Searching for Sugar Man
Searching for Sugar Man (2012) * Suecia / Gran Bretaña /
Finlandia
También conocida como:
-
"Buscando a Sugar Man" (Hispanoamérica)
Duración: 86 min.
Música: Rodriguez
Fotografía: Camila Skagerström
Guion: Malik Bendjelloul (Inspirado en los artículos de Stephen Segerman "Sugar and the Sugar Man", y de Craig Bartholomew Strydom "Looking for Jesus").
Dirección: Malik Bendjelloul
Ciudad del Cabo. Stephen Segerman, más conocido como "Sugar", propietario de una tienda de discos escucha la canción Sugar Man, una de las canciones de "Cold Fact", un disco que salió 40 años atrás de Rodríguez y que tuvo un enorme éxito en Suráfrica aunque nadie conocía a su intérprete, enterándose de que se suicidó delante del público en un escenario prendiéndose fuego.
Detroit, Michigan, 1968. En aquel año Dennis Coffey, coproductor de aquel primer disco, recuerda que su amigo Mike Theodore le habló de él y fueron a verlo a un tugurio de aquella ciudad que recuerdan estaba cerca del río y en medio de una espesa niebla, encontrando dentro del local un ambiente parecido debido al humo.
Recuerda que cuando entraron Rodríguez estaba tocando de espaldas al público, lo que obligaba a estos a escuchar la letra porque no podían distraerse viéndole la cara.
Dan, un camarero recuerda que se ganaba la vida en la construcción y que le parecía un indigente.
En Palm Springs, California, Steve Rowland, Productor del segundo álbum de Rodríguez "Coming from reality", recuerda que estuvo en Londres con él y muestra unas fotos de entonces, afirmando que era un gran cantante y lanzaron el disco en noviembre de 1971 esperando algo que no llegó, por lo que Sussex lo expulsó de su sello pues no le interesó a nadie ni siquiera escucharlo.
Se preguntan cómo llegó el disco a Suráfrica, señalando algunas fuentes que fue una chica americana que fue a visitar a su novio y se llevó una copia y como a este y a sus amigos les gustó mucho, y no se podía encontrar, empezaron a pasarse copias unos a otros y se difundió enseguida.
Un músico, Willem Moller, recuerda que escuchó una de sus canciones en la que se preguntaba cuántas veces has tenido relaciones sexuales, y en una sociedad tan conservadora como la sudafricana en pleno apartheid y donde carecían incluso de televisión, era algo revolucionario.
Rodríguez se convirtió en un símbolo de rebeldía y todos compraban su disco y todos cantaban "I Wonder", siendo sus canciones y su imagen en el disco, lo único que sabían sobre él, convirtiéndose para muchos sudafricanos en la banda sonora de su vida, conviviendo su disco entre la clase acomodada más liberal con "Abbey Road" de los Beatles, y con "Bridge over troubled waters" de Simon & Garfunkel.
Una de sus canciones anti sistema, "Antistablishment Blues" sirvió para que muchos que ignoraban esa palabra hasta entonces aprendieran que era algo bueno indignarse contra lo que no le gustaba de su sociedad.
Craig Barholomew-Strydom, periodista musical recuerda que vivían en una sociedad que usaba todos los medios para evitar que el apartheid acabase, y aquel álbum tenía letras que les servían para liberar sus mentes y empezar a pensar de otro modo en un país totalmente cerrado al resto del mundo donde no podían actuar cantantes extranjeros, no pudiendo tampoco los cantantes surafricanos actuar fuera, ignorando los surafricanos que en todo el mundo se hablaba contra su sistema, debido a una censura en la quienes hablaban contra el apartheid podían ser condenados a 3 años de cárcel.
Influenciados por Rodríguez, los nuevos músicos surafricanos empezaron a luchar contra aquello y hubo un movimiento de músicos afrikáners cantando contra el apartheid.
