Te cuento la película

Love Life

Love Life (2022) * Japón / Francia

          También conocida como:
                    - "Love Life: Lo que fuimos vive siempre" (Argentina)

Género: Drama

Duración: 123 Min.

Música: Olivier Goinard

Fotografía: Hideo Yamamoto

Guion y Dirección: Koji Fukada

Intérpretes: Fumino Kimura (Taeko Osawa), Kento Nagayama (Jiro Osawa), Atom Sunada (Park Shinji), Hirona Yamazaki (Risa Yamazaki), Misuzu Kanno (Akie Osawa), Tomorowo Taguchi (Makoto Osawa), Tetta Shimada (Keita Shinji).

Taeko Osawa está adornando el salón con serpentinas y carteles de felicitación., y juega entretanto al Othello con su hijo Keita.

Pero entonces recibe una llamada del trabajo. Aunque es su día de descanso, debe ir a solucionar un problema, por lo que avisa a Jiro, su marido, que está en el descampado de debajo de su casa ensayando con unos compañeros con carteles de felicitación.

Al salir, y desde el edificio de enfrente, la saluda la madre de Jiro, y le dice que luego se verán.

Se cruza mientras se marcha, ve que llega una chica joven cargada con globos.

Reclamaban su presencia para tratar de calmar a un mendigo que se peleó con otro hombre al que le tiró el teléfono al suelo, diciendo el mendigo que solo quería que dejara de hacer fotos, aunque ella comprueba que había bebido.

Solucionado el problema, y de regreso, se cruza con los compañeros de su marido, que le dicen que ya terminaron los ensayos y Jiro les dijo que esperaran en el café,

Llega entonces Keita, que salió a buscarla, con su patinete, comenta que los conoce a todos, pues coincidieron en la boda, menos a la chica, Yamazaki.

Cuando llegan a casa, Jiro está haciendo la comida y el salón ya está adornado, y Keita y Taeko continúan con su partida de Othello.

Taeko le cuenta a Jiro que se encontró con sus compañeros, aunque había una compañera que no conocía, Yamazaki, porque no fue a su boda. Él le dice que cree que estaba enferma, aunque a ella le extraña que nunca le haya hablado de ella.

Los compañeros esperan en un bar, y uno de ellos pregunta por qué fue Yamazaki, que está en una mesa con los ojos llorosos, y cuenta a uno de sus compañeros que es la ex de Jiro. Que iban a casarse, pero él la engañó con la que ahora es su mujer.

De pronto ven al padre de Osawa que va a pasar frente al bar y se esconden, agachándose para que no los vea.

Mientras él cambia una bombilla ella le pregunta si su padre los aceptará por fin, diciendo él que no hay nada que aceptar, pues ya están casados.

Mientras se abrazan, llegan los padres de él y Akie, la madre felicita a Keita por haber ganado el torneo del Othello.

Comienzan a poner la mesa y piden a Keita que retire el tablero y que terminarán luego.

Los amigos de Jiro reciben un mensaje en que les dice que ya pueden ir, aunque entonces Yamazaki dice que lo siente, pero que no puede ir y se marcha corriendo y otro de los amigos sale corriendo tras ella.

En casa, dan la enhorabuena a Keita por su victoria y le hacen varios regalos. Un libro sobre animales de los padres de Jiro, y un avión de Jiro y Taeko.

Jiro recibe un mensaje en que le piden que haga tiempo, pues se fueron Yamazaki y otro compañero, por ello, cuando Makoto, el padre, dice que deben irse ya y no abusar de su hospitalidad, deben convencerlo de que se quede a tomar café.

Le cuentan que Jiro empezó a pescar gracias a Taeko, y tratan de encontrar un tema que haga que el padre hable, pues estuvo callado y sin mirar al niño todo el tiempo.

Jiro dice que compra carretes caros, pero de segunda mano, diciendo su padre que las cosas de segunda mano están bien, pero no para todo, y Taeko le pregunta qué quiere decir, a lo que Makoto responde que su mujer está siendo amable, pero que han tenido que aguantar mucho, preguntando Taeko si quiere decir que es ella la usada.

