Te cuento la película

La abuela

España / Francia / Bélgica (2021) *

Duración: 100 min.

Música: Fatima Al Qadiri

Fotografía: Daniel Fernández Abelló

Guion: Carlos Vermut

Dirección: Paco Plaza

Intérpretes: Almudena Amor (Susana), Vera Valdez (Pilar), Karina Kolokolchykova (Eva), Berta Sánchez (Susana niña), Eva Bonín (Eva niña).

Una anciana toma un café en un bar y observa el reloj. Este se queda parado antes de llegar a las 8 en punto. En ese momento decide regresar a casa, llamando al portero automático para que le abran.

Cuando llega arriba ve, junto a la mesa del salón anciana donde hay una tarta con dos velas, una botella de champán y un paquete de regalo sin abrir, a una anciana muerta, aunque no parece inmutarse.

Observa luego la foto de una niña rubia que tiene en una caja, y rodeando la foto una coleta de esa niña, apareciendo tras la anciana una joven rubia, como la niña de la foto, totalmente desnuda, y que le entrega una matrioska, tras lo que la anciana se arrodilla y le besa el pubis.

Susana, su nieta, que trabaja como modelo en París, acude a una prueba y luego a la grabación de un anuncio.

Llama tras ello a la abuela, y le deja un mensaje diciéndole que no podrá ir a Madrid para el cumpleaños, pues le salió un supertrabajo, aunque intentará ir cuanto antes.

Acude a una fiesta y su representante le presenta a Eric, un famoso fotógrafo, que tras preparar unas rayas de coca sobre el teléfono de Susana se interesa por ella, que le cuenta que va a hacer 25 años y que lleva viviendo en París 6, pidiéndole él que se pase al día siguiente por su estudio.

Mientras toma su raya, suena su móvil, con un número oculto de España.

Le informan de que la llaman del Hospital San Gabriel de Madrid para comunicarle que su abuela sufrió un accidente y la han ingresado, estando inconsciente, aunque estable, y que debe por ello, regresar cuanto antes.

Se despierta sobresaltada en el avión que la lleva de vuelta a Madrid tras una ensoñación en que aparecía su abuela, cuando ella era niña, bailando "El reloj", de los Panchos con otra mujer rubia, desnudas.

Desde el aeropuerto va directa al hospital con su maleta, donde la doctora le informa de que su abuela tuvo una hemorragia cerebral y gracias a que dejó la puerta de la casa abierta la encontró un vecino, pues de lo contrario había muerto, aunque, le advierte, quedó dañada parte de su cerebro, por lo que, a partir de ese momento será dependiente, al tener afectada su motricidad y la capacidad para el habla, dudando que la reconozca.

Ella le cuenta que sus padres murieron en un accidente y vivieron siempre solas, sugiriéndole la doctora, cuando le cuenta que ella vive en París, que le busque una residencia, aunque ella prefiere buscar a alguien que cuide de ella en su casa, pese a que la doctora le dice que no puede mejorar.

Se la lleva de regreso a la casa, viendo al llegar que no funcionan las luces, y, aunque da al cuadro de luces, se vuelven a apagar, por lo que decide abrir las ventanas.

Observa que las plantas de la casa están secas y el pájaro muerto, y de pronto ve que su abuela no está ya en su silla de ruedas, sino de pie frente a un cuadro en que aparece ella misma de joven, con un pájaro en la mano,

Cuando vuelve a su antiguo cuarto, revisa todos sus recuerdos.

En el baño observa el espejo pintado de blanco.

Cuando baja a tirar la basura ve en una marquesina su imagen en el anuncio que hizo unos días antes en París.

Compra un pequeño espejo en la tienda y tras peinar a su abuela la hace mirarse mientras ella se ve desde el lado contrario.

La llama Elvira, su representante, para preguntarle cómo está, excusándose ella por no haber podido ir a su cita con el fotógrafo, diciéndole que llevó a otra chica, a Zoe, una muchacha negra que le presentó en la fiesta.

Da de comer a su abuela, que de pronto se atraganta, debiendo ayudarla a expulsar la comida para evitar que muera asfixiada.

Cuando la acuesta observa la matrioska en su mesilla.

Mientras se arregla observa que tiene una cana que se arranca, interrumpiéndola gritos de terror de su abuela, observando que se hizo caca, por lo que a continuación la baña y observa videos de cómo atender a enfermos encamados, y le pone un pañal.

Por la noche mira la página de Zoe antes de dormirse.

Mientras duerme escucha el ruido de alguien que camina por la casa, entra en su cuarto y le quita la sábana y el pantalón. Luego su abuela introduce su mano en la boca.

Se despierta inquieta, viendo que está tapada, como cuando se durmió.

Al día siguiente, y mientras le da de comer, la abuela no para de reír ruidosamente y escupe la comida, y, aunque le apaga la televisión, pensando que es algo de esta, ve que continúa riendo.

Observa que todos los relojes de la casa se quedaron parados poco antes de las 8.

