La sociedad de la nieve
España (2023) *
Género: Drama / Suspense
Duración: 144 min.
Música:Michael Giachino
Fotografía: Pedro Luque
Guion: J.A. Bayona, Bernat Vilaplana, Jaime Marqués, Nicolás Casariego (Libro: Pablo Vierci)
Dirección: Juan Antonio Bayona
Intérpretes: Enzo Vogrincic (Numa Turcatti), Matías Recalt (Roberto Canessa), Agustín Pardella (Nando Parrado), Esteban Bigliardi (Javier Methol), Diego Vegezzi (Marcelo Pérez), Fernando Contigiani García (Arturo Nogueira), Esteban Kukuriczka (Adolfo Strauch / "Fito"), Francisco Romero (Daniel Fernández Strauch), Rafael Federman (Eduardo Strauch), Valentino Alonso (Alfredo Delgado / "Pancho"), Tomas Wolf (Gustavo Zerbino), Agustín Della Corte (Antonio Vizintín / "Tintín"), Felipe Otaño (Carlitos Páez), Andy Pruss (Roy Harley), Blas Polidori (Gustavo Nicolich), Felipe Ramusio (Diego Storm), Simón Hempe (José Luis Inciarte / "Coche"), Luciano Chatton (Pedro Algorta), Rocco Posca (Ramón Sabella / "Moncho"), Paula Baldini (Liliana Methol), Emanuel Parga (Carlos Roque), Juan Caruso (Álvaro Mangino), Benjamín Segura (Rafael Echavarren / "el Vasco"), Santiago Vaca Narvaja (Daniel Maspons)
Numa Turcatti cuenta que el 13 de octubre de 1972 un avión uruguayo se estrelló en la cordillera de Los Andes.
A bordo viajaban 40 pasajeros y 5 tripulantes.
Unos dicen que fue una tragedia. Otros hablan de un milagro.
Qué pasa cuando el mundo te abandona. Cuando no tienes ropa y te estás congelando.
Cuando no tienes comida y te estás muriendo.
La respuesta está en la montaña.
Hay que regresar al pasado, sabiendo que el pasado es lo que más cambia.
Montevideo, Uruguay. Octubre de 1972
Un equipo de rugby, el Old Christians, juega jaleado por el público.
Pronto viajarán a Chile, y les recuerdan que falta por llenar medio avión, por lo que les piden que traten de convencer a amigos y familiares.
Daniel cuenta que convenció a 4 primos, Gastón a sus amigos menos a uno, Numa, por lo que va hasta la iglesia y hace que pasen una nota a Numa con un listado de todos los que van al viaje, para animarlo a ir a Chile con ellos.
Pero Numa le dice que tiene un examen y además el rugby no le interesa.
Le insisten, pues es una gran oportunidad para ir a Santiago de Chile por solo 45 dólares y tienen ya los teléfonos de unas chicas que conocieron allí.
Consigue convencerlo finalmente Gastón, que le pide que vaya con él, pues puede ser su último viaje juntos antes de que se prometa y empiece a trabajar como abogado.
Todos van llegando felices al aeropuerto y se hacen una fotografía todos juntos frente al avión antes de partir.
Numa Turcatti cuenta que tiene 24 años y no conoce a casi nadie en el avión, en que hay muchos jóvenes y para muchos de ellos es el primer viaje lejos de su hogar.
En el avión van felices, bromean y hacen fotos.
Al pasar por una zona de turbulencias, el mecánico les comenta que es porque los vientos cálidos del campo argentino chocan con el viento frío de la montaña generando un efecto de succión, y por ello no hacen la ruta en línea recta y van hacia el sur buscando un paso menos elevado y luego, una vez en Chile, virarán hacia el norte.
Les piden que se sienten y se abrochen los cinturones mientras las turbulencias aumentan y comienza a caer el equipaje que les golpea y se asustan y comienzan a rezar.
Finalmente el avión golpea la montaña con la parte de la cola, que se separa de la delantera, que sale despedida y, cuando toca tierra sigue avanzando a toda velocidad como si de un trineo se tratase mientras va perdiendo parte del fuselaje.
Cuando se frena finalmente los asientos se van pegando unos a otros aplastando a los pasajeros que quedaban con vida, algunos de los cuales mueren.
Luego llega el silencio. No escuchan ya los gritos.
Los que están mejor tratan de ayudar a los demás, algunos de los cuales están agonizando, sobre todo Roberto, estudiante de medicina.
