Te cuento la película

Mi vida como un perro

Mitt liv som hund (1985) * Suecia

          También conocida como:
                    - "El año del Arco Iris" (Hispanoamérica)

Duración: 101 Min.

Música: Björn Isfält

Fotografía: Jörgen Persson

Guion: Lasse Hallström, Reidar Jönsson, Brasse Brännström, Per Berglund (N.: Reidar Jönsson)

Dirección: Lasse Hallström

Intérpretes: Anton Glanzelius, Tomas von Brömssen, Anki Liden, Manfred Serner, Melinda Kinnaman, Kicki Runderer

Ingemar, un travieso chaval de 12 años se plantea que pese a sus problemas podría haberle ido peor, como a la pobre Laika, enviada a la luna y que murió de hambre.

A Ingemar le gusta escuchar, junto a Ranita, su mejor amiga, el ruido del tren escondidos en un pequeño desagüe bajo las vías. Allí se "casarán", cortándose él un dedo y chupando ella su sangre.

Cuando introduce su pene en una botella con la que un niño mayor trataba de explicarles el acto sexual y se le queda enganchado su madre monta en cólera, al igual que cuando Ingemar y su hermano se pelean, o cuando accidentalmente provoca un incendio en un descampado cuando trataba de entrar en calor junto con su perro.

Su madre está muy enferma y su padre está destinado en Ecuador, por lo que al llegar el verano y para que su madre pueda descansar los dos hermanos son separados, yendo el mayor con sus abuelos y él con sus tío Gunnar y Ulla al pequeño pueblo de Smaland.

Allí pasará muy buenos ratos con su tío, ayudándole a construir una pequeña caseta, su "casa de verano" donde ponen constantemente una canción, fastidiando Ulla.

En su nuevo entorno entabla nuevas amistades, jugando al fútbol y aprendiendo a boxear, haciéndose muy amigo de Saga, una niña a la que todos creen un niño, y a la que Ingemar ayuda a vendar sus pechos para poder seguir simulando ser un niño.

En la fábrica de vidrio en que trabaja su tío conoce a Berit, una mujer muy guapa que le pide que le acompañe al estudio de un escultor para el que posará desnuda, con el fin de que sea testigo de que todo es artístico, aunque Ingemar, que desea verla desnuda se sube al tejado para verla desde la claraboya, que no aguantará su peso, y acabará cayendo.

Acabado el verano, Ingemar y su hermano regresan a su casa. Pero su madre está peor y pocos días después es hospitalizada, haciéndose cargo de ellos su tío Sandberg, que discute constantemente con su mujer, que no los desea en su casa, por lo que, cuando finalmente su madre muere Ingemar regresa a un Smaland muy diferente. En invierno es una ciudad nevada y muchas cosas han cambiado. Murió ya el tío Arvidsson, al que le leía un catálogo de lencería y Gunnar y Ulla comparten su casa - que es de la fábrica - con una familia griega y no tienen apenas sitio, por lo que le deben enviar a dormir con la tía.

Retoma su amistad con Saga, que le muestra cómo sus pechos han crecido y ya no puede seguir simulando que es un niño. Y será testigo de su enfrentamiento con otra niña a la que también le gusta, e Ingemar reacciona cogiendo la pierna de Saga y poniéndose a ladrar, por lo que, ante su extraña actitud lo reta a un combate en el ring, donde continua ladrando, contándole ella que su perra - que él creía en una perrera - realmente está muerta.

Ingemar reacciona violentamente, y se oculta en el pabellón de verano, sin querer ver ni hablar con nadie, siendo en ese momento, y tras la muerte de su madre y de su perra cuando él reflexiona y piensa que podría haberle ido peor como a la pobre Laika.

Pero al día siguiente otro acontecimiento le hace olvidar el disgusto: el señor Fransson, el vecino al que siempre veían arreglando el tejado, se baña en el río helado.

Y al finalizar el invierno probará junto con su amigo Manne, un niño con el cabello verdoso, una especie de teleférico hecho por su abuelo, y cuyo viaje acaba en una charca.

Reconciliado con Saga, se quedan juntos dormidos sin enterarse de la victoria que todos los vecinos celebran del campeón nacional de boxeo frente a otro estadounidense.

Calificación: 3