Te cuento la película

Los chicos del coro
Los chicos del coro

Les choristes (2004) Francia / Suiza / Alemania

          También conocida como:
                    - "Los coristas" (Hispanoamérica)

Duración: 95 min.

Música: Bruno Coulais

Fotografía: Carlo Varini, Dominique Gentil

Guion: Christophe Barratier, Philippe Lopes-Curval

Dirección: Christophe Barratier

Intérpretes: Gérard Jugnot (Clément Mathieu), François Berléand (Rachin), Kad Merad (Chabert), Jean-Paul Bonnaire (Maxence), Marie Bunel (Violette Morhange), Jean-Baptiste Maunier (Pierre Morhange), Maxence Perrin (Pépinot), Grégory Gatignol (Mondain), Cyril Bernicot (Le Querrec), Carole Weiss (Condesa), Philippe Du Janerand (Señor Langlois), Jacques Perrin (Morhange adulto), Didier Flamand (Pépinot adulto).

Un director de orquesta recibe antes del comienzo de uno de sus conciertos la noticia de la muerte de su madre, regresando por ello tras la finalización del mismo a su casa para acudir al entierro.

Por la noche recibe la visita de un hombre al que no reconoce hasta que este le dice que estuvieron juntos en el Fond de l'Etang, y se presenta como Pépinot.

Juntos recuerdan aquellos tiempos y ven una antigua foto en la que aparecen todos los internos en el año 1949, 50 años atrás, apareciendo en ella el vigilante, Clément Mathieu, preguntándose el director qué sería de él, mostrándole Pépinot un libro, el diario de Mathieu durante el tiempo en que fue vigilante, y que comienza con su llegada a las puertas del Fondo del Estanque, un internado destinado a la reeducación de niños con problemas.

Ve en la puerta a un niño pequeño, el propio Pépinot, que dice estar esperando a sus padres, que llegarán el sábado, aunque luego le informan que sus padres desaparecieron durante la ocupación, pese a lo cual él los espera sábado tras sábado.

Maxence, guarda y enfermero le pone al tanto de todo, conociendo de inmediato a Rachin, que le exige que lo llame señor Director y que es un hombre implacable que lleva el internado con mano de hierro, siendo su filosofía la de acción-reacción, procediendo a castigar duramente a quien realiza algún acto vandálico.

Pronto será testigo del primer castigo cuando, tras ser herido Maxence en un ojo debido a una broma, Rachin los castiga a todos a pasar 6 horas en el calabozo uno tras otro hasta que aparezca el culpable o alguien lo delate, suprimiendo además el recreo y las visitas.

Mathieu le dice que eso es una invitación a la delación, aunque le dicen que es nuevo y ya lo entenderá, y eso se lo dice también el hombre al que sustituye y que ya no aguanta más, y reconoce saber el nombre del culpable, aunque prefirió no decir nada para poder irse

Y el autor de la broma, Le Querrec, lo recibe a él con otra, robándole su cartera que irá de mano en mano hasta que aparece Rachin. Pese a ello no lo delata, ganándose su confianza, obligándole tras ello a enmendar su acto haciéndole que, durante los recreos se dedique a cuidar a Maxence.

Cuando roban su carpeta y se interesan por sus pentagramas, y luego los oye cantar canciones groseras piensa que quizá, a través de la música pueda conseguir algo con ellos, y él, que juró olvidarse de la música vuelve de nuevo a escribir.

Un día llega Violet Morhange para ver a su hijo, Pierre, uno de los más gamberros pese a su cara de ángel, y como se encuentra en el calabozo por haber hecho un dibujo del director comiendo mierda, Mathieu lo excusa diciendo que no está porque le llevaron al dentista.

Violet es una madre soltera, desesperada por la actitud de su hijo, expulsado de la escuela pública por sus constantes fugas y él trata de consolarla.

Tras separar a los niños en grupos según su voz, Mathieu comienza ensayar con ellos cada noche, pidiendo finalmente permiso a Rachin para formar un coro, con el que logra captar la atención de los niños, que entretenidos crean menos problemas.

Llega entonces al internado un niño, Mondain, que es cruel y con el cual se enfrentará Morhange a cuya madre acusa de prostituta

Y Morhange, se escapa del internado para ir hasta el pueblo donde puede comprobar que su madre trabaja como camarera, por lo que ya tranquilo regresa al internado.

