Sunset Song
Sunset Song (2015) * Gran Bretaña / Luxemburgo
Duración: 135 Min.
Música: Gast Waltzing
Fotografía: Michael McDonough
Guion: Terence Davies (Novela: Lewis Grassic Gibbon)
Dirección: Terence Davies
Intérpretes: Agyness Deyn (Chris Guthrie), Peter Mullan (John Guthrie), Kevin Guthrie (Ewan Tavendale), Ian Pirie (Chae Strachan), Douglas Rankine (Long Rob), Jack Greenlees (Will Guthrie), Niall Greig Fulton (John Brigson), Trish Mullin (Señora Melon), Mark Bonnar (Reverendo Gibbon), Linda Duncan McLaughlin (Tía Janet), Julian Nest (Peter Semple).
Chris Guthrie descansa en medio de un trigal mirando al cielo.
En clase, las muchachas reciben la visita de un inspector que les da unas nociones de francés, preguntando quién es la mejor, señalando su profesora que Chris Guthrie es buena en latín.
A la salida habla con su amiga Marget Strachan que le cuenta que su padre la envía a Aberdeen a estudiar, porque es socialista y quiere que estudie para cuando llegue la revolución, pues desea ser médico y poder atender a los pobres.
Por la noche Chris lee para sus padres y su hermano sobre la historia de Escocia, asegurando su madre que más importantes que los libros son esos paisajes de Aberdeen, que siempre le pertenecerán.
Chris piensa mientras se examina para una beca, que consiguió, que había dos personas en ella, una que odiaba esa tierra y el lenguaje tosco de sus gentes, y otra a la que a veces la belleza y la dulzura de la tierra y el cielo escoceses la hacían casi llorar, y luego volvía a desear ser inglesa y hablaba como una inglesa.
Chris se desahoga con su hermano mayor, Will, que a menudo sufre la brutalidad de su padre, viendo cómo este en una ocasión lo golpea sin compasión por haber utilizado el nombre de Dios en vano y el cual asegura que lo odia mientras, en la cama, donde duerme junto a Chris lo escuchan haciendo el amor sin hacer caso a las quejas de la madre que asegura que no desea tener más hijos, mientras él le asegura que tendrán todos los que Dios quiera, naciendo poco después sus hermanos gemelos, mientras Will reniega diciendo que su madre es demasiado mayor y no debería tener más hijos, pero que su padre es una bestia.
Tras este aumento de la familia la mujer indica que deberían tener más cuartos, por lo que se mudarán a su nuevo hogar en Blawearie, en Kinraddie, con sus escasas pertenencias, negándose John a parar por la noche y buscar albergue pese a la fuerte tormenta que les sorprende, desoyendo nuevamente a su esposa que le dice que podrían morir esa noche, afirmando John que no son de oro.
Llegan finalmente a Blawearie, junto a un hermoso lago de cuya visión Chris disfruta y junto al que Will sale a cazar cuando su padre se va al mercado.
Pero cuando este regresa observa que ha disminuido la pólvora y se lleva a Will al establo, donde lo azota sin piedad, aunque él no se queja, consolándolo Chris luego mientras ahora sí llora.
El señor Gibbon, el pastor los visita, preguntándole a Chris qué quiere ser, señalando ella que maestra. Su madre que la escuchó llora y le dice que lamenta que deba enfrentarse a los hombres sola, pues no hay nadie que pueda ayudarla, pidiéndole que lo recuerde cuando llegue el momento, pues cree que no podrá aguantar más.
Un día los hermanos llaman a Chris y le dicen que está el médico en casa, contándole Will mientras llora que ha muerto, diciéndole el médico que se ha envenenado ella y envenenó a los dos pequeños porque estaba embarazada de nuevo.
Chris y sus hermanos deben velar el cadáver de su madre.
Tras la muerte de esta, algo murió en el corazón de Chris y fue a yacer junto a aquella. Envolvió lo que había escrito sintiendo que la niña que había en su corazón murió entonces y con ella la Chris de los libros y los sueños y el cadáver de su niñez quedó envuelto en papel y enterrado para siempre.
Janet, la hermana de John decide llevarse a los hermanos pequeños de Chris a Auchterless, ya que ellos no pudieron tener hijos, no pudiendo entender su padre por qué no quieren ir a la escuela, diciendo el pequeño que es porque en la escuela les cantan diciendo que su madre estaba loca, algo de lo que se librarán gracias a su tía.
Will le dice a Chris que no debe permitir que su padre haga de ella su esclava, pues él sueña con ahorrar lo suficiente para irse a Canadá, donde, señala, cada uno es su propio dueño preguntando ella si la llevaría como criada.
