Te cuento la película

Estoy pensando en dejarlo
Estoy pensando en dejarlo

I'm Thinking of Ending Things (2020) * USA

          También conocida como:
                    - "Pienso en el final" (Hispanoamérica)

Duración: 92 min.

Música: Jay Wadley

Fotografía: Lukasz Zal

Guion: Charlie Kaufman (Novela: Iain Reid)

Dirección: Charley Kaufman

Intérpretes: Jesse Plemons (Jake), Jessie Buckley (Lucy), Toni Collette (Madre de Jake), David Thewlis (Padre de Jake), Guy Boyd (Conserje).

Lucy piensa "estoy pensando en dejarlo", e indica que cuando llega ese pensamiento se mantiene y siempre está allí. Es una idea nueva y quizá se lo inculcaran ya elaborada, aunque quizá lo supo desde el principio.

Va a conocer a los padres de Jake, del que comenta, no hace mucho que es su novio.

Es su primer viaje juntos y debería estar ilusionada, pero no lo está pese a que siente que conoce a Jake desde más tiempo del que en realidad hace, pues llevan juntos solo unas 7 semanas, pero conectaron de verdad.

Mientras piensa en ello un hombre ya mayor mira por la ventana, apareciendo en la misma ventana poco después y en la misma postura Jake.

Este la recoge, mientras comienza a nevar.

En el coche vuelve a pensar que está pensando en dejarlo y que no tiene ningún sentido seguir, pues sabe lo que va a pasar. Jake es un buen tipo, pero sabe que no llegará lejos, aunque la naturaleza humana la lleva a continuar pese a saberlo, prefiriendo en ocasiones continuar con una relación tóxica porque es más fácil que terminar.

Jake le va pregunta si quiere parar para tomar café, pues pronto no tendrán ya dónde parar, y verá solo graneros.

El hombre mayor de la ventana ve la televisión mientras desayuna. Luego, tras lavarse los dientes sube a su coche y conduce, llevando a sus pies una bolsa de la heladería Tulsey Town.

Jake le cuenta que su madre no se encuentra muy bien y no habrá mucha comida, por lo que, le dice, no hace falta tener hambre y pueden parar a tomar algo si lo desea.

Le cuenta a Lucy que a sus padres les hace mucha ilusión conocerla, diciendo que a ella también, aunque en su cabeza se plantea que quizá sea injusto ir con él sin estar segura de su futuro, pues ella ni siquiera les habló a sus padres de la existencia de Jake.

Él le pregunta si le gusta el poeta William Wordsworth, y recuerda uno de sus poemas, diciéndole que ese poeta dedica muchos de sus poemas a una mujer llamada Lucy.

Lucy le advierte que tiene que regresar esa noche para continuar trabajando, diciéndole él que lleva cadenas.

Reconoce que Jake le gusta y es culto, aunque un poco torpe.

El hombre mayor llega al instituto, donde trabaja como conserje, viendo a dos muchachas que se burlan de él, comenzando luego con la limpieza.

Le pone en la radio una canción del musical Oklahoma que es de los muchos musicales que ha visto, el que más conoce, pues lo hacen cada pocos años en el instituto, y a veces ve a los chicos que lo hicieron trabajando en el supermercado.

El conserje ve los ensayos de ese musical mientras limpia el salón de actos.

Le pide a Lucy que le recite su último poema, que le encanta y parece que habla de él.

Ella vuelve a pensar que está pensando en dejarlo pese a que es cariñoso y sensible e inteligente y la escucha mientras pasan junto a un cartel de la heladería Tulsey Town.

Llegan por fin a la granja, la misma de la que antes salió el conserje del instituto, viendo que la madre los observa desde una ventana, pese a lo cual Jake prefiere retrasar la entrada, y le dice que antes le enseñará la granja, pese a las objeciones de Lucy.

La lleva a ver las ovejas, observando que hay algunas muertas, diciéndole él que las quemarán en primavera cuando dejen de estar congeladas, mostrándole también la pocilga y le cuenta que tuvieron que sacrificar a los cerdos porque estaban siendo devorados vivos por gusanos.