Día 1. 13 de septiembre de 1972
Algunos se acercan a la cabina y tratan de utilizar la radio, pero nadie lo escucha y el piloto está tan mal que no puede ayudarles y acaba muriendo.
Numa cuenta que la noche cae como una emboscada. En pocos minutos, la temperatura baja 30 grados y si no los mató el avión los matará el frío.
Todos tiritan, con vivos y muertos mezclados y gritando.
Y, en efecto, algunos mueren durante la noche, debido a la hipotermia.
Cuando sale el sol los supervivientes respiran aliviados y salen al sol.
Numa recuerda que Gastón, Daniel, Guido y Alexis salieron con la cola y Nando y su hermana están también muy mal.
Deciden hacer espacio para atender a los heridos, dirigidos por Marcelo, el capitán del equipo, y sacan para ello los asientos y buscan en las maletas lo que les pueda servir.
Colocan a los 11 muertos a un lado esperando al rescate.
Se reparten luego un poco de comida. Muy poca, pare que les dure.
Oyen un motor de avión, pero ni se acerca.
Día 2. 14 de octubre de 1972
Lo preparan todo, tratando de cubrir agujeros para poder resistir al frío nocturno.
Marcelo asegura que los encontrarán, pero Fito Strauch no es tan optimista, pues están en un lugar donde vivir es imposible y lo extraño son ellos.
Día 3. 15 de octubre de 1972.
Nando recupera el conocimiento y pregunta qué pasó. Ve que su hermana, está muy mal y se dirige a ella para abrazarla, aunque le cuenta que su madre murió.
Y recuerda el momento en que se despidieron en el aeropuerto de su padre los tres.
Le cuentan que llevan allí 3 días y aún no los encontraron.
Con un trozo de chapa del avión comienzan a destilar la nieve para tener agua.
Preparan con las maletas una gran cruz esperando que los vean desde el aire y gritan cada vez que pasa un avión, al que tratan de llamar la atención con espejos.
Creen que les vieron desde uno, pues movió sus alas.
Fantasean con lo que les gustaría comer.
Preparan una especie de camilla con los cinturones de seguridad, y colocan sobre él a Arturo.
Escuchan de nuevo motores de aviones, pero se alejan sin pasar sobre ellos.
Fito concluye que si los siguen buscando es que no los vieron, aunque Marcelo insiste en que deben tener fe.
Se preguntan cuánto podrán aguantar así, recordando Roberto la regla de tres: tres minutos sin respirar, tres días sin beber agua y tres semanas sin comer y allí es peor por el frío y la altura, pues consumen muchas más calorías.
Numa propone tratar de recuperar las baterías para hacer funcionar la radio, para lo que tendrán que intentar volver al lugar donde chocaron, donde cree estará la cola.
Con trozos de espejo y de maletas se fabrican gafas para que no les queme el sol los ojos, y un grupo de cuatro Numa, Roberto, Fito y Carlos salen para buscarla.
Según suben se dan cuenta de que, desde allí no se ve el avión, comprendiendo que desde el cielo no podrán verlos.
Deben regresar para que no les alcance la noche, sin ningún resultado.
Después de 6 días sin comer, tras repartirse la noche anterior el último paquete de galletitas que les quedaba, se quejan por el hambre.
Fito le dice a su hermano que Carlos le contó que creía que Nando se estaba volviendo loco porque dijo que no se iba a morir de hambre, aunque para ello tuviera que comerse los cuerpos de los muertos, y Fito le respondió que no tienen otro camino. Si quieren seguir deben estar vivos, y para estarlo deben comer.
Le exponen a Marcelo que si no comen morirán.
Los más osados indican que afuera hay proteínas, indicando que si no comen, el cuerpo se secará como una planta y también el cerebro y no podrán pensar y ya mean negro.
Alguno se plantea si Dios los perdonará, a lo que le responden que Dios los puso en esa situación y entenderá que hagan lo imposible por sobrevivir.
Arturo, que no cree en Dios dice que Dios no tiene que ver en eso. Que allí les llevó la mala suerte y que es solo carne, aunque otro indica que es gente a la que quieren.
Se plantean cómo se corta un cuerpo y quién sería capaz de hacerlo, diciendo Fito y su hermano que lo harán ellos.
Pero algunos, como los Methol, Liliana y Javier, aseguran que no lo harán, planteándose otros, como Coco, si no será un delito, y le dicen que sería como en el caso de donación de órganos, que debe haber consentimiento del donante, por lo que Numa piensa que es un delito.