Ilse Assmann, archivera del apartheid muestra cómo estaban censuradas las letras de algunas de las canciones del disco de Rodríguez, mostrando un disco de aquella época, en que advertían que no podía ponerse el disco, habiendo de hecho rayado con un punzón una canción para evitar su emisión.
Steve M. Harris, exjefe del segundo sello surafricano de Rodríguez señala que esa censura hizo el disco más deseable.
Durante muchos años fue un disco muy deseado, recordando "Sugar" que un día, estando en la playa de Camp Bay una amiga emigrada a Los Angeles esta les preguntó dónde podría comprar el disco, pues era imposible encontrarlo en América, lo cual le resultó extraño, pues estaba convencido de que era muy conocido.
Ya en su casa examinó el disco, dentro del cual y bajo el nombre del mismo, "Cold fact" figuraba el nombre de Sixto Rodríguez, viniendo 6 de sus canciones firmadas por Jesús Rodríguez y cuatro por Sixth Prince.
Craig, el periodista musical cuenta que había oído que hacía mucho tiempo que no daba un concierto cuando un promotor lo llevó a un local infecto y con un sonido que no era bueno, por lo que los asistentes comenzaron a silbar y a gritar y al cantar la última canción Rodríguez cogió una pistola y se pegó un tiro en el escenario.
En 1996 un sello surafricano lanzó el segundo álbum de Rodríguez en el que "Sugar", amante de su música escribió el libreto del CD, porque pensaban que él sabía mucho sobre el cantante, hablando allí sobre el misterio que rodeaba a Rodríguez, preguntando si no había algún detective musicólogo que lo investigara.
Craig, que buscaba tema para un artículo se lo tomó como un reto y decidió investigar cómo murió Rodríguez, decidiendo seguir el dinero, aunque no encontraba más que obstáculos.
Robbie Mann, que lanzó allí el primer disco de Rodríguez señala que sería muy difícil calcular cuántos discos pudieron venderse, pues fue algo muy sostenido en el tiempo, siendo 10 veces disco de oro, enviando los derechos generados a AM records.
Tras investigar a las tres discográficas surafricanas que habían sacado discos de Rodríguez llegó a Sussex Records y su dueño, Clarence Avant, con el que trató de contactar, sin éxito.
Clarence Avant, ex presidente de Motown Records señala que estuvo muy involucrado con Rodríguez, al que consideraba mejor que Bob Dylan, aunque en América apenas vendió discos.
Paralelamente "Sugar" creó una página en Internet esperando que alguien le informara sobre Rodríguez, conociendo entonces a Craig, el musicólogo, con el que llegaron a pensar en dejarlo tras haber llegado a un punto muerto.
Escucharon bien su disco para tratar de descubrir sus orígenes, escuchando una de sus canciones oyó que hablaba sobre Dearborn, que vio estaba en Detroit
En agosto de 1997 Mike Theodore, coproductor del primer disco recibió una llamada desde Suráfrica de Craig, que le informó de que Rodríguez llevaba 25 años vendiendo millones de discos en Suráfrica, preguntándole al final de la charla por cómo había muerto el cantante, si era por volarse la cabeza o por prenderse fuego en el escenario, informándole Craig que Rodríguez seguía vivo y vivía en Detroit.
Tras ello Craig escribió su historia "En busca de Rodríguez: de los puticlubs a los teatros de la ópera", artículo que llegó a Estados Unidos, y lo que parecía el final de la historia resultó ser el comienzo de otra nueva.
El artículo llegó a Eva Rodríguez, hija mayor de Sixto, que al leer el artículo, buscó la página web donde se preguntaba por su padre y ella contestó siendo consciente de que en ocasiones es mejor que el misterio perviva, pese a lo que les dio su dirección de e-Mail y teléfono, pudiendo así contactar con ella.
"Sugar" pudo así contarle lo importante que era su padre en Suráfrica, recibiendo esa noche, a la 1 de la madrugada una llamada telefónica del propio Rodríguez.