Cuando entran a la casa tardan en responderles desde la parte de arriba.

El conserje puede ver en el pasillo del instituto a una pareja ensayando un baile, lujosamente vestidos.

Se fija en una puerta, la del sótano sellada y dice que es para evitar las corrientes de aires, pues no está acabado, estando solo el calentador y la lavadora y dice que lo odia porque de pequeño le daba miedo.

Ella le pregunta por los arañazos en ella y Jake le dice que son del perro.

Finalmente bajan sus padres, saludándola la madre como Louisa, diciendo ella que su hijo le habló de ellos, pareciendo sorprendida la madre de que pese a ello fuera.

Van al comedor donde tienen la comida preparada, siendo toda procedente de la granja.

Le dicen que su hijo les contó que es pintora, contándoles ella que pinta sobre todo paisajes, entrando en una conversación con el padre sobre qué puede provocarte un cuadro si no hay nadie en él que tenga una actitud alegre o triste.

La madre le cuenta que Jake también pintaba, aunque él no la deja hablar.

Cuando les va a enseñar los cuadros desde su móvil ve que tiene varias llamadas perdidas, figurando realizadas algunas por Lucy y otras por Louisa.

Les dice luego que estudia Física Cuántica.

La madre le pide que le cuente cómo se conocieron, recordando que fue durante una partida de trivial en la universidad, donde le vio jugando con su equipo y le pareció encantador que se tomara el juego tan en serio, diciendo su madre que su hijo es muy bueno y ganaba siempre en la edición "genius", debiendo aclarar su hijo que es Genus, riendo luego con ganas por algunas de las anécdotas.

Recuerda que finalmente él se atrevió a pedir su número, de lo cual, dice hace solo seis semanas, aunque le parece una eternidad.

El conserje cena un sándwich mientras ve la televisión en un aula.

En casa, los padres de Jake le cuentan que a los 8 años le dieron un broche por diligencia, algo que su madre valora mucho y cree que él también, aunque Jake aclara que le pareció un premio de consolación, pues el que quería era el de agilidad mental.

Mientras padres e hijo hablan, Lucy recoge la mesa, diciendo su madre que tiene como postre la tarta de chocolate favorita de Jake, que dice, servirá en la sala.

Mientras los padres van a prepararlo, ella le dice que le caen bien sus padres, pues son muy simpáticos y se nota que le quieren mucho.

Observa las fotos de la pared donde ve a un niño y le pregunta quién es, diciendo Jake que es él, aunque ella piensa que no es él, sino ella.

Les sirven el tronco navideño de chocolate.

La madre le cuenta que siente como un susurro continuo en sus oídos por acúfenos.

Lucy recibe una nueva llamada, esta vez de Yvonne, pero le cuelga.

Recuerda nuevamente que debe trabajar al día siguiente y teme que llegue la tormenta de nieve, volviendo Jake a decirle que tienen cadenas.

Escucha su mensaje. Una voz de hombre le dice que está alterado y que las suposiciones son correctas y que hay que tomar una decisión, aunque son conversaciones mezcladas e inconexas.

Les dice que era una amiga que llamaba solo para saludar, diciéndole la madre que los amigos son importantes y que Jake no tuvo muchos amigos y la vida es un tren rápido al infierno, tras lo que ríe, para luego acabar llorando.

El padre dice que su mujer era muy graciosa, pero que se ha ido apagando y la echa de menos, acabando Lucy con su cabeza sobre el hombro del padre.

Jake cuenta que "Lucia" estudia gerontología. Ya no es Lucy ni Louisa, ni es poeta, ni pintora ni física.

Lucy se fija en que está nevando fuera y se asoma a la ventana, observando al darse la vuelta que no hay nadie en el salón.

Le vuelve a decir a Jake que deberían irse, pues el tiempo empeora, indicando él de nuevo que tiene cadenas desde el piso de arriba, al que ella decide subir también.