Pero Roberto dice que tiene derecho a hacer lo que pueda para vivir.
Alguno llega a comer los cordones de los zapatos, o el tabaco
Finalmente, una noche Susy Parrado muere a sus 20 años.
Coco escribió una carta a sus padres a los 8 días de caer el avión desde un lugar divino.
Les dice que hay 27 vivos y que los extraña y pide a Dios que le deje verlos un día más.
Nando entierra a su hermana en la nieve junto al resto de los muertos y asegura que él no va a quedarse en ese cementerio.
Dia 9. 21 de octubre de 1972
Fito les dice que si muere les da permiso para alimentarse de su cuerpo, haciendo lo mismo varios de los supervivientes.
Finalmente los Strauch y Roberto salen para buscar uno de los cuerpos y poder alimentarse.
Poco a poco se van sumando otros, que no están dispuestos a dejarse morir, algunos escusándose con Marcelo, el capitán, al no soportar ya el hambre.
Los Strauch hacen el trabajo más doloroso, cortando los cuerpos a escondidas, apartados de la mirada del resto, para contener los escrúpulos de los que comen.
Colocan la carne sobre una chapa para que se descongele con el sol.
Algunos como Marcelo, Numa, Liliana y Javier siguen sin comer y miran el cielo esperando una señal.
Encuentran una maleta enterrada donde había una radio e improvisan una antena y Coco sube al avión para tratar de captar la señal.
Numa, que se sigue negando a comer, escucha desde dentro del avión un grito.
Dijeron en la radio que finalizó la búsqueda del avión tras 10 días de búsqueda en que realizaron 66 misiones de rescate empleando 17 aviones chilenos, uruguayos y argentinos, sin resultado y no la reanudarán hasta comienzos de año, cuando el deshielo permita una mejor visibilidad, indicando que el servicio aéreo de Chile informó que en 34 accidentes aéreos ocurridos en los Andes jamás hubo supervivientes.
Marcelo debe reconocer que se equivocó y pide a los que aún resistían, que coman, pues lo único que les queda es la vida y deben defenderla.
Numa, que se sigue negando a comer sale con Maspons y Gustavo para tratar de encontrar de nuevo la cola del avión. Improvisando y sin avisar.
Encuentran algunos restos del avión y los cadáveres de varios fallecidos más, Gastón, Ramón, Ovidio, Alexis, Guido y Daniel Shaw.
Intentan seguir un poco más, pero cae la noche, sufriendo un frío terrible, pues por la altura el frío es mayor, por lo que deben abrazarse para tratar de paliarlo.
Cuando amanece emergen de una capa de hielo.
Regresan valiéndose de una chapa del avión que utilizan a modo de trineo y Gustavo no puede ver y deben ayudarlo a comer.
Numa les cuenta que desde arriba solo se ven montañas con hielo por todos los lados.
Le dicen a Numa que deben ir hacia Chile, y consiguen convencerlo de que coma también para poder llegar.
Con gran esfuerzo, finalmente lo hace sin masticar mucho y obligándose a tragar.
Empieza a vislumbrar la posibilidad de no volver.
Pero Nando le da esperanza, pues entrena cada día sin importarle el tiempo.
Día 17. 5 días con tormenta
Tratan de entretenerse improvisando rimas
Pero entonces se escucha un fuerte ruido. Llegando un alud que se mete dentro y los atrapa, por lo que deben intentar emerger de la misma.
Los que mejor salieron deben ayudar a salir a los que quedaron atrapados debajo.
Roy logra salir y observa el avión prácticamente hundido.
A medida que logran salir escarban buscando y ayudando a los demás a respirar y lo hacen con desesperación para sacar a los que quedaron atrapados, aunque algunos como Liliana no lo consiguieron. Ella muere.
Y cuando tratan de asomarse, llega una nueva avalancha que vuelve a cubrirlos.
Cuando vuelven a emerger, ven quiénes faltan: Diego Storm, Carlos Roque, Daniel Maspons, Enrique Platero, Juan Carlos Menéndez, Gustavo Niclich, "Coco" y Marcelo se unen a Liliana.
Numa dice que Marcelo quedó atrapado. Dejas de tener frío porque dejas de sentir y es un alivio. Un instante de calma.
Pero no todo ha acabado. Fuera sigue el temporal y temen otro embate y rezan, mientras piensan cuánta nieve se habrá acumulado sobre el fuselaje.