Mientras se ducha suena un timbre y escucha cómo se abre la puerta.

Sale asustada, viendo que hay una joven con su abuela, la joven rubia a la que la anciana besó unos días antes y que la saluda por su nombre, aunque ella no la recuerda, diciéndole la muchacha, que es Eva y que sus abuelas eran amigas.

Le cuenta que va de vez en cuando a ver a su abuela y le ayuda con la casa y le hace recados o van al parque y que por ello su abuela le dejó unas llaves y estaba preocupada, pues llevaba unos días sin hablar con ella y le pregunta qué ocurrió, pues hablaron la semana anterior y estaba bien.

Le cuenta que llevaba varios meses yendo a verla, desde que su abuela Julita se puso enferma y tuvo que regresar de Canarias para cuidarla, y le cuenta que ya murió.

Le dice que a su abuela le hacía mucha ilusión celebrar el cumpleaños con ella.

Susana le cuenta que va a buscar a alguien para que cuide de ella, preguntándole Eva si estará para el cumpleaños, pues le gustaría pasarse, diciéndole que no lo sabe.

Le da las gracias por cuidar de su abuela antes de despedirse.

Comienza a buscar cuidadores, quedando con una mujer que le dice que le convienen las condiciones.

De pronto se va la luz y escucha susurros, viendo que su abuela está frente a la puerta de la casa, que está abierta, y ríe, pareciéndole que habla con alguien, preguntándole con quién habla, y, aunque no ve a nadie escucha ruidos en la escalera.

De pronto la abuela desaparece de detrás de ella y la ve al fondo del pasillo, observando cómo la puerta se cierra sola y la abuela desaparece de nuevo, por lo que va hasta la habitación, observando que sigue en la cama, como la dejó y sin signos de haberse movido.

Pero cuando sale, vuelve a escuchar cómo la puerta se abre y vuelve al cuarto, donde ve a su abuela en la cama, pero asfixiándose, e hinchándosele la tripa, por lo que se asusta al no saber qué le pasa, por lo que trata de llamar a emergencias, aunque de pronto parece que todo vuelve a la normalidad y sigue descansando.

Le cuenta a Elvira que lo está organizando todo para volver cuanto antes.

Angustiada, pone la televisión para tratar de evadirse, aunque no lo logra.

Escuchando al día siguiente "La raja de tu falda", de Estopa, vienen a su mente los recuerdos de cuando vivía allí y encuentra la llavecita de su diario, que escondía tras el póster del grupo. Rescata el diario y lo revisa.

Ve cómo dibujó en él el pájaro azul y otros dibujos, pero también ve cómo escribió que en uno de sus cumpleaños estuvo Julita, indicando que era la primera amiga de la abuela a la que conocía.

Cumplir años el mismo día que la abuela, - el 22 de marzo - escribió, es un poco rollo, pero ese año iba la nieta de Julita, Eva, una niña de su edad.

Recuerda que prepararon un ponche y se divirtieron mucho.

Pero la fiesta terminó con una especie de ritual en que a ambas muchachas les cortaron las coletas frente al cuadro de la abuela y los guardaron en una caja.

A partir de esa noche se le aparecía la abuela en sueños y tuvo mucho miedo.

De hecho, a partir de la primera pesadilla hay un montón de hojas pintadas con colores oscuros que cubren toda la hoja.

Luego, mientras da de comer a la abuela le cuenta que recuperó su antiguo diario y no recuerda nada de lo que escribió. Ni donde decía que tenía miedo de ella, no acordándose tampoco de Julita.

Pero luego se siente angustiada pensando que no la escucha y que ya no está.

Observa una foto enmarcada de su abuela con Eva en el parque.

Deja a su abuela sentada frente a la televisión para bajar a tirar la basura, viendo de nuevo el anuncio de la colonia Magical Girl y llama a su representante, que le dice está en un desfile, pero que hablarán por la noche.

Cuando regresa a la casa ve que la abuela no está en su sillón, por lo que va hasta su habitación, donde tampoco la ve, recorriendo toda la casa con el mismo resultado, por lo que sale a la calle tratando de encontrarla, muy angustiada, recorriendo el Retiro, frente al que la abuela vive, tratando de encontrarla, pero sin éxito.

De regreso a su casa llama a la policía, y le informan de que hay una mujer con las mismas características en un hospital, aunque al llegar a su casa observa que la abuela está allí, llorando angustiada sin ver en su abuela el menor atisbo de consciencia.

De hecho le cuesta conseguir que coma, y ve cómo vuelve a reír fuertemente.

Cuando se acuesta unas luces parpadean. Se levanta, pero no ve nada, aunque cuando vuelve a acostarse, vuelve a ver las luces parpadeando.

Escucha voces y flashes en el salón. Ella es ahora una adolescente, pero ve cómo sus manos comienzan a ser como las de una vieja, su pelo se vuelve canoso y se le caen los dientes y cae sin fuerzas y sangrando, entreviendo a Eva que llega.

