
I Care a Lot
I Care a Lot (2020) * USA / G.B.
También conocida como:
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"Descuida, yo te cuido" (Hispanoamérica)
Duración: 118 min.
Música: Marc Canham
Fotografía: Doug Emmett
Guion y Dirección: J Blakeson
Intérpretes: Rosamund Pike (Marla Grayson), Peter Dinklage (Roman Lunyov)), Eiza González (Fran), Dianne Wiest (Jennifer Peterson), Chris Messina (Dean Ericson), Isiah Whitlock Jr. (Juez Lomax), Macon Blair (Feldstrom), Alicia Witt (Dra. Karen Amos), Damian Young (Sam Rice), Nicholas Logan (Alexi Ignatyev).
Marla Grayson asegura que las buenas personas no existen. Que ella misma pensaba que si se esforzaba y seguía las reglas, tendría éxito, pero que seguir las reglas es lo que se inventaron los ricos para que los demás sigan siendo pobres y que hay dos clases de personas, los depredadores y las presas, y ella no es un cordero, es una leona.
Un hombre, el Sr. Feldstrom llega a la residencia en que ahora vive su madre y se enfrenta violentamente al guardia de seguridad, al que le lanza un extintor que logra esquivar, exigiendo que le permitan verla cuando quiera, debiendo acudir otros hombres para tratar de retenerlo.
Llevado ante el juez, el hombre indica que su madre no necesita estar en una residencia ni necesita una tutora legal, pues él puede cuidarla, acusando a Grayson de haber internado a su madre a la fuerza y además subastó su casa, su coche y sus bienes, habiéndose puesto un sueldo con las ganancias, habiéndole prohibido verla.
Pero el juez indica que Grayson es una cuidadora muy respetada y la nombró él, indicando esta a continuación que la nombraron porque su madre no puede valerse, pues una doctora la diagnosticó demencia y pidió que se tomasen acciones inmediatas y él tuvo tiempo para trasladarla a una residencia y no lo hizo o a su casa y no lo hizo.
Él indica que su madre no quería irse de su casa, a lo que le replican que debe hacerse lo que necesita, no lo que ella quiera y que vendió sus vienen porque debe pagar a los cuidadores de la residencia y se puso un sueldo porque es su profesión, y que no le dejan visitarla porque cuando lo hace la altera, habiendo atacado, de hecho a un miembro del personal en su última visita, decidiendo el juez mantener la orden.
A la salida la espera Fran, su novia, aunque antes de marcharse Feldstrom se dirige a ella y la acusa de estar destrozando la vida de su familia, y le dice que espera que la violen y la maten, llegando a escupirle, diciéndole ella que como vuelva a hacerlo le arrancará los huevos.
De regreso a la oficina sigue gestionando cuentas, pidiendo a Fran que se interese por la venta de la casa de otro cliente, pues su cuenta tiene ya poco dinero.
Habla tras ello con Sam Rice que le informa de que uno de sus tutelados acaba de morir, quejándose ella, que confiaba en que le duraría al menos 5 años y lo ha tenido solo 6 meses y tendrá que darle todo a sus herederos.
Pero que, a cambio, ahora tienen libre su habitación, que es de las de lujo, pidiendo ella que se la reserve, pidiéndole Sam 2.000 dólares por semana para reservársela.
Acude a ver a la doctora Karen Amos a la que le informa de la muerte de Levitt y le indica que necesita a otro cliente.
Amos le indica que tiene una candidata perfecta, pero que solo actuará si a cambio le dan algunas acciones de las residencias Golden Light.
Les entrega, a cambio el expediente de Jennifer Peterson, que está bien, pero tuvo síntomas de pérdida de memoria y confusión, que, aunque son poco relevantes puede hacer algo para que la vista de emergencia les favorezca y no tiene hijos ni familiares y tiene un buen seguro, y le contó que se dedicaba a las finanzas en Chicago.
La investigan y ven que vive en un barrio muy bueno y caro y tiene la casa pagada y un buen Mercedes y nunca se casó y tras liquidar sus activos al jubilarse tiene muchos ahorros, teniendo tres cuentas con muchos intereses.
