Te cuento la película

París, Distrito 13

Les Olympiades (2021) * Francia

Duración: 105 min.

Música: Rone

Fotografía: Paul Guilhaume

Guion: Jacques Audiard, Léa Mysius, Céline Sciamma, Nicolas Livecchi (Historias: Adrian Tomine)

Dirección: Jacques Audiard

Intérpretes: Lucie Zhang (Émilie Wong), Makita Samba (Camille Germain), Noémie Merlant (Nora Ligier), Jehnny Beth (Amber Sweet / Louise), Océane Caïraty (Stéphanie), Camille Léon-Fucien (Eponine).

En el apartamento de uno de los enormes bloques de edificios del complejo de Les Olympiades de París vive Émilie Wong, una muchacha de origen taiwanés.

Tras acostarse con un chico negro al que le cuenta que trabaja en un locutorio vendiendo tarifas de móviles y de televisiones, asegurando ser muy buena vendiendo.

Al día siguiente, tras salir del trabajo recibe la llamada de su madre desde Londres, que le pide que vaya a ver a su abuela, que está enferma.

En su casa se envuelve el cuerpo con celofán, como vio en un vídeo de consejos para adelgazar, antes de recibir la visita de otro hombre, también negro, que le dice que va por la habitación que alquila, aunque Émilie le dice que esperaba a Camille, diciéndole el hombre que él es Camille, aunque ella esperaba a una mujer, Camille, diciéndole el joven que él es Camille y que es profesor en Ivry, en el Fernan Léger y le va muy bien ese piso, indicándole que como trabaja de día y sale de noche, es una buena opción.

Camille le cuenta que, aunque ya es profesor, se va a tomar un tiempo para preparar otras oposiciones superiores, contándole ella que, aunque es teleoperadora, estudió Ciencias Políticas.

Camille le dice que tiene mucha actividad sexual, pero sin molestar a sus compañeros de piso, accediendo finalmente ella a alquilarle la habitación, y acaban haciendo el amor, sorprendiéndose él al encontrarse con su cuerpo envuelto en celofán.

Unos días más tarde ella le dice que se está enamorando, porque disfruta demasiado, decidiendo él no terminar el acto, echándola a ella de la habitación, aunque al rato va hasta el de ella para terminar.

Pero otro día, cuando Émilie va al cuarto de Camille buscando sexo, él le dice que esa noche no, por lo que al día siguiente ella le pregunta por esa negativa, pues no entiende cómo se va a desarrollar su relación, diciéndole él que se lo pasaron muy bien, pero que no son pareja, sino compañeros de piso y no le apetece tener pareja y prefiere no volver a acostarse.

Ella le dice que entonces necesitan nuevas normas, como repartirse la limpieza y la nevera y no ir desnudos por la casa.

Al día siguiente le llaman la atención a Émilie en su trabajo por el modo de hablar a sus clientes, bromeando o dando recomendaciones para adelgazar.

Cuando sale llama a su hermana, que está trabajando en un hospital en Londres, para contarle que tiene problemas con su compañero de piso, lo que ella no entiende, pues está trabajando, contándole también que la despidieron.

La hermana le dice que tiene una incapacidad para relacionarse y le recomienda que lea un libro que le envió para aprender a solucionarlo.

Camille observa que lleva en la cama todo el día viendo series y le pregunta si llamó a un teléfono que le dio para conseguir trabajo, diciéndole que lo intentó.

Camille le dice que invitó a cenar a unos amigos, profesores, como él.

Finalmente se decide a salir, yendo a una discoteca, donde toma MDMA, baila y se besa con una chica.

De regreso, le parece volar, yendo bajo la lluvia y, todavía bajo los efectos de la droga, dice Camille, mi amor, voy enseguida.

Pero cuando llega a su casa no sale a su encuentro Camille. A quien ve es a Stéphanie que está desnuda en la cocina.

La ven demasiado drogada, diciendo ella que pueden hacer un trío, aunque luego le dice a Camille que esa es su sustituta, tapándola él con una manta, pues está mojada.

Al rato, y metida en la bañera, llama a su hermana Karin para contarle que tomó MDMA y le sentó mal, diciéndole esta que tome medio Lexatin y se acueste, diciendo ella que no puede dormirse, que escucha a Camille y a su amiga haciendo el amor y no lo soporta, diciéndole su hermana que últimamente solo la llama por Camille.