Ve una puerta con el cartel que pone. "Habitación de infancia de Jake" y entra, aunque no lo encuentra allí, observando que tiene numerosos libros y películas, incluso una urna con las cenizas de Jimmy, el perro.

Ve también un libro de poesía de Rotten, abierto en la página del poema que ella le recitó antes en el coche como si fuera suyo.

Aparece el padre de él, ahora más viejo, que le dice que puso el cartel en la habitación de Jake porque le falla la memoria y decidieron poner etiquetas por toda la casa y que confía en que la enfermedad avance tanto que no pueda ya recordar que no puede recordar, viendo que en efecto hay carteles en todas las puertas.

Le dice también que si lo desean pueden pasar allí la noche, pues son muy modernos.

Encuentra luego a Jake junto a la chimenea tratando de dar de comer a su madre, también muy vieja y vuelve a contarle que le dieron un broche a su hijo que se esforzó mucho pese a no tener ningún talento o habilidad especial.

Lucy insiste en que deben irse, diciéndole él que lo harán pronto, pero que le permita acabar de darle de comer a su madre, alabándolo por lo bien que la trata.

El conserje saca la basura en el instituto en medio de la nieve.

Vuelve a pensar que debería dejarlo mientras baja las escaleras una y otra vez, aunque sin subir antes y piensa que Jake necesita siempre de su aprobación.

Al llegar abajo encuentra a Jake con su padre, más anciano aún, al que va a llevar al baño, y el cual le entrega a Lucy un camisón de su mujer manchado de papilla, aunque ella insiste en que deben marcharse, pues tiene turno al día siguiente, contando que es camarera.

Aparece entonces de nuevo la madre de Jake, pero ahora mucho más joven, que le dice que el camisón está manchado con la papilla de Jake y le pide que la meta en la lavadora mientras ella recoge los juguetes de su hijo.

Le recuerda a la madre que a Jake no le gusta que baje, diciéndole la mujer que no debe dejar que Jake la domine, pues quiere controlarlo todo y muchas cosas le ponen nervioso y se cierra por ello mucho al mundo.

Vuelve a ver los arañazos de la puerta, pero finalmente la abre y baja, tratando Jake de evitar que lo haga, pues, le dice, es una invitada, aunque ella le dice que no le importa, insistiendo él en que deben poner las cadenas para marcharse.

En la lavadora ve varias camisas, todas iguales, y que son las que lleva el conserje.

Ve que al lado hay un cuarto de pintura con varios cuadros de Jake y posters de Blakelock, autor de los cuadros que ella antes mostró como suyos en el móvil, pudiendo ver al buscarlos en su teléfono, que su galería de imágenes está vacía y sin fotos.

Recibe una nueva llamada, esta vez de Louisa con el mensaje de que las suposiciones son correctas y que nota cómo crece el miedo. Que es el momento de decidir y solo hay una pregunta que responder.

Cuando sube encuentra una cama en el salón y en ella a una agonizante madre de Jake, preguntándole a Jake si su madre está muerta, aunque él dice que está dormida pese a que ella la ve muerta, diciéndole Jake dice que deben irse.

Aparece entonces el padre, ahora mucho más joven, sin embargo y le dice que Jake es un buen chico y la abraza, mientras ella llora.

Ponen las cadenas en el coche, en medio de una fuerte ventisca.

Ya en camino, él le pregunta si le cayeron bien sus padres, diciendo él que pueden ser avasalladores, pero buenas personas.

Jake le dice que ella les gustó y que su madre se lo dijo mientras retiraban los platos, no recordando ella que Jake retirara ningún plato, estando confusa con todo lo ocurrido esa noche, explicándole Jake que es debido a que bebió mucho vino, aunque ella no se dio cuenta porque su padre le iba llenando la copa sin que ella se diese cuenta.