Poco después se celebra una vista en que Amos indica que tiene problemas de memoria y la movilidad algo reducida, por lo que no puede cuidarse adecuadamente y si la dejan en su casa corre un grave peligro, ya que no tiene familia ni nadie que la cuide.
Le pregunta a Grayson si podrá tutelarla pese a tener muchos tutelados, señalando ella que sí, consiguiendo así la orden, sin que la mujer sepa nada.
Es por ello que cuando llaman a su puerta y le muestran la orden judicial en que se dictaminó que necesita ayuda para cuidarse y el tribunal la nombró su tutora legal, no sale de su asombro, asegurando que se encuentra bien y no pasó por el tribunal, indicándole Marla que en casos urgentes se hace así y le dice que debe ir con ella, haciéndole ver que ha ido acompañada por la policía, aunque le informa de que si cree que ha habido un error puede solicitar una vista, debiendo acompañarla entretanto a la residencia que le ha buscado ella.
Llega así a la habitación que le reservó Sam, que está a la puerta de la residencia para recibir a su nueva huésped, a la que le presenta a todo su ejército de enfermeras y auxiliares, y que le hace una visita guiada mostrándole lo maravilloso del lugar y la gran suite que le reservaron.
Una vez instalada le pide su teléfono para pasarle su contacto, viendo su clave, y entregándoselo luego a las enfermeras, indicando que si lo necesita lo debe pedir.
Tras dejarla allí Marla y Fran regresan a casa de la señor Peterson para hacer un inventario de sus bienes.
Revisan luego sus pertenencias personales descubriendo una llave oculta bajo un cajón.
Muy poco tiempo después se llevan sus muebles, cuadros y el coche, que salen a subasta.
En la residencia, Peterson pide que le entreguen su teléfono, aunque le dicen que no pueden hacerlo sin autorización de su tutora, pidiendo ella hablar con el director, aunque nunca está disponible, lo que hace que proteste airadamente, ante lo que los auxiliares deben tratar de calmarla pinchándole un calmante.
Marla acude al banco al que correspondía la llave de la caja de seguridad que encontró bajo el cajón, donde encuentra varios lingotes de oro, y, ocultos en un falso libro, un puñado de diamantes.
Un día llega un taxista a casa de la mujer, y ve que hay un equipo de pintores remozando la casa. Fran que los está supervisando, le informa de que la mujer se mudó.
Roman Lunyov un hombre que sufre de enanismo va al encuentro en su elegante coche a ver al taxista, extrañándole que llegue solo, pues en 7 años no llegó nunca tarde a una cita, explicándole el taxista que vaciaron la casa, que estaban pitándola y vio un cartel de venta en la puerta y le dijeron que ya no volvía allí.
A punta de pistola, Lunyov exige a Alexi, el supuesto taxista, que es su subordinado, que encuentre y le lleve a su madre.
Marla le explica a Fran lo que encontró en la caja, indicándole que tiene asegurados los bonos y las joyas, pero no los diamantes, que oficialmente no existen.
Alexi informa a Roman de que su madre está en una residencia por orden judicial porque su doctora dijo que era incapaz de valerse por sí misma, apuntando a Marla Grayson.
Le pide que traten de sacar a su madre de forma legal, con rapidez y sin meterle a él.
Marla recibe la visita de Dean Ericson, un abogado que acude en representación de Jennifer Peterson y le indica que su clienta puede valerse por sí misma.
Ella le pregunta cuándo la vio por última vez, diciendo él que unas semanas antes, diciéndole que dos semanas empezó a estar mal y a tener pérdidas de memoria.
El abogado le dice que sabe que eso es falso y le dice que debe decirle a la doctora que haga un informe que refleje su recuperación, pues tiene amigos muy poderosos que pueden hacerle la vida muy desagradable e incómoda, e indicando que puede morir pronto y de forma muy dolorosa.