Numa señala que es 30 de octubre y es su 25 cumpleaños y es difícil no pensar en casa.
Ven una pequeña luz y concluyen que si entra luz no deben estar muy abajo.
Deben permanecer encerrados hasta que acabe el temporal.
Día 18. Dos días sepultados
Numa señala que el hambre es insoportable. Que hasta ese momento los Strauch consiguieron que la carne fuera solo carne, pero en esas circunstancias no se puede.
Roberto toma ahora el relevo.
Ve mayores reticencias y pregunta si se van a dejar morir después de todo lo pasado, y vuelven a comer.
Numa se desespera deseoso de salir y golpea una ventana hasta romperla.
Día 20. Cuatro días sepultados
La tormenta continúa fuera y cunde el desánimo.
Numa golpea con una barra y consigue ver el exterior y eso les anima, y Moncho consigue salir y ven que hay sol.
Van emergiendo de uno en uno para tomar el sol antes de comenzar a retirar nieve.
Pero al romper el cristal, Numa se hizo un corte en la pierna.
Arturo le dice que él no cree en ese Dios en que cree él, pues les dicta cómo deben actuar en su casa, pero les abandona en la montaña.
Se plantean volver a intentar salir, pero tienen miedo a los temporales, por lo que Roberto indica que deben esperar a que comience el deshielo el 15 de noviembre, pues habrá menos riesgo de tormentas, debiendo aprovechar esas dos semanas para prepararse.
Día 34. Comienza el deshielo
Arturo está cada vez peor.
Gustavo se siente mal y le dice a Roberto que allí, como médicos pueden hacer poco y se están convirtiendo en enterradores por lo que anima a Roberto a salir, pues tiene las mejores piernas del equipo y debe caminar por los demás.
Muere finalmente Arturo a sus 21 años.
Sale un grupo de cuatro voluntarios, esta vez más abrigados.
Día 36. Salida hacia el este, Argentina
Numa, agotado por su estado acaba cayendo, viendo Roberto que su herida está infectada, por lo que deben volver, diciendo él que volverá solo.
Regresa en efecto hacia el avión, al que llega muy mal.
Muere también Rafael Echevarren, el "Vasco" a los 22 años.
Numa se lamenta de no poder ayudar por culpa de su pierna y se pregunta qué sentido tienen las muertes de todos.
Javier recuerda que durante el alud sintió el cuerpo de Liliana bajo el suyo. A él solo le separaban de la superficie unos centímetros y pudo sacar la cabeza y gritarle que la sacaría, pero no podía hacerlo si no salía él primero, y no se podía mover, con los pies aprisionados contra su pecho y si hacía fuerza para salir la hundiría más en la nieve.
Un día, al despertar, Numa ve a Nando frente a él.
Le cuenta que iban caminando y, de pronto, tras una loma encontraron la cola. Se catapultó hacia delante, por lo que no la habrían encontrado donde creían que estaba.
Allí había numerosas maletas y abrigos, botellas de ron, cigarrillos y chocolate, y le da una chocolatina a Numa.
Le cuenta que pasaron una noche a la intemperie y sobrevivieron de milagro, pero encontraron la batería del avión y tratarán de hacer funcionar la radio, por lo que volverán con ella.
Nando, Roberto y Tintín van con Roy a la cola del avión, aunque Roy está muy débil y duda que la radio funcione, solo consigue hacer funcionar la luz.
Comienzan a cablearlo todo y Roberto trata de hablar, pero sin resultados.
Las raciones de comida empiezan a escasear y saquean los huesos, algo que se convirtió en habitual y dejaron de darle importancia.
Numa está cada vez peor debido a la infección. Piensa que le gustaría ver a su familia y bailar aunque nunca lo hizo. Tiene 25 años y todo por hacer y se está muriendo.
Ven en la cola un material que recubre los tubos y es impermeable.
Por si encontraran esa parte del avión escriben que hasta ese día, 29 de noviembre, hay 17 personas vivas más arriba.
Regresan exhaustos al avión, sin éxito, pero con la tela impermeable con la que podrán hacer sacos de dormir para poder salir.
En la radio escuchan que 58 días después de la desaparición del avión, retomarán la búsqueda, aunque creen que no servirá de nada, pues ya pasaron por encima y no los vieron porque en realidad están buscando cadáveres.
Tintín les hace una foto, muy diferente a aquellas que se hicieron antes en el avión.
Numa dice que él no llegará a verlas, pero quizá puedan hacerlo sus familiares.