Al día siguiente Camille va a casa de su padre, que le cuenta que su hermana Eponine hace monólogos, pese a que es tartamuda, diciendo él que no soporta la arrogancia de los cómicos que pretenden que la gente se ría de sus chorradas, haciendo enfadar a su hermana y a su padre, que le regaña y le dice que es un viejo amargado prematuro y le recuerda que su hermana tiene 16 años y debe decirle lo que quiere oír y animarla y mostrar interés y le dice además, que en el escenario no tartamudea.

Su madre murió poco antes y quieren vender sus cosas, entre ellas su silla de ruedas.

Entretanto, Émilie se siente extrañada de que, no estando Camille, Stéphanie siga allí y le dice que si quiere seguir en la casa tendrá que pagar un alquiler por las noches que pase allí, y le cuenta que "la otra" paga 12 Euros por dos noches a la semana. Diciéndole que se llama Mathilde y es una provinciana que va los martes y jueves, pidiéndole Stéphanie que no vuelva a hablarle, y aunque ella le dice que era una broma le insiste en que no le hable.

Le regaña Camille diciéndole que tardó una semana en arreglar lo que lio, diciéndole ella que no tiene sentido del humor, Camille le dice que ella es insoportable y se cree que todos son idiotas, por lo que va a acabar aislándose y le dice que él podría salir con una chica muy inteligente, pero necesita que le excite, y, como la atracción pasa, es mejor partir de una máxima atracción para que tarde más en pasar esa atracción.

Ella le pregunta cuánto tiempo se acostaron ellos, diciendo él que dos semanas, recordándole ella, enfadada, que solo fue una.

Él decide tras ello mudarse a casa de Stéphanie, pese a las protestas de ella, que le recuerda que está sin trabajo y sin ni dinero, diciéndole él que alquile un piso más pequeño, diciendo ella que no puede irse, porque el piso es de su abuela, diciendo él que entonces es una renta para él, pues paga por vivir con ella y aguantarla y que se habría ido con o sin Stéphanie, pues desde que dejaron de acostarse le impuso nuevas normas, porque está enamorada de él y él no lo está de ella y no pueden seguir así, diciéndole ella que la va a echar de menos.

Amber Sweet es una camgirl, que cobra por realizar actos sexuales a través una cámara, siendo su representación el regalo de cumpleaños de Baptiste, al que le pagaron media hora de charla caliente.

Una mujer, Nora, llega a su casa, desde donde habla por teléfono y dice que está muy contenta con la casa alquilada, pues está a 10 minutos de la universidad y además ve el Sena.

Al día siguiente acude a su primera clase en la Sorbona, donde está rodeada de gente más joven, presentándose a su compañera de pupitre Leïla, a la que le cuenta que llega de Burdeos y tiene 33 años y que ha retomado los estudios tras unos años durante los que trabajó en la agencia inmobiliaria de su tío.

Va a la discoteca en que se celebra una fiesta de alumnos, presentándose con una peluca rubia y una falda de látex, que es el motivo de la fiesta.

En la fiesta están Baptiste y sus amigos, que al ver a Nora con la peluca rubia y con un candado por collar la toman por Amber Sweet, acercándose uno de los muchachos que le dice que está encantado de conocerla, pues es muy fan suyo y le pregunta si va a actuar allí, diciendo ella que no, que estudia segundo de Derecho, preguntándole el muchacho si ya no hace vídeos, pidiéndole que le deje hacerse una foto con él.

Baila luego animadamente, y los chicos se acercan a ella, diciéndole uno de ellos que quiere correrse en su cara, para espanto de ella, que lo abofetea y decide marcharse.

En el metro ve las fotos de la fiesta, incluida la que se hizo con el chico, donde este escribió @iloveambersweet, viendo tras pinchar en el enlace un video erótico de Amber, y luego en su casa ve trozos de sus películas pornográficas.

Al día siguiente en clase el video de la prostituta corre de teléfono en teléfono y ríen al verla, no atendiendo nadie a la clase.

Nora sale llorando y hace una llamada a su tío, que le pregunta si quiere que vaya a París, diciendo ella que no, pidiéndole él que regrese, pues la echa de menos.

Acaba rompiendo a martillazos su teléfono, pues no paran de llegarle mensajes obscenos.

Un mes después

Émilie trabaja ahora como camarera en un restaurante y busca relaciones en una aplicación para ligar.

Un día, a la salida del trabajo, recibe un mensaje de Camille preguntándole cómo está, respondiéndole ella que no le importa, y lo llama gilipollas, llamándola él, que le pregunta por qué le habla así, volviendo ella a insultarlo, por lo que él le cuelga, ante lo que lo llama ella enfadada de que le colgara, preguntándole él cuándo quedan, diciendo ella que ni muerta y que además ese día no puede.