Y un día Mathieu sorprende a Morhange, que se negó a hacer la prueba, cantando descubriendo que tiene una maravillosa voz, y para obligarle a cantar le impone el cantar en el coro como si de un castigo se tratara, convirtiéndolo en solista.

Entretanto Mondain abusa de los demás niños obligándoles a pagarle 10 céntimos por dejarles ir a la cama, no pudiendo hacerlo Pépinot por carecer de dinero, ante lo que Mathieu se enfrenta al matón, aunque posteriormente trata de ganárselo también cuando pide que no le castiguen, ya que es el único barítono de su coro.

Pero poco después Mondain se escapa del internado, echando de menos Rachin los 200.000 francos de que disponía para pagar a los proveedores, decidiendo en ese momento prohibirle a Mathieu que siga con el coro.

Y Chabert, al que tenía por un esbirro de Rachin le sorprende cuando le ayuda a obtener madera - de donde la tenía aquel escondida, para que se puedan duchar con agua caliente. Le ayudará además a mantener en secreto al coro, que pasará a ser clandestino.

Los gendarmes encuentran a Mondain, que niega que robara el dinero pese a la paliza de Rachin, al que el muchacho ataca, por lo que es llevado de nuevo al correccional.

Mathieu se arregla cada vez que Violet Morhange va a visitar a su hijo y habla con ella tratando de captar su atención, lo que Pierre ve con malos ojos, lanzándole por ello un tintero a la cabeza, pese a lo cual él lo defiende y le propone a la mujer que intente que su hijo vaya al conservatorio e Lyon, comprometiéndose él hablar con el director.

Pero tras lo sucedido, Mathieu decide castigar a Morhange, suprimiendo su solo, y provocando el enfado de este.

Un día son sorprendidos por Rachin, al que creían en la ciudad, mientras ensayan, aunque no le recrimina su desobediencia, sino que por el contrario, le comunica que su coro actuará ante los miembros del patronato que mantiene el internado, que, enterados por Maxence de su existencia, desean ver los progresos de los niños.

Un día recibe una carta de Violet pidiendo verlo y se muestra ilusionado, llevándole un ramo de flores e informándole que escribió ya al director del conservatorio de Lyon que trataría de conseguirle una beca. Ella por su parte le dice que desde que lo conoció su vida dio un vuelco y que él le trajo suerte, y cuando comienza a ilusionarse, ella le dice que ha conocido a un ingeniero de Lyon que desea casarse con ella.

Pese a la desilusión debe seguir con el proyecto del coro, cuyo mérito se atribuye ante la condesa que preside el patronato, Rachin, siendo la actuación un éxito, sobre todo cuando Mathieu hace que cante Morhange, que estaba apartado, y que, al hacer su solo, se siente agradecido, emocionando a los visitantes.

Un día Maxence encuentra bajo una piedra la armónica de Corbin y el dinero desaparecido y que Mondain no robó, pese a lo cual Rachin no hace nada.

Llegado el verano, y durante las vacaciones, Rachin acude a la ciudad donde tiene una reunión con el patronato, del que espera salga su ascenso y la Legión de Honor.

Aprovechando su ausencia Mathieu decide sacar a los niños al campo.

Mientras Rachin está reunido con el patronato recibe una llamada en la que le comunican que debe regresar al colegio, que encuentra ardiendo, por actuación de Mondain, temiendo todos que murieran todos los niños, que aparecen poco después de vuelta de su excursión.

Y pese a que su ausencia fue su salvación, Rachin despide a Mathieu, que abandonará triste al ver que los niños no salen a despedirlo, aunque una vez fuera empiezan a caer sobre él aviones de papel con palabras de cariño, momento que pone fin a su diario.

Morhange recuerda que fue admitido en el conservatorio, y que el ingeniero pretendía que estudiara como interno, a lo que su madre se negó, por lo que aquel, la abandonó.

Lo demás lo recuerda Pépinot, que le cuenta que, denunciado Rachin por los demás empleados del internado por sus brutales métodos, este fue despedido.

Le cuenta también que cuando Mathieu iba a coger el autobús apareció él pidiéndole que lo llevara con él a lo que este se negó, aunque poco después el autobús paró y se lo llevó con él, consiguiendo finalmente el niño irse del internado en sábado, tal como soñaba.

Calificación: 3