Se despierta agobiada, viendo que está en la cama de la abuela y no en la suya, por lo que grita aterrada, cayendo incluso de la cama.

Escucha pasos y sale temerosa de la habitación, encontrando a su abuela en su cama, abrazada a una de sus muñecas.

Empieza a sacar un pasaje para dos días más tarde para París.

Llega Adela, la mujer a la que desea contratar para cuidar a su abuela, una mujer Argentina que ve a Pilar de pie frente a la jaula y que se muestra cariñosa con ella.

Cuando la mujer se va, se siente aliviada de haber encontrado una salida y se dispone a salir ella, viendo entonces a su abuela de pie en el salón, mascullando algo frente a la ventana. Ve de pronto cómo hace un movimiento y entonces se escucha una colisión.

Baja corriendo a la calle, observando cómo un coche atropelló a Adela, que yace muerta sobre el asfalto.

Mira hacia arriba y ve a su abuela frente a la ventana y llora angustiada, mientras la abuela la observa.

Sale a pasear sin rumbo y toma algo en un local donde la camarera, al verla llorar le dice que tiene miedo de estar volviéndose loca, regalándole la muchacha un helado.

Tiene miedo de regresar a casa, por lo que se sienta en una parada de autobús frente al anuncio de "Magical girl" y recupera el folleto que le dieron en el hospital de una residencia.

Cuando regresa a casa ve que la abuela sigue frente a la ventana.

Al día siguiente la lleva en un taxi a la residencia.

Le dice, antes de despedirse, que allí la cuidarán muy bien y que ella irá a verla siempre que pueda y le dice que lo siente antes de marcharse.

Deja un mensaje a Elvira para decirle que irá esa misma noche a París.

Ya a solas, va a freír un huevo, viendo al echarlo en la sartén que es negro y como con tentáculos, saliendo una llamarada.

Escucha entonces la noticia en el telediario que da cuenta de un incendio que hizo arder parte del edificio de una residencia de ancianos, no habiendo supervivientes entre los ancianos, llorando ella angustiada al escucharlo.

Busca su teléfono, aunque antes de marcar ve con la luz de este a su abuela sentada frente a ella.

Asustada, recoge sus cosas dispuesta a marcharse, aunque no se atreve a hacerlo y llora desconsolada.

Decide prepararle la cena, aunque no bate lo suficiente el puré.

Cuando se lo da, la abuela vuelve a atragantarse, aunque en esta ocasión no hace nada para evitarlo y se aleja para no verla, y, aunque la escucha dando golpes en la mesa y sus últimos suspiros, y llora angustiada, aunque no hace nada.

Cuando deja de escucharla regresa al comedor para verla muerta en su silla.

De pronto suena una melodía en el móvil recordando que es el cumpleaños de su abuela y el de ella, pues son las 12 de la noche.

Llama para notificar su muerte.

Cuando cuelga se fija de nuevo en la foto enmarcada de su abuela con Eva, viendo que ahora no es su abuela la que está con Eva, sino ella.

Suena entonces el teléfono fijo. Es Eva, que pregunta por Pilar, diciendo ella que es Susana, preguntándole su interlocutora si está segura.

Se va la luz y se asusta, alumbrando con la linterna del teléfono a su abuela.

Escucha un ruido y se dirige al cuadro de la anciana, donde hay una vela encendida que trata de apagar, aunque sus soplidos son inútiles, e incluso cuando coge la vela la llama sigue donde estaba la vela, para apagarse un momento después tras escucharse un misterioso soplido.

Abre una cala y encuentra la coleta que le cortaron de niña, junto a su foto y vuelve a asustarse, escuchando además un ruido, por lo que regresa al salón, donde ya no ve a la abuela en el asiento en que estaba, y, aunque escucha ruidos a su espalda, no ve a nadie, observando, al entrar al baño, cómo la puerta se cierra tras ella y el techo y las paredes se resquebrajan por la mitad hasta llegar al espejo, que estalla, saliendo desde donde estaba este una mano que la agarra del pelo, por lo que sale corriendo hacia la puerta, aunque es incapaz de abrirla, pareciendo que alguien tira de ella cada vez que intenta abrirla.

La abuela sopla y empieza a notar algo extraño en su cuerpo, hasta caer.

En ese momento suena en el móvil la llamada de Elvira, pero es incapaz de moverse del suelo, donde permanece tirada.

La abuela avanza hacia ella y se coloca sobre su cabeza y comienza a inspirar hasta dejar a Susana sin aliento.

Después de algún tiempo vuelve la luz.

Susana despierta y se levanta y estira.

Ahora los relojes funcionan y el pájaro azul está en la jaula.

Se acerca a la abuela muerta y le dice al oído: "Mi cuerpo el tuyo, tu corazón el mío".

Va luego hasta el cuadro, donde no es ya la abuela, sino ella quien está pintada con el pájaro en la mano.

Está desnuda y Eva entra tras ella y la acaricia.

Vuelve a sonar "El reloj" de Los Panchos.

Calificación: 3