Makoto les dice que no les dejaron el piso para eso. Que ellos querían irse al campo, pero se quedaron para ayudar con los nietos, pero no es lo que esperaban.

Akie, la madre, se siente muy violenta y le dice que está siendo maleducado y le exige que pida perdón a Taeko, que le pide que retire lo que dijo, reconociendo él que se ha pasado, y se sientan a tomar el café.

Taeko da las gracias a su suegra, y esta le dice que de nada, pero que espera que le den su propio nieto.

Cuando Jiro ve que llegan sus amigos pide a todos que salgan al balcón.

Desde allí ven cómo los compañeros, junto con dos monjas que encontraron junto al bar y que sustituyen a los dos compañeros que se fueron y alzan los carteles con las letras donde ponen "Enhorabuena", y, al girarlas, "Felices 65 al supervisor Osawa", tras lo que le desean feliz cumpleaños y sueltan los globos y Taeko le entrega un ramo de flores.

Luego cantan todos en el karaoke, incluidas las dos monjas.

Akie da las gracias a Taeko por ese día.

Piden luego a Makoto que cante también, y, aunque se resiste, canta finalmente una canción popular.

Mientras canta, Keita juega con su avión, con el que va a jugar en el baño, y, para simular que vuela más alto se sube a una banqueta, y, de pronto se resbala y cae a la bañera, que estaba llena, dándose un fuerte golpe, aunque nadie lo escucha.

Al rato lo busca su madre, que no lo encuentra hasta que ve el avión en el suelo del baño y entonces se asoma y se lo encuentra en la bañera.

Interrogan al matrimonio.

Taeko les cuenta que Keita, que estaba a punto de cumplir los 7 años era hijo de su exmarido, y cuando le preguntan si se lo dijo al padre, dice que no, pues están divorciados e ignora dónde está, pues los dejó cuando Keita era pequeño y no ha sabido nada de él desde entonces.

Jiro cuenta que se casaron en julio, pero que aún no adoptó al Keita debido a las circunstancias familiares, pues su padre se oponía a la boda.

Ella cuenta que Jiro se comportaba con el niño como si fuera su padre, y pensaba adoptarlo cuando su suegro la aceptase.

Les informan que la causa de la muerte fue el ahogamiento tras la pérdida de conocimiento causada por un traumatismo y no es necesario hacer una autopsia judicial.

En la sala de espera están los padres esperando y le dicen a Taeko que debe ser fuerte.

Les cuentan que van a llevarlo a casa, pues Taeko quiere que vuelva a su habitación por última vez, preguntando la madre por qué no lo llevan al tanatorio, por los vecinos, aunque es ahora Makoto el que le dice que no pasa nada, y cuando Akie dice que tienen muchos recuerdos en eses piso, Makoto le dice que también es la casa de Keita y debe dejar que vuelva, y le dice a Jiro que vayan, mientras trata de calmar a su mujer.

Mientras Taeko duerme, Jiro hace una recopilación de fotos del Keita y quita los colgantes de la fiesta.

De pronto ella se despierta pidiendo al niño que no corra, al creer escucharlo y puede ver su tablero con la partida de Othello comenzada.

Le dice a Jiro que sabe que la culpa a ella, pues siempre la regaña porque se olvida de vaciar la bañera, aunque él le dice que no es culpa suya.

Ella le ayuda a elegir las fotos para el funeral y él le dice que puede poner algunas de antes de casarse sin preocuparse de sus sentimientos.

Desde ese día comienzan a ir a bañarse a casa de sus suegros.

Akie aprovecha el primer día para excusarse por lo que dijo en el hospital. Dice que siempre vio morir a personas mayores que ella y se puso muy nerviosa y le asegura que no fue suya la culpa.

En el velatorio proyectan un pequeño video con fotos y películas del niño, y acude mucha gente, entre otros, los compañeros de colegio del niño, que dejan flores en el ataúd.

Acuden también los compañeros de trabajo de Jiro, entre ellos Yamazaki.

Entre tanta gente de negro, destaca de pronto la llegada de un hombre en vaqueros y con la camisa amarilla, diciendo Taeko que es el padre de Keita.

