Molina), Pilar Castro (Sonsoles Durán), Fabia Castro (Esther), Mauro Muñiz de Urquiza (Santiago Doñate) Lara Oliete (Carla), Nintón Sánchez (Becario).

Javier asegura que todo lo que necesitas saber de una persona está en el primer beso y que, cuando besas a alguien puedes sentir si esa persona es para ti o no.

Mientras piensa en ello, sentado en la barra de la discoteca llega Berta, su novia, aunque también aparece Silvia, una chica con la que salió antes, que le dice a Berta que cuando empiezas a salir con él es muy atento, pero luego comienza a mirarte de forma rara como si supiera algo que tú ignoras, y luego te deja de un día para otro.

Berta dice que a ella no le ha dejado, diciendo Silvia que con ella lo hizo allí mismo. Que la cita un viernes con el bar lleno, porque sabe que así podrá dejarla sin que se atreva a montar un escándalo, e incluso habrá pagado ya, tal como pueden ver, para salir corriendo, asegurando que le dirá que no le ve futuro, como a todas, porque tiene miedo al compromiso.

Berta no entiende nada, pues estaban bien, y no entiende cómo puede saber que lo suyo no tiene futuro.

Javier recuerda su primer beso, cuando tenía 16 años.

Estaban jugando a la botella, y cuando le tocó a él y besó a la chica, vio en su cabeza fragmentos de futuro que no lograba entender.

Pero comenzó a salir con la chica, viendo que su relación evolucionaba exactamente igual a como lo vio cuando le dio aquel primer beso, hasta descubrirla, tal como había visto entonces, besándose con otra chica.

Asegura que perdió 6 meses con ella. Pero con su siguiente cita confirmó sus sospechas.

En la facultad ya soñaba con tener su propia editorial y encontrar nuevos talentos.

La chica a la que se lo contaba le contó que a ella le gusta bucear a pulmón, y, al besarla, se vio a sí mismo ahogándose.

Y desde entonces siempre fue así. Con su primer beso sabe qué va a pasar, los buenos momentos y los malos, por eso disfruta y las deja antes de que las cosas comiencen a torcerse.

Tampoco su editorial, Mon FORTE, va mejor, lamentando Roberto, su mejor amigo que su "don" no le sirva en el trabajo, citándolo para cenar esa noche, aunque cuando le dice que también irá Lucía, su novia, trata de excusarse, aunque Roberto no le da otra opción y le dice, además que Lucía llevará a una amiga.

Acude antes a un encuentro con otros editores, que parecen estar enterados de su difícil situación, pues se rumorea que tendrá que cerrar a final de año, lo que él niega, asegurando que está tratando con inversores y además para septiembre sacan el nuevo libro de Sonsoles Durán, que debe estar en su casa trabajando, aunque le señalan que está allí en la fiesta, observando que está muy borracha.

Le dice que estaba angustiada y paralizada y le dice que pronto podrá leer algo, diciéndole que hace libros, no salchichas y que podría estar con otra editorial más potente.

Pero él sabe que en realidad ninguna otra editorial la quiere. Que tuvo un gran éxito con sus primeras novelas. Era la voz de su generación, pero lo gestionó mal y lleva 10 años sin tener un éxito, aunque él confía en que vuelva a triunfar para salvar su negocio mientras la ve haciendo el ridículo cantando borracha.

Por la noche va a cenar con Roberto, Lucía y la compañera de esta, Esther, indicándole Lucía que para mejorar la editorial debería probar un focus group, juntando a un grupo de gente distinta para que opinen de sus libros, aunque él rechaza la idea.

La chica está triste, y llora mientras le cuenta que la dejó su novio después de 7 años cuando sacó la oposición como funcionario de prisiones.

Terminada la cena, Esther propone ir a tomar una copa, pero Roberto dice que tiene que trabajar al día siguiente, quejándose Lucía, pues nunca salen.

Roberto se retira y siguen ellos tres, viendo Javier y Lucía cómo Esther baila emocionada, diciendo Javier que cuando termine la cerveza se va, aunque Lucía le dice que le prometió a Esther que tendría una cita y es él.

Él dice que no cree que quiera eso, diciéndole a Lucía que sabe que no lo soporta, aunque Lucía le dice que es un polvo de transición, pues es un egoísta con miedo al compromiso.