Su padre compra una nueva máquina cosechadora, llegando mientras cosechan un hombre que le pide trabajo, dejándole que se quede con ellos unos días, aunque alojándose en el establo, adonde Chris le lleva la comida, viendo cómo el hombre aprovecha el momento para acercarse a ella y besar lujuriosamente sus piernas sin que ella sea capaz de reaccionar hasta después de un rato.
De vuelta a su habitación se desnuda y se mira así al espejo y se toca, sin entender muy bien los sentimientos que aquel hombre provocó en ella.
Unos días más tarde todo el pueblo acude a la cena de la trilla donde ella sirve y es alabada por su belleza y donde Will le presenta a Ewan Tavendale, por el que se siente atraída y al que vuelve a ver unos días más tarde cuando aparece en su casa preguntando por Will del que dice desea despedirse porque escuchó que se iba a buscar trabajo a Aberdeen, lo que en efecto hará despidiéndose de Chris llorando y lamentando no poder llevarla con él.
Desde ese momento ella debe ocuparse de la casa mientras su padre lloriquea y se pregunta por qué los dejó Jean.
En Noche Vieja los visitan Long Rob y Chae Strachan que cantan con John.
Pero unos días después John cae al suelo mientras trabaja y cuando Chris va a auxiliarlo él cree que es Jean, aunque luego le grita pidiéndole que se meta en casa, llamándola zorra asquerosa pese a que es incapaz de levantarse por sí solo.
El doctor le informa que padece una apoplejía, debiendo ella cuidarlo mientras está en cama, leyéndole una carta en que Will les informa que se casó y partió con su esposa hacia Argentina, entregándole un silbato para que la avise si necesita algo.
Él le dice cogiendo su mano que es sangre de su sangre y puede hacer con ella lo que quiera, por lo que cuando la llama con el silbato ella no hace caso y él trata de levantarse reptando por el suelo, por lo que ella, asustada cierra su puerta con el pestillo.
Por la mañana lo encuentra muerto junto a su puerta, afirmando que ya no sentía miedo, solo pena por el padre al que nunca ayudó y olvidó querer.
Al contrario que a su madre ella se niega a besar a su padre, limitándose a decirle adiós.
Cuando leen su testamento ven que le dejó todo a Chris, incluido su capital de 300 libras, no dejando nada para los demás hermanos.
Su tía Janet le aconseja que venda todos los bienes y se vaya con ellos.
Pero ella va a ver a Peter Semple, el consejero al que le dice que desea vivir un tiempo en Blawearie y no desea vender todo, aunque para no vivir sola le pide que le envíe a una mujer mayor hasta que se asiente, proponiéndole él a una mujer mayor.
A la salida se encuentra con Ewan, que le propone cenar juntos en la taberna.
Una noche de tormenta cae un rayo cerca y corre para llevar los caballos, que están asustados al establo, debiendo salir a ayudarla Ewan y Chae, que la lleva a su casa, donde le da ropa de su mujer mientras se seca la suya, acompañándola luego Ewan hasta Blawearie con los caballos, besándola en el establo, aunque ella le impide ir más allá, pidiéndole que vaya a verla al día siguiente por la noche, pidiéndole Ewan que se case con él.
Al día siguiente le cuenta a su tía sus planes de casarse con Ewan, asegurándole que no se acostarán hasta que se casen.
Chae lleva a sus tíos hasta la estación, llevándole a la vuelta a la señora Melon, que se encargará de cocinar y limpiar, haciendo ella el resto de las tareas.
Desde ese momento ella estaría satisfecha en esa tierra y su corazón latería por ella.
Tal como quedaron, esa noche recibe a Ewan al que le pide casarse cuanto antes para que se haga cargo de Blawearie, sin importar que él no tenga dinero, ya que ella dispone de las 300 libras heredadas.
Sus tíos le indican que no irán, pues su padre murió poco antes, y aunque saben que el pastor Gibbon también les criticará por casarse tan pronto le dirán que quieren una boda, no un sermón, ofreciéndose Chae y Long Rob para adecentar el establo para el baile.
Sabía que pronto su boda sería parte de un pasado olvidado. Pensaba en lo raro que sería que a partir de ese día compartiría cada mañana con Ewan.
Se casan en efecto, con Chae como padrino, brindando y bailando todos los invitados, buena parte de Kinraddie, cantando Chris para todos, y haciéndolo luego todos juntos.
Tras la celebración podrán acostarse por fin juntos, pidiéndole ella que apague la luz.
Señala que su matrimonio no era como el despertar de un sueño, sino como ir hacia uno, no estando segura de qué cosas lo eran y qué había ocurrido en realidad.
Pronto les dejará la señora Melon y les dejó solos.