Ella le pregunta para quién trabaja en realidad, ofreciéndole él 150.000 dólares, que le entregarán cuando la dejen tranquila, diciendo Marla que si le ofrece eso, es que la mujer vale más, diciendo él que pueden darle 300.000, aunque ella pide 5 millones, a lo que Dean le responde que pronto lamentará no haber aceptado su oferta.
También Fran le dice que debería aceptar la pasta, aunque Marla le dice que no pueden desaprovechar su mejor oportunidad.
Marla acude a la residencia donde le explican que Jennifer está muy alterada y tuvieron que modificar la dosis de calmantes varias veces y está muy sedada.
Va a hablar con ella. Que le dice que quiere que le devuelvan el teléfono.
Le pregunta si conoce a Dean Ericson, diciendo ella que no.
Cuando le dice que ya pasó el día 8, Jennifer ríe y le dice que la ha hecho buena y que va a ir.
Ella le pregunta quién es y le dice que pudo acceder a su caja de seguridad, llamándola ladrona, tras lo que le dice ella es el peor error de toda su vida, y le asegura que no le dirá nada si no le da el teléfono y la saca de esa residencia.
Marla le recuerda que ella controla su medicación y su comida y puede amargarle la vida, diciéndole Jennifer que no se corte.
A la salida va a ver a Sam Rice, al que le pide que le baje los analgésicos, que le dé estimulantes por la noche y sedantes por el día y le dé comida básica y sin tele.
Lunyov acude al banco y abre la caja de seguridad, pero no encuentra ya los diamantes.
Se celebra una vista para tratar de corregir el error judicial, alegando que Jennifer está ingresada en contra de su voluntad porque mintieron y que Jennifer no fue convocada, teniendo el testimonio de una extrabajadora de la doctora Amos, que declaró que su jefa estaba compinchada con Marla para pasarle casos, necesitaran tutela o no y adornaban los síntomas para convencer al tribunal.
Marla pregunta si es Fiona Jacobs, recordando que la esta odiaba a la doctora Amos porque la despidió por ser inútil en su trabajo, indicando el juez, que, conoce a la trabajadora y que en efecto era una inútil.
Ericson pregunta por qué no ha acudido Jennifer, indicando Marla que no está en condiciones de asistir, quejándose que le denegaran el acceso a ella.
El juez indica que no le pueden denegar a un abogado el acceso a su cliente, indicando Marla que Ericson no tiene ningún documento que le acredite como abogado de ella y que apareció un día de repente en su oficina con amenazas, por lo que cree que solo quiere aprovecharse de los ahorros de la anciana.
El juez le pregunta si tiene algún documento que demuestre que es el abogado de la señora Peterson, diciendo él que si le permiten el acceso a ella lo firmará, y que actúa en nombre de personas preocupadas por su situación, aunque no puede revelar sus nombres, diciéndole el juez que si no demuestra que es el abogado de la señora Petersen o trae a las partes afectadas su solicitud queda denegada.
Lunyov se muestra fuera de sí al enterarse del fallo.
Cambian de estrategia. Alexi acude con otros dos matones a los que hace pasar por sus hermanos a la residencia, pidiendo que le permitan ver las instalaciones pues desean ver si son adecuadas para ingresar a su padre.
Entretanto Fran habla con Marla y le cuenta que Jennifer Peterson falleció en 1949 debido a la polio y que la mujer a la que tutela robó su identidad.
Rice muestra a Alexi y sus compañeros las instalaciones, diciéndole el ruso que su padre tiene allí a una amiga y les gustaría saludarla, aunque cuando le dicen el nombre Rice le dice que la mujer está enferma y está descansando y la tutora debe aprobar todas sus visitas, ante lo que sacan un táser y lo dejan sin sentido.
Avisan a los de seguridad y ordenan cerrar las puertas, llamando a Marla.
Los rusos revientan la puerta de Jennifer, a la que encuentran deseosa de su llegada.
Pero el guardia de seguridad empieza a disparar y acaba con uno de los rusos, y, aunque el otro acaba con él, una bala alcanza a una botella de oxígeno que le golpea y le deja también fuera de juego.