Ella piensa que a la gente le gusta verse como puntos moviéndose a través del tiempo, cuando ella piensa que es al contrario, que es el tiempo el que pasa a través de nosotros mientras estamos parados y que ella ha sido esa noche ese viento soplando a través de los padres de Jake viéndoles a través del tiempo cómo eran y cómo serán.

Hablan acerca de "Una mujer bajo la influencia", de John Cassavetes, que para él es una gran película, y que ella dice que la ha visto muchas veces para su trabajo, lo que le ha llevado a conocerla muy bien y al final queda floja, tendenciosa y llena de tópicos, aunque su opinión es la que figura en el libro de Pauline Kael que destacaba en la habitación de Jake.

Jake le pregunta si le apetece tomar algo dulce, pese a que comieron tarta ya, pues le ayudaría a no dormirse al volante, parando en el Tulsey Town, lo que les lleva a hablar del anuncio de la reina payasa de Tulsey Town, que él dice es dulce, pero fría, diciendo ella que igual que su madre, preguntándole Jake si le pareció fría, desdiciéndose ella.

Él le dice que no cree que se deba decir que la madre es la culpable de todos los males, y le dice que cada día ve a los chicos del instituto que toda su vida cargarán con las etiquetas que les pusieron allí, y a veces los encuentra años más tarde en el supermercado.

Mientras lo dice, el conserje se cruza con una chica tímida en los pasillos.

Paran en efecto en la heladería en medio de la ventisca para pedir helados, contándole él que a veces para allí cuando va a ver a sus padres, aunque se acerca para ver quién sirve ese día, pues algunas chicas no le gustan, observando cómo Jake se queda atrás mientras pide ella a las dos chicas que antes se burlaban del conserje en el instituto, y que actuaron en Oklahoma, saliendo luego otra chica, la tímida también del instituto, que es la que les sirve, pensando Lucy que le suena mucho su cara.

La chica le dice que es amable y no como sus compañeras, que son malvadas y guapas, aunque luego se excusa diciéndole que sí es atractiva también, y antes de marcharse le dice que está preocupada. Que no es necesario que siga adelante en el tiempo, que puede quedarse allí y le dice que tiene miedo por ella.

Continúan su camino, volviendo a pensar Lucy en lo extraño de la situación, pues cree que será la última vez que vaya en coche con Jake y tal vez alguna vez olvide lo malo y piense que fue algo bonito.

Pero el helado es demasiado dulce y ella toma muy poco, y Jake ni lo prueba y empieza a mostrarse nervioso pensando que acabará manchándose el coche.

Hablan sobre un libro de ensayos de David Foster Wallace que tiene un ensayo sobre la televisión, aunque indican que se conoce más por su suicidio que por su obra, para hablar luego de Guy Debord y La sociedad del espectáculo, y mientras hablan, ella de pronto es una mujer ya madura.

Él está muy nervioso por no poder tirar los helados, y propone ir a un cubo que hay en una carretera cercana, aunque a ella no le hace gracia desviarse de la carretera principal en medio de la tormenta, pues si pasa algo nadie les encontrará, aunque él dice que no estará tranquilo hasta que se deshaga de los helados y la llama "Ames", algo que a ella no le suena bien y se pregunta si es un diminutivo de Amy.

Pese a todo decide desviarse y le dice que así le enseñará su instituto, el lugar donde fue torturado durante tanto tiempo, no haciendo caso de las peticiones de ella que le pide que se dé la vuelta.

Y de pronto, y como surgido de la nada, aparece un enorme edificio, que él le explica acoge a alumnos de 11 ciudades, pues es regional, conociendo él cada aula y cada rincón, tanto dice, como el dorso de su mano, que observa es la del anciano conserje.

Ven que allí hay otro coche, el del conserje, saliendo él al cubo de basura, aunque ella ve que en vez de tirar los helados la papelera desaparece tras la furgoneta dl conserje.

Cuando regresa le dice que fue a otro contenedor, pues el cubo estaba lleno de sal.