Esther los obliga a salir a bailar pese a que ellos se muestran reticentes, besando a Lucía y luego a Javier, que ve que el futuro es que en cuanto salgan ella le vomitará, aunque luego Esther les obliga a besarse a ellos, pudiendo ver al besar a Lucía un futuro muy feliz, incluidas dos niñas gemelas.

Esther se encuentra tan mal tras vomitar, tal como él había previsto, que deben llevarla hasta su casa, donde se toman un poleo.

Ella le pide perdón por lo que dijo antes, aunque observa que él también aprieta la mandíbula mientras hablan, alegando él tener bruxismo, diciendo ella que con Roberto se le pasa porque le ríe cualquier gracia y no es tan gracioso y si no se ven no es porque esté con ella, sino porque está deseando irse a casa para ver una serie.

La tensión sexual crece entre ellos, pero él la rehúye, pues es la novia de su amigo y decide marcharse.

Al día siguiente ella va a verle a la editorial y le da las gracias por ayudarla con Esther, diciéndole además que cree que la noche anterior pasó algo, pero, a pesar de que habían bebido, fueron adultos y no pasó nada y no quiere que le dé importancia, diciendo él que entiende que quiere decirle que estaría mal liarse con la novia de su mejor amigo, diciendo ella que lo único que desea es que todo esté bien entre ellos. Quiere que sean amigos, pues ha visto que es majo y ella también puede serlo.

Ve que tiene un libro de Santiago Doñate, que a ella le gusta, y le recomienda ficharlo, pese a que él asegura que no quiere ese tipo de literatura.

Acuden a una charla de este y habla con él, que se da cuenta de que no conoce sus libros y que le dice que sabe que su editorial debe dinero a todo el mundo.

Hablan a la salida. Él es de la opinión de que todos quieren ser queridos y que les quieran, y cree que no es necesario pasarlo mal para ello, aunque ella cree que en eso está la gracia, en poder analizar lo que va bien o mal.

Le muestra un libro sobre Fitzgerald y Zelda, una pareja que lo pasó muy bien, pero que acabó mal, apuntando Lucía que seguramente hubieran hecho lo mismo pese a saber que acabarían mal.

Va luego él solo a beber a un bar, decidiendo la camarera, Ariana, invitarlo, contándole que ella actúa, canta, pinta y baila en performances.

Sale de la barra y le pide que coloque sus manos sobre las suyas y le mira fijamente hasta que él empieza a sentirse incómodo, diciendo ella que puede estar hasta hora y media hasta que la persona se abre y cuenta sus emociones.

Él solo le dice que tiene hambre, decidiendo ella invitarlo a crepes, aunque no lo lleva a una crepería, sino a su casa, que él le pregunta si comparte al escuchar un ruido, viendo que sale un hombre semidesnudo que le pregunta qué hace allí, contando ella que ha ido a buscar su crepera que el dueño de la casa dice que la consiguió su madre, pero ella coge la crepera y sale corriendo, y Javier tras ella hasta un portal, diciendo ella que no les seguían, pero quería meterle en un portal, abalanzándose sobre él, que la detiene y le dice que le gusta alguien, señalando ella que justo ha tardado hora y media, como dijo ella, en abrirse. Contándole finalmente que está enamorado de la novia de su mejor amigo, aunque está seguro de que su relación no tiene futuro.

Pero al día siguiente vuelve a quedar con Roberto, que le cuenta que quiere comprarse un piso con Lucía y que desea casarse y tener hijos con Lucía.

Javier le dice que antes tenía planes de viajar, conocer mundo y vivir aventuras, diciéndole él que ahora tiene una consulta y está con Lucía, diciéndole Javier que él ya no los ve como antes, que estaban siempre riendo y felices y que parece que se han estancado en la rutina, reconociendo que quizá tiene razón, que se ha acomodado.

De hecho se va tras darle las gracias a su amigo y se presenta en el trabajo de Lucía, y él se pone de rodillas delante de todos los colaboradores y le entrega su anillo.

Todos aplauden, pero ella lo rechaza.

Hecho polvo, se encierra en el baño, mientras Javier trata de consolarlo, aunque siente que su amigo lo vio venir y él no, contándole que se fue a casa de Esther y él volverá con su padre.

Decide intervenir e ir a ver a Lucía para tratar de convencerla de que no deje a Roberto.