Este se queda mirando el cadáver y luego se dirige a Taeko y la abofetea.

Jiro corre a apartarlo y ve cómo de pronto el hombre se abofetea a sí mismo y Taeko, sentada en el suelo, se rompe y llora desconsoladamente.

Ya en casa, Taeko busca una caja donde guarda varias cartas y un pasaporte coreano.

Acude a trabajar y se ofrece a acompañar a su compañera que tiene ronda nocturna en el sector norte.

Entregan comida a los sintecho que duermen en la calle, y ella se ofrece para encargarse del parque, viendo sentado en un banco, al padre de Keita.

Él le pide perdón en lenguaje de signos, preguntando ella si pide perdón por pegarle o por abandonarlos, diciendo él que por las dos cosas, asegurando ella que le dolieron mucho las dos cosas, volviendo él a pedirle perdón.

Ella le entrega el pasaporte y las cartas, que, le cuenta, llegaron el año anterior y supone que serán de su padre, pues no las abrió.

Taeko le cuenta que volvió a casarse, dándole él la enhorabuena.

Le pregunta por qué se fue, diciendo que no sabe explicarlo y ella le dice que no puede perdonarle, diciendo él que lo sabe.

Le dice tras ello que eso es una despedida.

Van a casa de los padres de Jiro, que les dicen que están pensando en mudarse, pues es lo que siempre quisieron hacer, aunque no quieren que parezca que huyen.

En la oficina indican a Jiro que Yamazaki no fue. Que está enferma y está en casa de sus padres.

Al centro de servicios sociales donde trabajo Taeko, llega un día una mujer de la central, que dirige Jiro, pues tienen a una persona sordomuda y necesitan a alguien que conozca el lenguaje de signos y no tienen a nadie en la oficina principal porque es coreano.

Se ofrece ella a ir y comprueba, como imaginaba, que es su exmarido, que dice que quiere solicitar ayudas.

Indica que se llama Park Shinji. Que es coreano porque su padre lo es, pero su madre es japonesa.

Sale entonces Jiro, y ve a Taeko con Park.

Le pregunta, luego en casa, qué va a hacer con Park, diciendo ella que no es su caso.

Park no tiene ya el visado como cónyuge, pero tiene permiso de residencia, aunque le negaron las ayudas porque no se había inscrito como extranjero en esa región.

Ya en la cama, Jiro le pregunta si no se puede ocupar ella del caso de Park por la lengua de signos, sin preocuparse por él, pues no hay nadie más que pueda encargarse.

Lo hace. Participa en la entrevista que hace Jiro. Cuenta que está viviendo en el parque, aunque a veces va a un refugio o duerme en un cibercafé.

Ella le pregunta qué tipo de trabajo quiere hacer, diciendo que cualquier cosa.

Le consiguen un trabajo de limpieza en un almacén.

Jiro debe irse un fin de semana con sus padres, por la mudanza.

Los suegros tienen ya todo en cajas y Taeko mira con el padre de Jiro un álbum con fotos de Jiro de niño. Le dice que pueden ir allí a bañarse hasta que se venda el piso.

Ve a su suegra fumando en la terraza y le cuenta que a veces lo hace, pidiéndole ella uno.

Akie le pregunta si su trabajo social lo hace por fe, a lo que le responde que no tiene ninguna fe en particular y le pregunta a su suegra si cambió algo para ella desde que va a la iglesia, a lo que le responde que aún no lo sabe, pero se ha dado cuenta de lo indefensos que están y ni la ciencia ni la filosofía los protege, aunque reconoce que ella tampoco cree, aunque espera encontrar la fe antes de morirse, ante lo que Taeko le pregunta si cree que Keita se habría salvado de tener fe, aunque le responde que no cree que salvar a la gente suponga que no se muera y reconoce que lo que le da miedo a ella es morir sola, pues no pueden morir juntos su marido y Jiro.

Jiro se va con su madre, acompañando el camión de la mudanza.

Debe quedarse sola e intenta meterse, vestida, en la bañera, pero acaba vomitando.