Roman, que espera fuera, ve la llegada de Marla y Fran, aunque no se atreve a hacer nada para no descubrirse.
Alexi amenaza al personal con su arma, consiguiendo así que le abran, aunque no cuenta con que Marla y Fran les esperan en la puerta, consiguiendo esta pillarle desprevenido y mientras Marla llama su atención, Fran le cubre la cabeza con una bolsa, golpeándolo luego Marla con un bate, llegando entonces la policía que les impide huir.
Interrogan tras ello a Alexi, que se niega a hablar, aunque ellos ya saben todo lo relacionado con él, explicándoles la policía que se trata de Alexi Ignatyev, que es hermano de Nicholas, que fue un alto cargo de la mafia rusa en Cleveland, aunque murió en un incendio al lado de su jefe, Roman Lunyov, y creían que Alexi también murió.
Roman hace una llamada, viendo Marla en la televisión del gimnasio la noticia de la muerte de la doctora Amos.
Fran, asustada, le dice que deben hacer la maleta y marcharse pues irán a por ellas, por lo que llama a su ayudante para que cierre la oficina y le mande una lista de las propiedades vacías que tienen registradas sin vender.
Acude luego a la residencia para hablar con Jennifer, que la recibe diciéndole que sabe lo de la doctora Amos y que después irán a por ella a no ser que la deje marcharse.
Marla le asegura que ella nunca pierde y jamás la dejará salir y que le quitará todo, incluso su autoestima por no haber jugado limpio, retándola a que la gane en un tribunal,
y que va a morir allí sola y sufriendo.
Jennifer se levanta entonces y la coge por el cuello con fuerza, aunque dos auxiliares consiguen salvarla.
El video del ataque es visto por el juez Lomax, como prueba de que se está volviendo violenta, por lo que solicitan que la trasladen a una institución psiquiátrica segura.
Marla y Fran se trasladan a una de sus casas vacías, acudiendo la primera a una joyera para que examine uno de los diamantes, que le confirma que puede valer entre 175.000 y 200.00 dólares, preguntándole tras ello por su hermano perista, pidiéndole que le guarde ese diamante en su caja fuerte.
A la salida llama a Fran, que se da cuenta en ese momento de que no cogió los pasaportes, por lo que decide regresar a buscarlos.
De pronto, Marla ve que le clavaron una jeringuilla, y pierde el conocimiento, llevándosela la asesina de Amos en el maletero del propio coche de Marla.
Fran va a recoger los pasaportes, siendo sorprendida por dos hombres que la golpean brutalmente.
Marla ve, cuando recupera el conocimiento, que la tienen atada a una silla y que le colocan una bolsa en la cabeza que le impide respirar.
Cuando despierta ve ante sí a Roman, que le cuenta que conoció a otro mujer como ella a la que le cortó todos los dedos de las manos y la enterró bajo un restaurante.
Ella le pregunta quién es, respondiéndole él que un tipo peligroso, recibiendo un puñetazo del mafioso cuando se muestra despectiva.
Le dice luego que robó algo suyo y que lo están buscando en su oficina y en su casa y si no lo encuentran la hará pedacitos hasta que le diga dónde están.
Le muestran un video de su madre indicándole que la matarán después que a ella, que les asegura que no le importa en absoluta esa sociópata.
Roman le dice que ha puesto en peligro la vida que se construyó con tanto cuidado, adivinando ella que se trata de Roman, pues tiene pinta de jefe y que convirtió a su madre en Jennifer para evitar que la encontraran sus enemigos de Cleveland.
Él le dice que la tendrá que matar, asegurándole ella que no lo importa, pues una vez muerta no sentirá nada y dice que puede que no necesite matarla pues se dejará sobornar, aunque por otra cifra, pidiéndole 10 millones de dólares, pues se ha asegurado de que si muere no vuelva a ver a su madre ni los diamantes.
Pero Roman reacciona pidiendo que acaben con ella y que parezca un accidente.
La sedan y le introducen alcohol a través de una goma colocada en la nariz.
Le colocan luego una botella de alcohol en los brazos y lanzan el coche a toda velocidad hacia un pantano.