Mientras hablan, llega Esther, que al ver allí a Javier le pide a Lucía que los deje solos, recordándole que fue ella quien le dijo que era el polvo perfecto para hacer la transición, aunque Lucía le dice que no es buena idea, pues es un crápula, aunque se da cuenta entonces de que Javier ya se marchó.

Le llega el manuscrito de Sonsoles y ve que empieza bien, pero al final se desinfla, por lo que decide que llegó el momento de cambiar de estrategia, tal como le sugirió su compañera para que busque un nuevo punto de vista.

Recurre, tal como le sugirió Esther a un focus group, donde un grupo de potenciales lectores de la novela expresen su opinión, observando, que, igual que opinaba él, todos creen que está bien, pero al final se desinfla, aunque todos dicen que la recomendarían, por lo que abraza contento a Lucía y le da las gracias.

Acaban tras ello yendo a casa de Lucía y acostándose.

Se sienten mal tras ello, aunque él asegura que iba a terminar pasando y acuerdan no contarle nada a Roberto, pues ambos afirman, no es momento para iniciar una relación seria, asegurando ella que es un polvo de transición que no va a ningún sitio.

Pero sí iba y él lo sabía.

Comienzan a salir y alquilan un piso nuevo, yendo todo tan bien como vio cuando la besó la primera vez, viendo luego en su ordenador las fotos que reflejan esos momentos que vio antes en su cabeza.

Un día, cuando vuelve a casa se reencuentra con Ariana, que lo invita a su nueva casa, saliendo por la ventana al tejado, aprovechando que hay un andamio.

Ariana le dice que le gustaría volver a Australia, donde ya vivió, contándole que ha viajado mucho y fue peluquera en Tailandia, taxista en Lima y modelo de zapatos ortopédicos en Getafe.

Le dice que es la casa de un amigo que está medio año escalando y la otra mitad allí, aunque ella lleva allí un año y recuerda que la última vez que tuvo noticias de él le escribió antes de subir al Matterhorn.

Le pregunta qué tal con la novia de su amigo, diciéndole que pronto será su novia, pues lo ve muy claro, diciendo ella que no siempre es todo tan claro en el amor, asegurando él ser un hacha en la materia y que sabe lo que le espera tras el primer beso, diciendo ella que si lo que quería era besarla se lo podía haber dicho, aunque él dice que no quiere besarla, pidiéndole ella que le demuestre su poder.

Pero esta vez no ve más que ese andamio y el beso de ese momento, por lo que le pide probar otra vez, asegurando no ver nada, pensando que debe ser que una vez que has encontrado a la mujer de tu vida se pierde ese poder.

Y tras darle las gracias se marcha, dejándola a ella perpleja.

Llega a la editorial con la planta favorita de Lucía, y le pregunta cómo está, pues le llamó muchas veces, diciéndole este que solo fueron dos y que no se lo cogió porque estaba muy mal, asegurando que no se concentra en el trabajo ni duerme bien.

Javier le propone hacer un viaje juntos, por ejemplo a Granada, como tras su anterior ruptura, diciéndole que lo pensará.

Cuando se despiden, Roberto repara en el salvapantallas de Javier, una foto en que está besándose con Lucía.

Roberto se marcha enfadado y le dice que Lucía era la única que le faltaba, aunque al menos esperó a que no estuviera con él, contándole él que se besaron la noche que quedaron con Esther, cuando él todavía era su novio, tratando de explicarle él que fue algo accidental, pero que le sirvió para ver que era la mujer de su vida.

Roberto le dice entonces que le hacía gracia lo de su don y le daba por ello la razón como a los locos pero sabe que acabará haciéndola infeliz como a todas.

Pero, señala, Roberto se equivocaba, y los siguientes, fueron los meses más felices.

Pero hay cosas que conoce y que le hacen vivirlo todo sin pasión. Y así, si ella le propone ir a ver una nueva exposición él le dice que no le va a gustar y le parecerá un tostón.

Lo llama Carla, su ayudante, y le dice que se ha dado cuenta de que Sonsoles ha plagiado su libro de otros 5, y se dio cuenta con él ya impreso.

Va con él a ver a Sonsoles y le dice que se ha dado cuenta del plagio, debiendo reconocerlo e indicando que no se le ocurre nada ya, pues antes le pasaban cosas, y ahora ya no sabe qué le ocurre a la gente joven.