Suena en el teléfono una alarma que anuncia un terremoto, y lo primero que hace es coger el tablero del Othello y protegerlo mientras se mueve todo a su alrededor.

La llama Jiro para preguntarle si está bien, aunque ellos ni se enteraron, pues estaban lejos del epicentro.

Jiro está en realidad con Risa Yamazaki, contenta de que recordara que sus padres vivían en la misma zona, diciendo él que se acordó cuando vio esa montaña.

Le dice que se alegra de ver que está bien, pues lleva un tiempo sin ir al trabajo.

Ella le pregunta si podrá volver a verle antes de que se vaya.

Por su parte, Taeko regresa al parque en que duerme Park, que llega con un gatito.

Lo lleva a la casa vacía de sus suegros y le dice que podrá irse cuando haya ahorrado algo de dinero y cenan juntos allí.

Él le cuenta que tiene libre el día siguiente, diciéndole ella que irá a buscarlo.

Lo lleva a su piso al día siguiente y él comienza a sentirse incómodo, aunque ella le dice que no están haciendo nada malo.

Park puede ver la habitación del niño y le muestra la última partida de Keita.

Él le muestra un artículo del periódico y le explica que fue gracias al Othello como supo que Keita había muerto.

Jiro vuelve a ver a Risa y ella le dice que cuando la dejó, para ella fue el fin del mundo.

Se acordó entonces de su primer novio del instituto, al que dejó porque le gustaba otro, y vio cómo él se echó a llorar y reconoce que fue muy fría con él, pues le pareció ridículo.

Pero cuando él la dejó, entendió lo que debió sentir, aunque asegura que no le guarda rencor, pues tienen que verse en el trabajo y no pueden seguir sintiéndose incómodos siempre, aunque reconoce que cuando conoció a su mujer no pudo evitar odiarla.

Él le dice que nunca le habló de ella, a lo que Risa le responde que eso fue muy cobarde por su parte, pero piensa que ella se dio cuenta de que ella era su ex por su forma de mirarla, compasiva y condescendiente.

Recuerda que pensó entonces que quería que les pasase algo malo que destruyese sus vidas, y entonces ocurrió lo de Keita, y por eso le debe una disculpa, y rompe a llorar.

Jiro se acerca a ella y se besan.

Risa le dice que es muy propio de él, después de eso seguir sin mirarla a la cara.

Taeko se baña, por fin en su bañera, con Park acompañándola.

Le cuenta que Keita se murió porque olvidó vaciar la bañera, aunque él le dice que no fue culpa suya, aunque él le dice que miente, pues le dio la bofetada porque le echaba la culpa, aunque él le dice que no tiene ningún derecho a echarle la culpa.

Ella dice que estaba bien que la muerte de Keita le provocara esa reacción de enfado, pues Keita murió de una forma horrible y todos estaban intentando acostumbrarse al mundo sin él lo antes posible, pero él fue diferente. Su primera reacción fue enfadarse.

Lo ve al día siguiente en el trabajo, en el almacén donde hacen subastas y luego lo ayuda a tender su ropa.

Él comienza a hacer el idiota haciéndose pasar por un fantasma al colocarse una sábana por encima. Mientras bromean, hace que se mueva el CD colgado para espantar a las palomas, lo que deslumbra a Jiro, que llega a su casa y los ve tonteando.

Corre hasta el piso de sus padres y cuando llega ve jugando a Park con el gatito y le pregunta por Taeko, escribiéndole él que salió a comprar comida para el gato.

Se queda con él para esperarla.

Aprovechando que no le escucha, y de espaldas, le dice que es egoísta. Que se fue y ha vuelto y no tiene idea de lo mucho que lo buscó Taeko, que denunció su desaparición y empezó en su trabajo y él la ayudó, y, aunque al final consiguió olvidarse de él, volvió a aparecer porque murió su hijo y vuelve llorando, y es él quien debería llorar.

Dice que vivió un año con Keita y quiso llorar con Taeko, pero no sirvió de nada. De hecho, pensó que tenía que darse prisa y tener su propio hijo con Taeko y se odiaba a sí mismo, hasta que apareció él y lloró con Taeko como una pareja casada.