Numa le dice a Nando que les da permiso para usar su cuerpo y le dice que está preparado y es feliz de saber que ellos lo van a lograr.
En efecto, Numa Turcatti cuenta que murió el 11 de diciembre de 1972 mientras dormía.
Van pasando a todos un escrito que guardaba y en que escribió: "No hay amor más grade que el da la vida por sus amigos".
Nando dice entonces que saldrán al día siguiente.
Preparan provisiones y ropa de abrigo y se despiden de los demás.
Antes de partir, Nando les da permiso para utilizar los cuerpos de su madre y de Susy.
Buscan un saliente donde refugiarse del viento y poder poner el saco.
Cuando siguen al día siguiente, Nando, que va primero, ve con desesperanza, al llegar arriba, que solo se ven más montañas desde allí y por todas partes, y a gran distancia.
Pero Nando dice que no volverá. Que los Andes y la nieve se tienen que terminar en algún momento. Deben atravesar el valle, lo que les llevará 10 o 12 días y solo tienen comida para una semana, pero ven a lo lejos unos picos donde ya no hay nieve.
Nando y Roberto siguieron. Tintín regresó para que a ellos les durara más la comida.
Siguen en efecto, y tras cada montaña que suben, les espera otra enfrente, y, aunque exhaustos, siguen su camino, hasta llegar a un valle.
Los zapatos se le rompen a Nando y deben improvisar vendas.
La carne que llevan está ya mal y por la noche, Roberto vomita.
Llegan hasta un río de agua pura que baja de la montaña y beben, y mientras lo hacen, ven a un hombre a caballo al otro lado del río y le gritan diciéndole que vienen de un avión que cayó entre las montañas y que necesitan ayuda y que tienen mucha hambre.
El hombre lanza una piedra con un papel y un lápiz y ellos escriben: "Vengo de un avión que cayó en las montañas. Soy uruguayo. Hace 10 días que estamos caminando. En el avión quedaron 14 personas heridas. Tenemos que salir rápido de aquí y no sabemos cómo. No tenemos comida. Estamos débiles. ¿Cuándo nos van a buscar. No podemos ni caminar. ¿Dónde estamos?"
La noticia llega al servicio aéreo de rescate por una llamada desde San Fernando.
Nando y Roberto pueden comer por fin algo diferente y sonríen felices, en la casa del hombre que los encontró.
Llegan hasta el lugar decenas de periodistas dispuestos a documentar la aparición.
En la montaña escuchan la radio, en la que, de pronto se interrumpe la música para informar de la aparición de Roberto Canessa y Fernando Parrado.
Día 71.22 de diciembre de 1972
Nando parte en uno de los helicópteros con los que acuden al rescate.
En la montaña, tras escuchar la noticia, los supervivientes se asean para recibir a sus rescatadores y guardan algunos recuerdos de su estancia y de los fallecidos.
Roberto entierra los últimos restos de "comida" que guardaban para el camino.
En el servicio aéreo dan los nombres de los supervivientes, que repiten dos veces.
Estos estallan de alegría cuando ven un helicóptero sobrevolándolos. Ríen y lloran por la emoción, observando Nando que están todos.
Recogen sus escasas pertenencias y corren hacia los helicópteros.
Fito lleva una maleta, y, cuando se niega a abandonarla, por el peso, él prefiere quedarse, por lo que le permiten subir con ella.
Dejan atrás el avión donde estuvieron tanto tiempo refugiados.
Numa relata que el 22 de diciembre de 1972, 16 supervivientes regresaron de los Andes.
Roberto los espera junto con sus familiares. Numa asegura que todos fueron fundamentales, incluidos los muertos.
Muy débiles, pero felices, abrazan a sus familiares, que lloran emocionados.
Son trasladados en ambulancias militares hasta el hospital, lleno de gente que los espera con emoción, sintiéndose abrumados por el recibimiento.
Los examinan los médicos viendo sus cuerpos esqueléticos quemados por el sol y deben ducharlos, ayudándolos a sujetarse por su debilidad.
Los periódicos hablan de los héroes de los Andes que regresaron de la muerte para reencontrarse con sus padres, sus madres, sus novias o sus hijos, pero ellos no se sienten héroes porque estuvieron muertos como los demás y solo ellos regresaron, y al recordarlos se preguntan por qué no volvieron juntos y qué sentido tiene.
Numa les pide que se sigan cuidando unos a otros y que le cuenten a todos lo que hicieron en la montaña.