Ewan se ocupaba de la tierra y ella le ayudaba con las vacas.
Trató de compartir con Ewan sus fantasías, y él solo dijo "sí" y ella pensó que no habría nada que no vivieran juntos.
Eran muy felices, en esos momentos en que ella aún no tenía 19 años, hasta quedar embarazada, aunque tarda en contárselo a Ewan. Se lo comunica el médico, siendo él muy feliz de recibir la noticia.
Llegan entonces las noticias del comienzo de la guerra, asegurando Ewan que pueden luchar por lo que deseen, pues a él le da lo mismo.
Ella está feliz, pues asegura que las cosas están cambiando para bien, aunque entonces les informan que su país declaró la guerra a Alemania.
Cuando nació su hijo Ewan sufrió al escuchar a su mujer gritar por el dolor.
Chae se alista de inmediato para combatir, tomando un trago con ellos antes de partir hacia Perth, pues señala que si ganan los alemanes no volverá a haber paz, aunque Long Rob se niega a luchar, afirmando que hay 50.000 hombres muertos por un pedazo de tierra belga que a ellos no les importa, aunque Chae les dice que en el pueblo a ellos los tachan de cobardes, señalando Ewan que mejor ser un cobarde que un cadáver.
También en la iglesia el párroco llama cobardes y proalemanes a los que no luchan contra el Káiser, viendo cómo les tiran piedras a la casa con plumas de cobardes.
El gobierno aprueba entonces una ley de leva y deben ir a Aberdeen para evaluación, señalando ella que a él le eximieron antes, pues no se llevan a quienes cultivan la guerra, aprovechando su estancia allí Ewan para alistarse y partir hacia la guerra.
Aquella primavera fue larga, teniendo una buena cosecha a pesar de todo.
Cuando Ewan regresa finalmente tras un permiso ella no reconoce al hombre que amaba, habiendo cambiado radicalmente, exigiéndole de malos modos la cena, y sin hacer caso a su hijo, asegurando que debería haberse quedado con una furcia en el pueblo, y le dice que quiere de ella lo que normalmente consigue en Lanark pagando.
Cuando se acuestan ella le pide que apague la luz, pero él se muestra como un animal, sin hacerle caso mientras satisface sus apetitos.
Le pide dinero para ir a Drumlithie diciéndole que tiene derecho a lo que es suyo.
Frente a su trato despótico ella dice que no se va a dejar tratar como una furcia, mientras se defiende con un cuchillo, diciéndole él que ella no tiene que ir a Francia a luchar, preguntándole ella por qué se alistó entonces, diciendo que porque estaba harto de que lo tachasen de cobarde.
Pocos días después parte de nuevo hacia el frente sin despedirse.
Recordando su niñez pensó que nada perdura excepto la tierra, pues la gente y las cosas pasan, pero la tierra no, y sintió que ella era la tierra.
Algún tiempo después recibe una carta, preguntándose llorando mientras lee qué va a hacer, tras lo que le entrega la carta a John y le pregunta si debe ir a Francia, diciéndole este que aunque son noticias tristes Ewan murió como un hombre, aunque ella se niega a creer que muriera mientras llora diciendo que solo quieren atormentarla.
Sintió que su hombre había muerto por nada.
Ve que regresa un soldado que ella cree que es Ewan, aunque cuando baja comprueba que se trata de Chae, que le confirma que Ewan ha muerto.
Le cuenta tras ello que Ewan fue fusilado en Francia por cobarde y desertor y le dice que es mejor que lo sepa, porque las mentiras se acaban sabiendo y prefirió decírselo para que nunca se lo recriminase.
Le cuenta que Ewan desertó por ella y por Blawearie, y que le contó que se marchó sin despedirse de ella. Tras ello le pidió que la cuidara y le diera ese beso que él nunca le dará, aunque le pidió que no le contara la verdad para que ella creyera que murió como los demás.
Antes de morir recordó también aquella noche de tormenta con los caballos, momento en que supo que ella le amaba, recordando también la canción que ella cantó cuando se casaron, abrazándose a Chae antes de ser fusilado.
Ya sola, Chris habla con la ropa de Ewan como si se tratara de él mientras llora y le dice que descanse en paz y sereno, pues ella ha comprendido que murió por ella y por Blawearie asegurando que está orgullosa de él y le ha entendido.
Se escucha entonces la voz de Ewan diciendo, "He vuelto a casa, Chris".
Una gaita resuena desde el otro lado del lago mientras contempla el horizonte al atardecer, una canción que suena por todos los que murieron, Ewan, Long Rob y Chae, mientras siente que podrá afrontar cada día si tiene una llama viva y encendida dentro de su corazón.