Nora acude a una entrevista de trabajo en una agencia inmobiliaria, siendo recibida por Camille Germain al que le explica que tiene 10 años de experiencia en inmobiliarias y que consigue muchos inmuebles en exclusiva, siendo muy buena negociando, reconociendo él que tienen pocos contratos y solo uno en exclusiva. Que la agencia es de un amigo y ya no funciona y le pidió que contratara un comercial, reconociendo que a él no le interesa el negocio.

Ella dice que la agencia está bien situada y tiene potencial, aunque el escaparate, le dice está muy mal. De hecho es lo primero que corrige, trabajando luego fuerte.

Van a ver las obras de un piso, y, aunque él le pide que le llame Camille ella insiste en llamarle Sr, Germain y le dice que no quiere miradas ni gestos inapropiados ni flirteos, pues a la mínima ocasión destrozará la oficina y le denunciará.

Un día, tras enseñar un piso, se encuentra con su compañera de clase, Leïla, que dice que vieron que dejó de ir a clase y estaba preocupada, aunque ella no dice nada.

Leïla comenta con el chico con el que iba que quizá se pasaron con ella, que ve cómo Nora la llama de pronto y al llegar a su altura le asesta una tremenda bofetada, derribándola y se aleja luego corriendo y riendo.

Al regresar a casa rescata la polémica peluca y abre un chat privado con Amber Sweet, colocándose la peluca y diciéndole que solo quiere hablar, contándole lo que le ocurrió y observando que se parecen un poco, pero no tanto, por lo que solo quisieron hacerle daño y le pregunta si fue a la policía con los mensajes, diciendo ella que para qué, a lo que le responde que para asustarles.

Émilie y Camille quedan para verse en un bar, pidiéndole él que se disculpe por haberle hecho esperar 25 minutos, haciéndole ver a ella que ahora lleva traje. Y le cuenta en qué trabaja, diciendo que lo hace porque necesita dinero para estudiar.

Ella le pregunta qué tal con Stéphanie, diciendo él que le dejó, pero que no está triste.

Le pregunta por qué la llamó, diciendo él que la echaba de menos, diciendo ella que creía que no la soportaba.

Van a cenar y ella le cuenta lo de su aplicación de ligues, algo que él no entiende.

Van a ver uno de los pisos que deben vender, pero ven que no terminaron las obras, encontrándose con que uno de los que están trabajando allí es un antiguo alumno que dice que fue muy buen profesor de Francés y Nora lo observa hablando con el chico y escuchando su música.

De regreso le pregunta por qué dejó aquel trabajo, diciendo él que oficialmente porque iba a opositar para agregado de Literatura Moderna, pero en realidad fue por desánimo por las reformas constante de la enseñanza, pues les pagan mal y no los valoran y los vigilan y al final los alumnos acaban como obreros o cocineros.

Pero poco a poco van intimando y él le propone cenar juntos.

Acaban en la cama pese a las prevenciones de ella, aunque no llegan a hacer el amor, pues de pronto ella le pide que pare y le dice que le cuesta porque hace mucho tiempo desde la última vez.

Émilie acude finalmente a la residencia para ver a su abuela, viendo que ni la peinan. Ella le corta el pelo, pero ve que ni la reconoce y le pregunta qué hace allí.

Regresa a su casa descorazonada.

Recibe la visita de otra mujer china dispuesta a compartir cuarto, pidiéndole ella un favor.

Le cuenta que su abuela vive en una residencia y le gustaría que la visitara una vez a la semana haciéndose pasar por ella, ya que no la reconoce por el alzhéimer, dejándole a cambio más barato el alquiler.

Émilie sigue quedando con extraños a través de la App y pide a una compañera que la cubra media hora en el restaurante, al que regresa contenta.

Nora vuelve a contactar con Amber, a la que le sorprende que utilice su nombre real en una web porno, y al verla tan desesperada le envía su correo para hablar por Skype dos horas más tarde, diciéndole que ella se llama Louise.

Finalmente se acuesta con Camille, que le pregunta por qué duda de sí misma, diciéndole ella que es amable y dulce y le da las gracias.

Él queda de nuevo con Émilie a la que le confiesa que Nora le vuelve loco, que es una santa y hay algo puro en ella y quiere presentársela.

Ella adivina que es frígida y que es un nuevo reto para él, conseguir que tenga un orgasmo.

Nora sigue chateando con Louise, y comparten fotos, contándole Nora que fue profesional de balonmano y luego entró en la agencia de su tío político, reconociendo que se acostó con él durante 10 años.

