La cena de los idiotas
Le dîner de cons (1998) * Francia
También conocida como:
- "Hay un tonto en mi casa" (Hispanoamérica)
Duración: 77 min.
Música: Vladimir Cosma
Fotografía: Luciano Tovoli
Guion y Dirección: Francis Veber
Intérpretes: Jacques Villeret (François Pignon), Thierry Lhermitte (Pierre Brochant), Francis Huster (Juste Leblanc), Alexandra Vandernoot (Christine Brochant), Daniel Prévost (Lucien Cheval), Catherine Frot (Marlène Sasseur), Edgar Givry (Jean Cordier), Christian Pereirra (Dr. Sorbier), Pétronille Moss (Mademoiselle Blond).
Pierre Brochant que cada miércoles celebra con sus amigos una cena, en la que se disputan el honor de ser el que lleve al invitado más idiota, está preocupado por no tener candidato para esa semana, por lo que acepta la sugerencia de uno de sus compañeros de trabajo que le envía a François Pignon, un funcionario de Hacienda que fabrica maquetas con cerillas.
Pignon, va a ver a Brochant, causándolo durante su corta estancia numerosos problemas.
Así, su incipiente lumbalgia, debida a un mal movimiento en el tenis se agrava cuando el idiota cae sobre él, haciendo imposible el acudir a la cena de esa semana.
Recibe además una llamada de Christine, su mujer diciéndole que lo deja.
Pignon llamará al doctor, aunque será a Marlene, la amante de Pierre a la que llame por error, contándole todo los sucedido tanto con su espalda como con su esposa para estupefacción de Pierre, que teme que, al saber que Christine se fue se instale en su casa, tras sugerirle además que Christine tal vez volvió con Leblanc, su anterior novio.
Intranquilo, Pierrre decide llamar a Leblanc, aunque a través de Pignon que se hace pasar por un productor que quiere comprar la novela que Leblanc escribió con Christine, aunque volverá a meter la pata al darle a Leblanc como teléfono de contacto el de Brochant.
Su siguiente metedura de pata la tendrá al confundir a Christine, que arrepentida volvía a casa, con Marlene y a la que le pide que se vaya, pues, aunque a Pierre no le importaba su mujer está mal, y en unos días podrán volver a verse 3 o 4 veces por semana como antes.
Más tarde llega Leblanc para consolarlo y ayudarlo, por lo que ya no necesita a Pignon, llegando los dos amigos a la conclusión de que quizá Christine se fue con Menaud, el publicista, y aunque ya habían logrado echar a Pignon este les dice que conoce a Menaud ya que un compañero suyo, inspector de Hacienda, le está inspeccionando y le piden ayuda.
La llegada entretanto de Marlene, les hace comprender que no fue a esta, sino a Christine a quien Pignon echó de casa, desvelando además ante Marlene lo que realmente piensa Brochant de ella, que es una ninfómana y una loca acosadora.
Poco después se presenta Cheval, el amigo de Pignon con los datos de Menaud y de nuevo todo saldrá mal, pues cuando Pignon llama a casa de Menaud para intentar averiguar si Christine está allí, el publicista les dice que con quien está realmente en con la mujer de Cheval., el cual, enfadado por lo ocurrido y tras descubrir de forma accidental, gracias a Pignon la habitación donde Brochant guardó todas sus obras de arte, se marcha prometiéndole volver para inspeccionarle.
Cuando reciben una llamada informando de que Christine sufrió un accidente de tráfico y Pierre se dispone a ir al hospital reciben una nueva llamada de Marlene que coge Pignon. Marlene amenaza con suicidarse, contándole a su interlocutor que Pierre es una mala persona, que organiza cada semana con sus amigos una cena de idiotas, comprendiendo entonces Pignon que el idiota de esa semana era él.
Pese a todo trata de ayudar a Brochant llamando al hospital, y, tras inculparse de todos los malos entendidos, le cuenta todas las locuras hechas por Pierrre para encontrarla, logrando conmoverla, aunque sospecha que quizá Pierre lo ha aleccionado, ante lo que Pignon le dice que no está con él, sino en una cabina.
Entonces ella llama a Pierre a su casa, y coge Pignon el teléfono, descubriendo entonces que, tal como había sospechado al principio Pierre está con él y que todo es un montaje.