Le presenta por ello a Ariana, porque es joven, viaja por el mundo, le pasan cosas y se mete en muchos líos para que sea su musa.

Un día, cuando llega a su casa dice en bajo "sorpresa", lo que inquieta a Lucía, aunque él niega haberlo dicho, aunque, cuando entra al salón se encuentra, en efecto, con una fiesta sorpresa, como él ya la había visto en su primer beso.

Y tras la fiesta Lucía le dice que le pareció que se lo olía, diciendo él que vio el coche de Rubén aparcado en la esquina, pero que fue un gran detalle.

Le muestra luego su regala, dos pasajes para Marraquech, porque oyó contar a Roberto que era su lugar preferido porque fue allí a las últimas vacaciones con su padre.

Pero en su actitud ella nota que ya sabía de qué se trataba y le pregunta si le mira el móvil, para decir luego que si no es así es que para él es predecible, pues cada vez que hacen algo es como si supiera lo que va a pasar y no lo sorprende nunca y las relaciones monótonas no funciona.

Él trata de animarla y decir que se van a ir a Marraquech, pues además hace años que no se queda en la Mamounia, preguntando ella cómo sabe que la reservó, diciendo él que Marraquech es siempre igual, pues regatearán por una alfombra que podrían sacar por 100, pero ella le hará pagar 200 y le recomendará el mejor cuscús y al final no le hará caso y comerá una ensalada César, se intoxicará con la salsa y pasarán el resto del viaje en el hotel, y el aeropuerto comprará el "Hola" donde dicen que Carlota Casiraghi lo deja con su novio.

Tras ver su actitud ella dice que se irá al viaje con Esther, pues se han pasado la mitad de la relación escondiéndose de Roberto y la otra mitad sin separarse nunca y les vendrá bien un poco de aire.

De hecho él le llama mientras ella está con Esther en la medina y cómo esta acaba consiguiendo una alfombra por 100 Euros, aunque al ver que lo predijo Javier se van sin comprarla.

Entretanto, Ariana le cuenta sus experiencias a Sonsoles, como cuando consiguió llegar a alcaldesa de un pueblecito de Australia donde importó las fallas.

Aprovechando que está solo va a la performance de Ariana, que le hace salir al escenario con mímica y acaba cayéndole encima, sorpresivamente, un cubo de sangre.

Al tener su ropa manchada le deja un ridículo jersey, tratando ella de quitarle la sangre, momento en que él siente el impulso de besarla, aunque ella lo evita, al saber que tiene novia, diciéndole él que con Lucía lo tiene todo claro y está bien, y con ella no tiene nada claro, pero también está bien.

Indica que esa noche se aclararon sus dudas. Que pensó en todo lo que había esperado en su vida hasta encontrar a Lucía y no podía perderla.

Fue a ver a Doñate para conseguirle una dedicatoria, encontrándose con la sorpresa de que, acompañando a Doñate en la charla está Roberto.

Ariana le cuenta a Sonsoles su historia con Javier, preguntándose desde cuándo ha ido ella detrás de alguien.

Sonsoles, por su parte, le reconoce que todas esas vidas que le cuenta no le interesan ni para contarlas ni para hacerlas ella, y que, cuando se pone a escribir empieza a comprar cosas en Internet que no le interesan nada y que debe devolver.

Además, cada vez que va a una fiesta se emborracha, porque como no bebe, cuando toma una copa, parece una borracha, y además le gustaría salir del círculo literario y dejar de ser un personaje y ser una persona normal y conocer a otro tipo de personas, confesándole que le gusta un chico rumano que está haciendo una obra en la casa de su padre en la sierra, pese a que no se entienden entre ellos por el idioma.

Ariana coge todas las notas que tomó de sus charlas y las tira y le dice que lo que tiene que escribir es lo que siente.

En la presentación del nuevo libro de Doñate presenta a Roberto Molina como un héroe que ha estado en países deprimidos ayudando a la gente con problemas en los pies, los grandes olvidados de la cooperación según Doñate, diciendo él, que en efecto, pues en ocasiones deben andar 15 kilómetros para coger agua y es importante tener bien los pies, ya que en esos países tienen los mismos problemas que en España.

Le dicen que se ha convertido en un referente de la cooperación.

Y de pronto repara en la presencia de Javier y recuerda que tenía una vida muy cómoda con su consulta y su novia, habiendo incluso pagado la entrada para un piso, pero le rompieron el corazón cuando su novia le dejó por su mejor amigo.