Pero en vez de continuar viaje quita la llave, diciendo que allí hay mucha tranquilidad, aunque ella dice que es más espeluznante que tranquilo, preguntando él por qué tiene tanta prisa cuando ella le pide que continúen, insistiendo en la paz y tranquilidad.

Le dice luego, "Nena, hace frío fuera", título de una canción que ella dice trata sobre una violación, en que la chica dice que quiere irse y él no hace caso.

Él dice que no trata de una violación, que ella quiere quedarse, pero le da miedo lo que la gente pueda pensar, recordando Lucy que la chica le pregunta qué puso en su copa.

Él por fin arranca y le pide perdón, besándola, respondiendo ella también por fin, dándole también un beso, aunque entonces él se sobresalta, pues, dice, alguien los observaba como un pervertido.

Vemos entonces al conserje observando a los jóvenes tras un agujero.

Le dice a ella que no es admisible que les mire y que va a decirle algo, pese a los ruegos de ella de salir de allí y marcharse, viendo que no la escucha Que quita la llave y sale pese a los ruegos de ella.

Cuando se queda sola piensa que no debería haber ido, aunque es difícil no decir sí, pues no te enseñan a hacerlo, y un día te pillan desprevenida y te preguntan por el teléfono y dices que sí y el sí se convierte en una cascada de síes.

Se pregunta cuánto tiempo se tarde en morir de hipotermia, aunque, dice, quizá no es la peor forma de morir.

Después de un rato se asoma y llama a Jake, y sin darse cuenta cierra la puerta, no pudiendo volver a entrar, por lo que se dirige al instituto, observando el contenedor del que Jake le habló, lleno de vasos de helado de Tulsey Town.

Entra para buscar a Jake, aunque a quien encuentra es al conserje, por lo que se esconde, aunque el hombre la descubre, diciéndole ella que está buscando a su novio, preguntándole si vio a alguien

Trata de describir cómo es, aunque no sabe cómo hacerlo, pues hace tanto tiempo que lo conoció que apenas se acuerda de él, pues ni siquiera hablaron de verdad, y apenas le miró, pues había mucha gente.

Ella dice que estaba con su novia celebrando su aniversario y un tío no dejaba de mirarla, lamentando que los hombres siempre las miran y el tipo era un baboso y no recuerda su aspecto, pues no pasó nada y fue una de las miles de veces en que no hubo interacción.

El hombre le dice no haber visto a nadie.

Ella le dice que está preocupada, aunque el hombre le dice que allí estará a salvo, pues es un sitio tranquilo y de pronto ella abraza al hombre y le pregunta si le dejaría buscarlo por allí, y se despide.

Por fin ve a Jake y parece desgajarse de él un atractivo joven que comienza a realizar un baile con otra chica que se desgaja de ella. Un romance que acaba en boda, aunque cuando él levanta el velo para besarla aparece el conserje dispuesto a arrebatársela.

Él lucha por ella, pero el conserje saca una navaja y se la clava a él, que cae herido de muerte, llevándose el conserje a la muchacha.

Terminada la limpieza, el conserje se dispone a regresar a su casa, aunque no llega a arrancar el coche al sentirse mal.

Vienen a su cabeza los recuerdos de los padres, y de él más joven y llora mientras comienza a desnudarse, apareciendo en su mente el anuncio de Tulsey Town de la tele y un cerdito animado al que sigue desnudo hacia el instituto.

En el escenario del auditorio de este, un Jake mayor da las gracias por el Nobel entregado (el mismo que hizo John Forbes en "Una mente maravillosa", película que Jake tenía en su habitación), estando entre los asistentes sus padres, muy ancianos y la propia Lucy, ya también anciana, y a la que da las gracias porque fue el mayor descubrimiento de su vida.

Canta tras ello el tema "Lonely Room" del musical Oklahoma, que tantas veces vio representado en ese mismo lugar por los alumnos, participando su propia madre como figurante, siendo aplaudido por todos, lo que le hace llorar emocionado.

Cuando amanece, el coche del conserje aparece cubierto de nieve.

Calificación: 2