Se despierta poco antes de caer y trata de salvarse, consiguiendo romper el cristal y salir a la superficie y nadar hasta la orilla.
Llega a una gasolinera donde se hace con algo de comida y ropa y avisa a un taxi, llamando a Fran, viendo que le salta el contestador.
Al llegar a su casa ve los cristales rotos y todo destrozado, encontrando a Fran en el suelo y un fuerte olor a gas.
Consigue llevarla a rastras y subirla al coche, diciéndole su novia que creía que estaban muertas, viendo, mientras se alejan en el coche cómo explota la casa.
Acude al dentista con la muela que le arrancó Roman y que conservó en leche y que le reimplantan.
En la gasolinera anotó en su mano la matrícula de Roman.
Le asegura a Fran que si se lo pide se irán a algún lugar distinto y comenzarán de cero, diciéndole Fran que lo perdieron todo, mostrándole ella que no todo, pues escondió en el bote del té los diamantes, por lo que pueden irse a otro lugar o buscar el lugar en que está registrada la matricula, aunque si huyen, estarán toda su vida preocupadas.
Tras conseguir la dirección van hasta la casa, aunque esta es de un barrio residencial, no pensando que corresponde a Roman, aunque van a echar un vistazo, colándose en el garaje, donde, en efecto está el coche, que ve que sale.
Corre a buscar a Fran y le dice que allí vive el chófer, al que siguen hasta un edificio de oficinas en el que entra con una peluca y gafas, colándose en el aparcamiento de ejecutivos, donde ve al chófer esperando, y lo ataca con un taser.
Cuando Roman sube al coche, ella abre la puerta y le clava una aguja que lo deja sin sentido y dispara al guardaespaldas.
Sale tras ello con él en el coche y tras desarmarlo hace que la siga Fran.
Tras ponerle otra inyección lo desnudan y le dejan en medio de una carretera y luego queman su coche.
Por la mañana un corredor encuentra a Lunyov en la carretera.
Despierta en una cama del hospital, con Marla descasando a sus pies.
Le muestra una orden judicial y le informa que como fue encontrado abandonado y a punto de morir debido a una sobredosis, y al carecer de identidad, se le asignó una tutora legal, para el que fue nombrada ella.
Le pide que ordenen una transferencia de 10 millones a su cuenta y que, si lo hace, tendrá a su madre, los diamantes y su libertad y no volverá a verla, asegurándole que no le da miedo que la mate luego.
Roman le dice que le dará el dinero, aunque le propone otra alternativa. Le pide que se hagan socios y hagan negocios juntos.
Cree que con la terrorífica determinación de ella podrán ganar muchísimo dinero con la estafa de las tutelas, aunque haciéndolo a lo grande, creando una corporación nacional de tutelaje con ella como encargada y copropietaria, para lo que utilizarán su dinero y destruirán a la competencia.
Harán una corporación con 80 empresas registradas offshore que se facturen entre ellas ocultando los beneficios y con varias ramas, una inmobiliaria, otra legal, otra médica, otra de formación, otra farmacéutica y con miles de tutores trabajando para ellos, de modo que ganen miles de millones legalmente.
Le propone repartirse los diamantes.
Poco después Jennifer sale de la residencia, esperándola su hijo.
Las empresas empiezan a multiplicarse, creándose en la República Dominicana o en Belice, Bahamas o las Islas Vírgenes
Crean una academia para formar a los tutores
Algún tiempo después, Marla es entrevistada en televisión como CEO y fundadora de Grayson Guardianship, y es portada en revistas de emprendedores.
Se casa con Fran y todo parece ir sobre ruedas y con un futuro prometedor a sus 39 años.
Pero a la salida del estudio de televisión ve que le está esperando el señor Feldstrom que le dispara al pecho diciéndole que su madre murió sola por su culpa.
Los guardias de seguridad se abalanzan sobre Feldstrom pero ya demasiado tarde.
En televisión le preguntan si le quedan sueños por cumplir, asegurando ella que solo acaba de empezar.
Calificación: 2
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