Javier pide la palabra para decir que cuando una pareja funciona no hay nadie que pueda romperla y que a lo mejor la hubiera retenido si la hubiera escuchado, diciendo Roberto que se iban a casar, y recordando Javier que ella no quería.

Javier reconoce que lo hizo mal y que no tenía que haberle mentido. Que no quería hacerle daño, y le dice que lo siente.

Roberto le dice que ahora le va todo bastante bien, pues viaja mucho y ayuda a la gente, y reconoce, sigue queriéndola y por eso está contento de que sea feliz con él y acaban abrazándose entre los aplausos de los demás asistentes.

Lucía regresa finalmente de su viaje a Marraquech, preguntándole él cómo le fue, contándole ella que logró sacar una alfombra por 100 Euros, pero la dejó porque ya no le gustaba, y el segundo quería pedirse una ensalada César porque tenía muchas ganas, y no se la pidió, pero Esther sí, y no le pasó nada, pero ella se quedó sin ella, pero dice, que al final fue el mejor viaje de su vida, pues al tercer día se relajó y decidió hacer lo que le apetecía y dejar de escuchar su vocecita en la cabeza y se lo pasó muy bien, algo que es fácil cuando te dejas sorprender y les pasaron cosas buenas y malas, pero incluso con las malas se rieron mucho, y además se compró la revista donde anuncian que Carlota se casa con su novio.

Le dice luego que va a cambiar los sofás de sitio, lo que hacía constantemente cuando estaba mal con Roberto

Javier le cuenta luego que vio a Roberto y que está muy cambiado y le propone quedar con él para tratar de arreglar las cosas.

Quedan en efecto con él, pero Javier dice que no podrá llegar, aunque está fuera del restaurante observándolo todo, viendo que al escuchar el mensaje Lucía está a punto de marcharse, pero llega Roberto y finalmente se queda.

Ella le pide disculpas, aunque Roberto le dice que no suena sincero, diciendo ella que se va, aunque entonces él le pide perdón, pues, dice, se quedó descolocado.

Le pregunta si es feliz.

Antes de contestar ella le dice que le sorprende su barba, contándole él que cerró la clínica y que el mes próximo se va a Madagascar.

Tampoco compró el piso, pues dice, no quiere nada fijo.

Desde fuera, Javier los observa y sonríe al ver su complicidad, antes de marcharse.

Ella le cuenta que está bien con Javier, pero le cuesta sorprenderle. Recordando que él lo intentó cuando le llevó el anillo, diciendo ella que no era el momento.

Le pide un abrazo en condiciones y le dice que le echa de menos, diciendo Roberto que él también.

Javier dice que se pasó la vida buscando una gran historia de amor y la encontró, pero no era la suya, dejando la casa de Lucía y piensa que cuando uno no se obsesiona por encontrar a la mujer de su vida hace cosas sorprendentes.

Javier deja un sobre a Ariana, que ve que se trata de un billete de avión para Australia.

Empieza a ir a presentaciones de otros editores, editores pero ahora se interesa por su forma de trabajar y a compartir dudas y fue sincero consigo mismo por vez primera y les dijo a los otros editores que su editorial va mal por su culpa, pues no ha sacado un buen libro todavía, aunque tiene el próximo de Sonsoles Durán que cree que es maravilloso.

A la presentación de este acuden Roberto y Lucía, nuevamente juntos.

Sonsoles dice que su libro está siendo un éxito y le da las gracias a Javier porque supo ver en ella algo que ni ella misma veía desde hacía mucho tiempo, una escritora.

Se abrazan y Sonsoles le pregunta por su vida sentimental, diciéndole él que está parada, diciéndole ella que le ha llevado una sorpresa, viendo que invitó a Ariana.

Él le pregunta si ha vuelto de Australia, diciendo ella que no fue porque le dio pereza, y con el dinero de los billetes se está autoproduciendo un podcast.

Se despide, pero él la sigue y le dice que se estaba allí se podrían haber visto, diciendo ella que tiene pocas cosas claras, pero sí sabe cuándo le gusta alguien y no necesita ver el futuro para lanzarse.

Le dice tras ello adiós y se va, aunque él la sigue y le dice que la acompaña, preguntando ella que a dónde, diciendo él que adonde sea, tras lo que se besan.

Calificación: 2