Cuando llega Taeko, se sorprende de verle allí y más cuando él va a besarla de forma antinatural y apasionadamente para que lo vea Park.

Park les dice que el gato se escapó y salen a buscarlo, siendo Jiro quien lo encuentra.

Entonces Park se lo entrega. Le dice que parece que le cae bien al gato y le gustaría que se lo quedara él.

Luego da las gracias por todo a Taeko y se dispone a marcharse, pero ella dice que debe estar con él, pues es muy débil y necesita que ella le proteja.

Llega entonces el cartero, que les dice que tiene un correo internacional reenviado desde su antigua dirección, para Park, al que se la entrega.

Park la lee y ve que es de su familia. Le cuenta que le informan que su padre está en estado crítico en Haman, en Corea y debe ir al hospital y le pregunta a ella si puede dejarle el dinero para regresar.

Jiro y ella lo llevan hasta el puerto. Taeko le cuenta entonces que ya había visto a Park antes. Lo vio un día en el parque justo antes de que él le propusiera matrimonio.

Dice que ya lo abandonó una vez, aunque Jiro le dice que no es cierto, que, fue él quien los abandonó a Keita y a ella.

Él pregunta desde cuando están así, hablándose sin mirarse a la cara.

Antes de irse, Park le dice que no tiene por qué superar la muerte de Keita, aunque la gente le diga que lo olvide y siga adelante. Pero él le dice que no debe olvidarlo nunca, pues es una parte importante de su vida.

Jiro pregunta qué le dijo, diciendo ella que adiós.

Antes de salir del puerto, ella decide bajarse del coche y le dice a Jiro que lo siente, pues no puede dejarlo solo.

Él está ya en el barco, cuando ve llegar a Taeko y le pregunta qué cree que hace, diciéndole ella que va a ser muy duro si va solo, por lo que lo acompaña.

Llegan a Corea y comienzan a andar por la carretera, estando una mujer a punto de atropellarlos, aunque luego los recoge y les explica que iban en dirección contraria a Haman. Y le cuenta a Taeko que vio su carta, y cuando ella le dice que el padre de Park está enfermo, ella le dice que no es así, que en realidad se trata de la boda de su hijo.

Ella pregunta a Park por qué le dijo que su padre estaba enfermo, reconociendo él que le mintió, que en realidad va a la boda del hijo que tuvo con su primera mujer.

Solo entonces se entera Taeko de que Park tenía otro hijo y le pregunta si necesitaba el dinero para eso, y lo golpea enfadada.

La mujer los deja en el lugar donde va a realizarse la celebración.

Allí, Taeko ve cómo otra mujer, la primera mujer, lo abofetea y lo golpea, debiendo separarlos un muchacho, su hijo.

Este se dirige a Taeko para darle las gracias por llevar a su padre. Le cuenta que su madre también es sorda y lo crio sola y no quería que él fuese a la boda, pero él le escribió la carta, y le cuenta que llevaba 20 años sin verlo y le da las gracias por llevarlo, y luego le da las gracias a él por volver.

Ve a padre e hijo felices hablando y luego los ve bailando. Y mientras bailan, a lo que ella se une, comienza a llover, pese a lo cual ella sigue bailando mientras todos corren a ponerse a cubierto.

Regresa a su casa y pone leche al gato.

En ese momento salta en el ordenador un mensaje de una persona que invita a jugar a Keita al Othello y ella acepta para poder contar al rival que su hijo tuvo un accidente y murió y le da las gracias por la amabilidad que mostró a su hijo.

Le da el pésame y le dice que su hijo era el mejor y siempre le ganaba.

Llega Jiro y ella le da la bienvenida y le dice que lo siente.

Se sientan a la mesa, aunque Jiro se pone de lado sin mirarla y le pregunta qué hacen ahora los dos.

Como ninguno quiere comer, él propone salir a dar un paseo, aunque antes ella le pide que la mire.

Suena "Love Life. Lo que fuimos vive siempre", de Akiko Yano, que dice que, sea cual sea la distancia entre nosotros, nada puede impedir que te quiera y le pide que se quede con ella, aunque no sonría para ella.

Calificación: 3