Finalmente, Émilie visita la agencia inmobiliaria para actuar como traductora de un cliente que es, como su familia de Taiwán, según reconoce por el acento, conociendo además a Nora, observando cómo Camille la mira con verdadera admiración.

Antes de irse, Camille la invita a una cena con antiguos compañeros.

Allí cantan con el karaoke y ríen, siendo ahora Nora quien los mira cómo se entienden y de hecho, a la salida le pregunta a Camille qué le dijo Émilie al oído, pues rieron y pregunta si hablaron de ella.

Le pregunta luego si se ha acostado con todas las que fueron esa noche, diciendo que no sabe con cuántas, y le pregunta si lo hizo con Émilie, diciendo él que sí, preguntando ella quién se piensan los demás que es, si la siguiente de su lista.

Se acuestan, pidiéndole ella que se lo haga por detrás, aunque luego renuncia y le dice que es un rollazo de mujer y que se aburre con ella, lo que él niega, diciendo ella que se irá a casa y que no quiere hablar. Quiere estar sola.

De regreso chatea de nuevo con Louise a la que le pide que le cuente lo más humillante que le pasó, diciendo ella que una vez un tipo le pidió que actuara para su perro.

Émilie chatea con Camille y le muestra los posibles amantes que tiene en la App para que le ayude a decidirse.

Le cuenta que con Nora trabajan juntos todo el día, luego se van sin cenar ni nada, se acuestan, se viste y se va, y no recuerda cuándo pasaron la última noche juntos y cree que cambió algo la noche en que fueron a cenar a casa de Antoine.

Ayuda con sus estudios a Eponine, que le muestra sus ideas para monólogos, viendo que uno de ellos va sobre la sexualidad de su padre.

Nora llega y se va enseguida por trabajos y le dice que no sabe si se verán esa noche, diciendo Eponine que no es nada simpática, no sabiendo él responder si es su novia.

Chateando con Amber, Nora le dice que ve sus vídeos a menudo.

Esa noche va finalmente a ver a Camille, ante el que aparece desnuda, aunque le pide que no la toque ni haga nada.

Se coloca sobre su cabeza para que le haga un cunnilingus y luego se colca de espaldas a él, haciendo así el amor.

Se viste tras ello y le dice a él que se engaña, como también lo hace ella y que se acabó, que no volverán a verse.

Al día siguiente Camille ve los vídeos de su hermana y ríe de verdad.

Le cuenta que Nora se fue ya y le cuenta que es como si nunca hubiera llenado su vacío y que se siente más triste.

Aparece una mujer para comprar la silla de ruedas de su madre, no pudiendo evitar romper a llorar cuando trata de cerrarla sin éxito.

Nora y Louise duermen con la cámara encendida una frente a la otra, pidiéndole Louise que la deje encendida, pues no quiere estar sola cuando despierte.

Un día Émilie se despierta por una llamada de su madre que le cuenta que murió su abuela unos días antes por un infarto y que el entierro será el fin de semana, por lo que llegarán a París el sábado.

Ella pregunta por qué no la llamó antes, diciéndole su madre que porque le daba igual, pues no se preocupaba por ella, pues de haberlo hecho habría sido ella quien les hubiera llamado el martes.

Ve a Camille, al que le cuenta que van a vender el apartamento, ofreciéndose él a ayudarla con la venta, diciendo ella que desde que sabe que lo harán se siente aliviada.

Teme que el entierro sea un calvario, ofreciéndose él a acompañarla pese a que estará toda su familia, aunque ella dice que no es buena idea.

Ella le confiesa que tenía razón, que cree que le quería y aún le quiere, y duele, por lo que si va al entierro debe ser para dar un paso adelante, de lo contrario se acabó todo.

Domingo

Nora va en el tren contenta hasta un parque y se sienta en un banco a esperar, viendo que se acerca Louise, a la que conoce finalmente en persona, y emocionada, pierde el conocimiento y cae, pidiéndole a Louise cuando vuelve en sí que la bese.

Émilie se prepara para ir al funeral de su abuela, y, al ver que Camille no llega ni le escribe, decide bajar, aunque justo cuando cierra la puerta suena el telefonillo, viendo que es Camille, al que le dice que va a bajar.

Debe volver a abrir la puerta porque suena nuevamente el telefonillo, a través del cual Camille le dice que la quiere, diciéndole ella que no lo oyó para que lo repita, pidiéndole que lo diga una vez más, haciéndolo esta vez él gritando, ante lo que ella sonríe antes de bajar.

Calificación: 3