Se abre una ventana de una modesta casa en Detroit y se asoma a ella Rodríguez, que señala que nadie se puso en contacto con él desde Suráfrica en los 70 y en los 80 y que le habría gustado sacar otros discos, pero que consideraba que lo que hizo no superaba a lo ya escrito para el segundo, por lo que siguió trabajando como jornalero en derribos y reformas de casas.
Regan, su hija menor dice que su padre siempre estuvo muy comprometido políticamente, yendo a manifestaciones y mítines a las que las llevaba a ellas, luchando a favor de los derechos de los trabajadores jóvenes.
Rick Emmerson, compañero de la construcción dice que se tomaba el trabajo muy en serio y era muy elegante para dignificar las cosas y elevarse sobre la mediocridad.
Llegó incluso a presentarse para la alcaldía de Detroit a principios de los 80, aunque solo consiguió el puesto 139 de los 169 presentados, siendo elegidos solo 9.
Eva cuenta que su abuelo era mexicano, y fue a trabajar a las fábricas de coches.
Sandra Rodríguez Kennedy, la hija mediana les enseñaba que podían ir a cualquier sitio aunque la ciudad pareciera ser un mal sitio para soñar.
Él recuerda que con 16 años empezó a tocar en muchos clubs de la ciudad, aunque trabajaba en muchos sitios, como las fábricas de coches de Chrysler, consiguiendo sacar el disco que tuvo muy buenas críticas.
Segerman le dijo que en Suráfrica era más popular que Elvis y le pidió que viajara hasta allí para comprobarlo, aunque sus compañeros de la construcción se tomaron a broma la noticia de que iba a salir de gira.
Rian Malan, periodista surafricano y escritor pensó que se trataba de puro marketing inventado por alguien para conseguir dinero y que nadie se creería su historia.
Pero el 2 de marzo de 1998 Rodríguez llegó a Suráfrica con su familia, recordando que al llegar al aeropuerto vieron dos limusinas y las rodearon pensando que serían para alguien importante, hasta que les hicieron ver que eran para ellos, viendo lleno el aeropuerto de paparazzis, siendo subidos a una limusina que lo llevó a la ciudad viendo por el camino que en todas las farolas anunciaban su concierto.
Willem Möller, guitarrista del popular grupo surafricano Big Sky recibió feliz la noticia de que serían sus teloneros, y como Rodríguez no tenía músicos aceptaron ser su banda, aunque todavía albergaban dudas de que fuera real.
Sus hijas afirman que pensaban que con suerte habría 20 personas entre el público, encontrándose con un pabellón completamente lleno de personas de todas las edades siendo vitoreado de tal modo que parecía que no sería necesario que llegara a tocar.
Vendió todas las localidades en los 6 conciertos que dio en Suráfrica en 1998 y firmó cientos de autógrafos durante varias horas, recibiendo un disco de platino por las ventas de su disco.
Pero tras el sueño tuvieron que regresar a la realidad de Detroit.
Ferretti su compañero escuchó aquella fascinante historia, viendo el testimonio gráfico de su enorme popularidad y del triunfo en un país en el que hasta los niños pequeños conocían sus canciones de memoria, siendo sin embargo incapaz de conseguir ni siquiera él su propio disco para dejárselo a sus amigos.
Regan afirma que Rodriguez sigue llevando una vida modesta y que le cuesta llegar a fin de mes y que no se hizo rico con la venta de sus discos.
Durante la gira de Rodríguez por Suráfrica su hija Eva se enamoró del guardaespaldas, tendiendo por ello Rodríguez un nieto surafricano.
Rodríguez regresó a Suráfrica en cuatro ocasiones tras aquello, habiendo ofrecido más de 30 conciertos, donando casi todo el dinero a sus familiares y amigos, viviendo él en el centro de Detroit, en la misma casa en que vivía desde hacía 40 años.